CRISIS DE LA PRENSA

García-Abadillo gana el pulso y Pedro J. no publicará su carta el domingo

García-Abadillo gana el pulso y Pedro J. Ramírez no publicará su carta el domingo

Pedro J. Ramírez no publicará su Carta del arponero ingenuo este domingo. Lo que significa que, muy probablemente, no volverá a escribir en el periódico que fundó hace 25 años. El director de El Mundo, Casimiro García-Abadillo, ha conseguido el respaldo, por escrito, de la dirección de Unidad Editorial, después de que la noche del jueves presentara su dimisión. En principio, no fue aceptada y se le instó a comenzar hoy mismo unas vacaciones. Finalmente, el presidente del grupo, Antonio Fernández Galiano, ha terminado aceptando el órdago de García-Abadillo, que se negaba a seguir publicando cada domingo el artículo de su antecesor. En el último, Pedro J. Ramírez hacía una dura crítica del periódico e incluso ponía en duda la capacidad profesional de su actual director.

Tras el viraje de la empresa, los trabajadores de El Mundo han suspendido la asamblea que tenían previsto celebrar a la una de la tarde. Será García-Abadillo quien hable entonces ante la redacción, que cerró la edición de ayer presa del nerviosismo y la irritación. Según ha podido saber infoLibre, Pedro J. ya había enviado su carta del domingo e incluso se le estaba preparando la correspondiente ilustración. Era de contenido estrictamente político, con críticas al PP, como suele ser habitual en el exdirector de El Mundo desde que fue despedido, pero no hacía mención alguna a su enfrentamiento con García-Abadillo y la empresa editora.

"El director del periódico nos ha comunicado su decisión de seguir al frente del periódico y dar por zanjada definitivamente la polémica con el anterior director, tras recibir hoy el apoyo explícito de la empresa, que ayer no creía tener", ha explicado el comité de empresa a los trabajadores en el comunicado donde avisaba de la suspensión de la asamblea.

Ahora la pelota pasa al tejado de Pedro J. Ramírez, pues la supresión de su artículo semanal supone una ruptura de los pactos de buena voluntad que firmó con Unidad Editorial al ser despedido en enero. Las restricciones impuestas por esos acuerdos fueron el argumento esgrimido la víspera por Fernández Galiano ante García-Abadillo para imponer la publicación de la carta de Pedro J. Ramírez. Pese al indudable daño que las aceradas críticas de éste al propio periódico y su director han causado o pudieran causar.

Larga batalla

La del último domingo fue respondida por un editorial el lunes y por otra carta de Pedro J. en su perfil de Facebook. Desde su cuenta de Twitter y en sus entrevistas televisivas o apariciones públicas, el fundador no ha dejado de criticar informaciones de su antiguo periódico o reprochaba que no prestaran atención a las presentaciones de su último libro. También puso en tela de juicio el expediente abierto a su hija y su yerno, ambos corresponsales del periódico en Estados Unidos, que habían apoyado en Twitter las acusaciones de censura contra García-Abadillo de una redactora.

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Además, han sido recurrentes las invitaciones de Pedro J. Ramírez a sus "compañeros" del periódico para que le "acompañen" en el nuevo periódico que el riojano pretende montar si El Mundo cambia de línea editorial o se fusiona con otro. Precisamente, las conversaciones mantenidas por Unidad Editorial con el Grupo Vocento quedaron suspendidas hace algunas semanas.

Finalmente, la celebración del 25º aniversario del periódico, hace dos semanas, terminó en un incidente algo más que protocolario por culpa de una foto con los Reyes, en la que no apareció Pedro J., y por culpa de la ubicación de éste –y de su mujer, Ágatha Ruiz de la Prada– en una mesa que no era la principal.

Según argumenta la empresa editora, Pedro J. Ramírez intenta con su "campaña" de agravios "construir un caso" para romper los pactos de buena voluntad sin tener que renunciar a su indemnización de casi 13 millones de euros. Esos acuerdos le exigen que en un plazo de dos años no impulse ningún otro medio de comunicación que compita con El Mundo. Ambas partes se han cruzado, además, varios requerimientos a través de abogados con penalizaciones de 100.000 euros aduciendo al ruptura de lo firmado. 

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