CRISIS DE LA PRENSA

Pedro J. Ramírez: “Lo ocurrido en el 25º aniversario vulnera los pactos de lealtad que firmé con Unidad Editorial”

Pedro J. Ramírez: “Lo ocurrido el 25 aniversario vulnera los pactos de lealtad que firmé con Unidad Editorial”

El 25 aniversario de El Mundo, que se cumple este jueves día 23, ha tensado aún más si cabe la tormentosa relación que el fundador y exdirector del periódico durante 24 de esos 25 años, Pedro J. Ramírez, mantiene con Unidad Editorial desde que fue despedido el pasado enero. El protocolo de la cena que El Mundo celebró la noche del lunes en el Hotel Palace de Madrid, la cobertura fotográfica y, finalmente, el editorial que este miércoles publicó el periódico sobre el acto, han soliviantado de nuevo a Pedro J. Ramírez, tal y como puede comprobarse en su cuenta de Twitter. “Lo ocurrido en el 25 aniversario vulnera los pactos de lealtad y buena voluntad a los que llegamos Unidad Editorial y yo en enero”, advierte Pedro J. en declaraciones a infoLibre. El incumplimiento de esos acuerdos permitiría al exdirector montar otro periódico inmediatamente, sin esperar los dos años de carencia a los que se comprometió, y percibir íntegramente 13 millones de euros de indemnización.

Pedro J. Ramírez no ha querido comentar lo ocurrido durante la cena ni cómo ha informado El Mundo sobre el acto, pero sí se queja de que todo ello redunde en su “desprestigio personal y profesional”. En cualquier caso, tanto sus tuits como el relato que han hecho a este periódico fuentes próximas al exdirector dejan claro cuáles son los motivos de la penúltima fricción con Unidad Editorial. También que comenzaron a gestarse antes incluso de que el poder político y económico hiciera su entrada el lunes en el Hotel Palace de Madrid. Cuando Pedro J. descubrió que no le habían reservado un sitio en la mesa presidencial.

En ella estaba previsto que se sentaran los Reyes, los galardonados con los Premios de Periodismo de El Mundo, los máximos directivos de Unidad Editorial y el director del rotativo, Casimiro García-Abadillo. En otra mesa destacada se había colocado a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y a lo más granado del Íbex 35. Pedro J. quedaba para la tercera, junto al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, entre otras personalidades. El periodista riojano anunció entonces que no iba a acudir a la cena. Así que, para evitar una ausencia que habría resultado clamorosa, Unidad Editorial dispuso una mesa de 28 sillas donde quedaron integradas esas tres mesas.

Por su parte, fuentes de Unidad Editorial explican que desde el primer momento la empresa tenía claro que Pedro J. Ramírez “debía tener un papel en el 25 aniversario” y niegan que hubiera intención alguna en la disposición de las mesas.

Una vez acordadas las condiciones entre ambas partes, discurso incluido, el exdirector abrió el acto con palabras de agradecimiento al presidente de Unidad Editorial, Antonio Fernández-Galiano, y a los propietarios del periódico, el grupo italiano RCS. “Han preferido”, aseguró, “que sorprenda o inquiete más mi presencia que mi ausencia”.

“Pero no se alarmen: las emociones van a estar hoy controladas por la templanza y confío que a nadie le incomode ninguna de mis palabras”, anunció, seguro que para tranquilidad de muchos de los asistentes. Es más, el discurso incluía un elogio al actual director –“mi querido Casimiro García-Abadillo–, que “hoy dirige [El Mundo] con gran acierto y como factor de continuidad”.

Sin embargo, fuentes próximas a Pedro J. han revelado que la presencia en la cena de quienes el periodista considera causantes de su despido –la vicepresidenta y presidentes de las grandes compañías del Ibex-35–, sentados escuchándole, pudo con la “templanza” de que había hecho alarde sólo unos minutos antes: rompió los folios de su discurso en un gesto de rabia a la vista de toda la sala mientras abandonaba el estrado. “Fui destituido del diario que fundé con mis compañeros tras una brutal campaña del Gobierno secundada por los anteanoche patrocinadores”, atacó después en Twitter.

