En 2014 han sido asesinados 66 periodistas en el mundo

Un total de 66 periodistas fueron asesinados en el mundo durante 2014. Así lo recoge Reporteros sin Fronteras (RSF) en su Informe Anual de Libertad de Prensa en 2014, presentado este martes. Aunque la cifra es mejor que la del año anterior, en el que murieron 75 periodistas, para la presidenta de RSF, Malén Aznárez, la actividad periodística se encuentra ante un “brutal y triste panorama”.

“Ha sido un año especialmente malo para los blogueros”, recalcó Aznárez. Durante el ejercicio de 2014 se registró “un 106% más” de periodistas exiliados. “Al menos 139 informadores y 20 blogueros han acudido a RSF”, confirmó Aznárez, que resaltó la importancia de la actividad que realizan los informadores digitales y cómo es un sector que está “cada vez más en aumento”. “Países como Arabia Saudí, Bahrein y Mauritania han tenido un comportamiento casi medieval con estos informadores”, dijo al recordar la condena de mil latigazos al activista y bloguero saudí Raif Badawi.

Al acto de presentación del Informe de Libertad de Prensa, realizado este martes, acudió el periodista iraní Ehsan Mehrabi, que huyó del país tras ser encarcelado y torturado durante 89 días por el Gobierno de Irán, y el sirio Majid Al-Bunni. Ambos están exiliados actualmente en Alemania por cuestiones de seguridad.

Siria es un “agujero negro para la información, que en estos momentos es propaganda”, afirmó la presidenta de RSF. Un “agujero negro” confirmado por la historia de Al-Bunni, quien dirigía un programa satírico semanal en una radio local con el objetivo “de difundir concienciación política a los ciudadanos” por el que le detuvieron y le torturaron.

Además, en la mesa de presentación también se sentó Francisco Ruiz Antón, director de Políticas Públicas de Google en España y Portugal; Malén Aznárez, presidenta de Reporteros Sin Fronteras, y la periodista Pepa Bueno, moderadora del acto.

En 2014 se ha cruzado “una línea roja: la utilización de los periodistas como arma de guerra, es decir, como mecanismo de propaganda o como mercancía de intercambio”, destacó la presidenta de RSF. Para Aznárez, la situación del periodismo en ciertos países “como Siria, Libia, Ucrania, Irak y Palestina” es alarmante.

“Si no eran suficientes los datos de 2014, aún nos esperaba la brutal inauguración de 2015 con el atentado a Charlie Hebdo”, lamentó Pepa Bueno. En Europa “vamos a tener que volver a defender la democracia, el derecho a preguntar, el derecho a dibujar”, reivindicó la periodista.

Situación del periodismo en España

La presidenta de RSF destacó que en España también “hay retrocesos en la información fundamentalmente por la aprobación o modificación de leyes”. Concretamente se refirió a la Ley de Seguridad Ciudadana, “conocida como ley mordaza, que dificulta enormemente el trabajo de los periodistas en la calle: en manifestaciones, en desahucios o en las vallas de Ceuta y Melilla”. Y resaltó que los periodistas se enfrentan a “serios obstáculos por los radios de exclusión establecidos por la policía” alrededor del lugar en el que ocurren los hechos.

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Melén Aznárez también lamentó una “Ley de Transparencia que ha tardado tantísimo tiempo en aprobarse en España y es muy limitada y muy inferior a las del espacio europeo” y denunció “la politización de TVE por parte del Gobierno”, ya que es una práctica que “atenta a la libertad democrática y a la libertad de información”.

Sin embargo, sobre la compra de siete portadas de periódicos españoles por parte del Banco Santander, la presidenta de RSF dijo que la organización “no se mete en los temas de los medios privados” siempre y cuando “se diferencie lo que es publicidad de lo que es información”. “No es estupendo ni bienvenido que las primeras páginas sean sustituidas por publicidad, pero los medios privados pueden hacer lo que ellos quieran y el lector, comprarlos o no”, dijo.

El informe comparativo sobre libertad de información entre países “verá la luz dentro de dos días”, anunció Aznárez, y adelantó que el caso de España, “comparativamente, está entre los 40 primeros de 180 países analizados”, así que “no está del todo mal aunque haya habido estos retrocesos a la libertad de información”.