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El Intermedio

Wyoming, sobre el TTIP: “¿Se pueden degradar todavía más los derechos de los trabajadores?”

Sandra Sabatés, en El Intermedio.

Este lunes, el programa de laSexta El Intermedio quiso comenzar su espacio con el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP son sus siglas en inglés) que parece "haber pasado inadvertido" a pesar de pretender crear la mayor área de libre comercio del mundo entre Europa y Estados Unidos, homogeneizando la legislación de los países firmantes y eliminando trabas y aranceles a los intercambios comerciales –el objetivo es que entre en vigor en 2015–.

Sandra Sabatés, la conductora del programa, quiso señalar que frente a los que destacan las ventajas de un mercado unido y sin restricciones, "también los hay que auguran consecuencias no tan positivas para los ciudadanos". Y es que más de un millón de europeos han firmado una petición entregada en la Comisión Europea rechazando este tratado.

En esta petición, aseguran que el TTIP supone una "amenaza para la democracia y el estado de derecho" por motivos como la "opacidad" de la negociación de este tratado, ya que, como recordó Sabatés, las reuniones se están llevando a cabo a puerta cerrada entre la Comisión, Estados Unidos y las grandes empresas”. “¿Y por qué hablan a puerta cerrada? Sólo se me ocurren dos razones: porque están negociando cláusulas inaceptables para los ciudadanos o van desnudos. O las dos cosas. Desnudo es como mejor se negocia”, bromeó el Gran Wyoming.

“Tanto secretismo alrededor de estas negociaciones ha llevado a algunos analistas a especular sobre las posibles consecuencias de este tratado", señaló Sabatés, que apuntó a cinco consecuencias. Una de ellas es la "degradación de los derechos de los trabajadores". “¿Pero se pueden degradar todavía más? No lo contéis al Gobierno, hagámonos los tontos”, bromeó Wyoming.

La conductora del programa detalló una noticia del diario francés Le Monde diplomatique, que recordaba que Estados Unidos sólo ha ratificado dos de las ocho normas fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que busca proteger a los trabajadores. “En realidad, lo que le gustaría a algunos empresarios es que los trabajadores tuvieran tantos derechos como los chinos, que en concreto tienen dos: el derecho a ver películas de Kung-fu las 18 horas que están en la tienda y el derecho a regalar chicles por una compra superior a 5 euros", ironizó Wyoming.

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Otra de las consecuencias tiene que ver con el relajamiento de las normas sanitarias y de consumo. Y es que  gracias a este tratado, las empresas norteamericanas podrán vender en Europa sus productos sin ningún tipo de restricción. “Podríamos estar abriendo la puerta a productos prohibidos aquí, como la carne tratada con hormonas, los transgénicos agrícolas o los pollos lavados con cloro, apuntó Sabatés. "Así es queridos amigos, los americanos lavan la carne de pollo con cloro ¡Sabe a piscina! Es como comerse a Mireia Belmonte empanada", bromeó el conductor del programa.

También se limita el control de las multinacionales por parte de los estados. Sabatés señaló que se prevé que se cree una serie de organismos para resolver los litigios entre las grandes empresas y los estados. "Estos organismos, llamados tribunales de arbitraje, sirven para que las grandes empresas puedan demandar a los estados en caso de que algún cambio de legislación en el país perjudique a sus intereses", apuntó la presentadora.

Otra gran posible consecuencia es la desaparición progresiva de los servicios públicos. Según Le Monde diplomatique, las negociaciones se orientan hacia una apertura a la privatización en los servicios públicos por la técnica llamada lista negativa, que consiste en hacer un listado con los servicios públicos que no se pueden privatizar. “Parece que todo el mundo está empeñado en acabar con lo público y hay cosas con las que no se debería hacer negocio: la salud de las personas, la educación de nuestros hijos y, sobre todo, el perejil. Sí amigos, algunas fruterías lo están empezando a vender en bolsitas, siempre fue gratis. Ya está tardando en crearse una marea verde oscuro que diga 'la salsa verde no se vende', se defiende", iroznizó Wyoming. Todo esto resulta en una última consecuencia que es que la creación de "leyes a medida de las multinacionales".

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