Una foto sin Pedro J. y la silla de Ágatha

Aunque no fue el único incidente protocolario. En el último momento, revelan fuentes del grupo editorial, los organizadores se dieron cuenta de que a la esposa de Pedro J. Ramírez, Ágatha Ruiz de la Prada, se la había situado en un lugar “muy alejado” de la finalmente enorme mesa presidencial. Pese a que se propuso a la diseñadora ocupar otro sitio, explican las fuentes, ésta rechazó el ofrecimiento.

Tampoco le gustó a Pedro J. la foto oficial de la cena. En ella, flanquean a los Reyes la vicepresidenta, los periodistas galardonados con los Premios de Periodismo de El Mundo, García-Abadillo y los directivos de Unidad Editorial y RSC. Pedro J. no fue invitado a posar. “Primero te borran de la foto, luego se reescribe la historia”, se desahogó más tarde en Twitter el exdirector. De nuevo las fuentes de Unidad Editorial niegan intención alguna en la ausencia del exdirector en esa foto. Fueron los encargados del protocolo de la Casa Real quienes organizaron el posado, antes de la cena y a la entrada del hotel, aseguran.

'El Mundo' madura

Pero lo que más le ha dolido a Pedro J. Ramírez es el editorial que este miércoles ha publicado El Mundo, bajo el título Un diario maduro, relevante y respetado por la sociedad española. En él se explica el despido de Pedro J. Ramírez como “fruto de un acuerdo empresarial”, por el que el fundador “cedió el testigo del periódico a Casimiro García-Abadillo”. “No se puede decir que Pedro J. se fue por un acuerdo empresarial, le echaron”, oponen fuentes próximas al riojano, quien se ha sentido “humillado, maltratado y zaherido”, recalcan, por el comportamiento de los últimos días de Unidad Editorial.

Las fuentes del grupo replican que los términos en que está explicado el cese del exdirector son “exactos”. “Hubo un acuerdo que, además, fue amistoso”, destacan. A su juicio, las nuevas quejas de Pedro J. sobre el periódico responden, una vez más, a una operación premeditada del exdirector para “buscar la ruptura el acuerdo” que él mismo firmó en enero. Una ruptura para la que el grupo no encuentra motivo alguno.

También en Twitter Pedro J. Ramírez ha deslizado que su punto de vista es otro. “Nunca esperaba que se me manipulara así. Es verdad que hay 'continuidad' en muchas cosas pero también hay discontinuidad y salta a la vistatambién hay discontinuidad ”, atacó desde la red social, desdiciéndose de sus propias palabras en el discurso del Palace.

Y por si hacían falta ejemplos, el exdirector los aporta. El periódico que fundó hace un cuarto de siglo ya no coincide con él en algunos temas, según reconoce su sucesor, como “el trato a la corrupción en el PP y las responsabilidades de Rajoy y Cospedal”, apuntó Pedro J. en otro tuit.

Fusión paralizada, redacción molesta

Cuando fue despedido, el periodista riojano pactó una indemnización de 13 millones de euros, a los que habría que sumar los más de 300.000 euros anuales que percibe para pagar guardaespaldas, chófer y otros gastos de infraestructura. A esas cantidades se le añaden alrededor de 14 millones en un fondo de pensiones que podrá rescatar a su jubilación.

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De esos 13 millones de indemnización antes citados, Pedro J. ha cobrado unos 11. El acuerdo incluye una cláusula que supedita el cobro de los dos millones restantes a que el exdirector se abstenga de montar otro periódico durante dos años. Pero RCS podría reclamarle también que devolviera los 11 millones ya percibidos si considera que Ramírez ha incumplido las condiciones del pacto que ambas partes invocan a cada escalada de la tensión.

El documento establece igualmente que Pedro J. se vería liberado de mantener su compromiso de no agresión –y podría irse percibiendo los dos millones de euros pendientes– en caso de que un tercero comprara El Mundo y cambiara su línea editorial. No obstante, las negociaciones entre Unidad Editorial y Vocento para una fusión se encuentran paralizadas, según las fuentes consultadas por infoLibre. Y las posibilidades de que se reanuden y lleguen a buen puerto parecen mínimas.

Mientras, los llamamientos de Pedro J. a sus “compañeros” de El Mundo para que le acompañen en un nuevo proyecto periodístico han decaído en los últimos meses. De hecho, según ha podido comprobar infoLibre en fuentes de la redacción, las declaraciones del exdirector, sus tuits y la batalla abierta con los responsables del grupo generan un malestar que casi nadie en la Avenida de San Luis oculta.

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