La redacción de ‘El País’ respalda, por estrecho margen, el nombramiento de Caño como director

Antonio Caño, que asumirá el dirección de El País el próximo 4 de mayo, ha logrado este lunes el respaldo de la Redacción a su nombramiento, aunque por estrecho margen. El hasta ahora corresponsal en Washington del periódico ha obtenido 97 votos favorables, 81 en contra y 47 en blanco. Hubo un voto nulo. En total se pronunciaron 226 profesionales, lo que equivale al 73% del censo. Sobre el total de votos emitidos, Caño logró el respaldo del 43% de los redactores.

El Estatuto de la Redacción de El País, aprobado en el año 1977, en plena transición democrática y un año después de la aparición del diario, establece que “antes de que el Consejo de Administración de la sociedad editora proceda al nombramiento de director de El País, el presidente o el consejero delegado harán llegar al Comité de Redacción la propuesta de nombramiento de director que les fuera conocida. Si dos tercios del censo total de la Redacción se opusieran a dicha propuesta, mediante escrito razonado por el Comité de Redacción, el Consejo de Administración tendrá en cuenta esta opinión, que no tiene carácter vinculante”.

En los 37 años de vigencia del citado Estatuto, que significó en su día un claro avance en los derechos de los periodistas españoles, la plantilla del periódico ha votado los nombramientos de subdirectores y de redactores jefes. Aunque estas votaciones no son vinculantes, los votos de castigo a algunos cargos directivos han supuesto, con el paso del tiempo, que los afectados o bien fueran enviados a corresponsalías en el extranjero o bien abandonaran voluntariamente el periódico.

No obstante, en la mayoría de los nombramientos los periodistas han respaldado las propuestas de la dirección. Estas votaciones han servido siempre para medir la popularidad de los candidatos a cargos directivos y la sintonía de la redacción con sus responsables. Esta identificación se ha ido perdiendo en los últimos años al ritmo de la pérdida de las señas de identidad del periódico y del alejamiento de sus principios editoriales, alineados históricamente con el centro-izquierda y las ideas progresistas.

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De este modo, el nombramiento de Joaquín Estefanía, director entre 1988 y 1993, obtuvo un amplio respaldo de sus compañeros frente a los resultados muchos más ajustados a favor de Jesús Ceberio, responsable de la publicación entre 1993 y 2006, y de Javier Moreno, que ha ocupado la dirección desde 2006 hasta ahora y que cosechó 115 votos a favor y 90 en contra. La historia de estas votaciones refleja el perfil de la redacción de El País, que ha rechazado en estas consultas a significados representantes del sector derechista del diario como Hermann Tertsch, El Paíshoy en ABC, cuando fue propuesto como subdirector en 1993. Otro resultado desaprobatorio fue el de Juan Cruz, una de las firmas más prolíficas del periódico, cuando fue propuesto como redactor jefe de la sección de Cultura y Espectáculos.

El precipitado nombramiento de Antonio Caño como director la pasada semana, tras la divulgación de un informe, supuestamente por error, donde el corresponsal en Washington criticaba duramente a los actuales responsables y apostaba por adaptarse a la nueva sociedad española, ha generado la mayor inestabilidad en El País desde el ERE que afectó a 129 periodistas el pasado noviembre de 2012. El presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, elogió la trayectoria de Caño en una reunión con cargos directivos la pasada semana. Formado en la sección de Internacional del diario, tanto en la redacción central como en las corresponsalías de México y de Estados Unidos, Antonio Caño, de 56 años, se ha caracterizado por encabezar al sector más derechista de la redacción, tanto en la línea editorial como en sus relaciones con el PP y con los sectores financieros.

Su cobertura de la guerra de Irak en 2003, donde apoyó la política del presidente republicano George W. Bush, o su actitud contra los gobiernos de izquierda en América Latina enfrentaron al nuevo director con una mayoría de la redacción. Por otra parte, Caño respaldó con firmeza la política empresarial de El País durante el conflicto del EREEl País y el entonces corresponsal en Washington fue muy beligerante en su oposición a las movilizaciones aprobadas por la inmensa mayoría de sus compañeros.