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LA CRISIS DE LA PRENSA

Unidad Editorial acepta ahora un recorte salarial progresivo de hasta el 8,5% y ofrece 25 bajas voluntarias

Unidad Editorial da marcha atrás: suspende la fusión de sus sociedades y rompe la negociación del nuevo convenio

Unidad Editorial ha retirado su última propuesta de recorte salarial –inmediato, lineal y sin compensaciones, del 6,25%– y acaba de poner sobre la mesa de negociación con sus comités una rebaja progresiva para quienes cobran a partir de 27.000 euros brutos al año que no superará un máximo del 8,5% para los trabajadores con nóminas de más de 60.000 euros. También ofrece un tope de 25 bajas voluntarias para quienes no acepten esa rebaja de sueldo, que serán indemnizadas con 30 días por año trabajado.

La negociación ha quedado suspendida hasta el próximo lunes, fecha que la empresa ha fijado como límite para conseguir un acuerdo. Su propuesta diseña un esquema de reducción salarial que resulta de dividir el sueldo bruto anual por 7.000. Así, a quienes cobren 28.000 euros, por ejemplo, se les rebajará un 4%. Hasta llegar a un máximo del 8,5% para los salarios de 60.000 euros. Ese porcentaje será el mismo para las nóminas de hasta 100.000 euros.

En cambio, los comités de las 12 empresas del grupo proponen que se recorte un 4,5% a quienes cobren de 27.000 a 30.000 euros –pero sólo sobre la cantidad que sobrepase de 27.000– y que a partir de esa cifra la rebaja sea el resultado de dividir el salario bruto entre 8.000, hasta un tope del 9,5%.

Además, Unidad Editorial pretende establecer nuevos grupos profesionales, sólo tres –los comités proponen cinco–. En el de redacción, quieren un salario de 18.800 euros al año para los trabajadores de nuevo ingreso, mientras que los comités reclaman un mínimo de 21.900 euros.

Pluses y fines de semana

El punto de mayor fricción entre las partes se encuentra en los pluses y guardias de fin de semana. Los comités quieren preservarlos, mientras que la empresa ni siquiera quiere hablar aún de esos apartados. Su prioridad, aseguran fuentes de los trabajadores, es firmar el recorte salarial el próximo lunes. Los representantes sindicales, por su parte, temen las rebajas de sueldo adicionales que pueden significar los nuevos pluses y complementos que propondrá la empresa en las próximas fases de la negociación.

El grupo también mantiene el 31 de diciembre de este año el límite para garantizar el empleo, mientras que los trabajadores reclaman que se extienda hasta el 31 de diciembre de 2015.

Con estas primeras medidas de recorte Unidad Editorial busca un ahorro de 3,6 millones de euros, que debería alcanzar los seis millones una vez renegociado el nuevo convenio colectivo al completo. En cualquier caso, y tras haber sido suspendido la fusión de las 12 sociedades del grupo, ya no está claro si se elaborará un convenio único, o volverá a negociarse uno distinto por cada empresa como hasta ahora. Las diferencias entre las condiciones laborales y salariales de cada una de ellas abonan esta posibilidad, según las fuentes consultadas.

Las conversaciones estuvieron a punto de romperse el pasado día 12, después de que la empresa anunciara que renunciaba a fusionar las sociedades y planteara un recorte lineal del 6,25%. Además, pretendía que los comités aceptaran la propuesta aunque la rechazaran las asambleas de los trabajadores. En la última reunión ha vuelto a amenazar con “tomar las medidas que considere oportunas” en caso de que el lunes no se alcance un acuerdo.

El fantasma de la venta

Sobre Unidad Editorial se cierne desde hace tiempo la sombra de la venta o fusión con otros grupos. Una amenaza que se hizo aún más real tras el despido de Pedro J. Ramírez de la dirección de El Mundo. El consejero delegado de Unidad Editorial, Antonio Fernández-Galiano, no esperó ni cinco días tras la salida del fundador para dejar claro en una entrevista en Antena 3 – propiedad de Planeta, uno de los posibles compradores– que la "fragmentación de la oferta periodística" en España "impone como consecuencia casi necesaria" las fusiones. "Ya se verá si es con unos o con otros, dependerá de muchos factores", apuntó, "pero la consolidación es una consecuencia natural".

Con el freno a la fusión de las 12 sociedades se abre ahora la posibilidad de la venta de éstas de forma separada y a diferentes grupos, en lugar de ceder Unidad Editorial como un todo a un solo comprador. La empresa ha negado a los comités que necesite renunciar a la fusión interna para vender cabeceras. El motivo que aduce para crear un grupo único es meramente laboral.

Ésta será la tercera rebaja salarial que sufren los trabajadores de Unidad Editorial. La primera se llevó a cabo en 2009, con ocasión del primer ERE ejecutado en el grupo. La segunda, el pasado mes de septiembre, después de que la plantilla accediera a repetir el referéndum en que habían rechazado la propuesta pactada con el comité para recortar sueldos. Además, la empresa ha acometido tres ERE y aplicado un plan de bajas incentivadasun plan de bajas incentivadas que, en conjunto, han reducido la plantilla en casi 700 trabajadores durante los últimos cinco años.

Unidad Editorial perdió 59,7 millones de euros el pasado ejercicio, resultado de una caída del 10,4% en sus ingresos: la publicidad se redujo un 13% y la venta de ejemplares, un 12,7%.

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