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La madre de uno de los titiriteros encausados: “La información abunda, pero la verdad escasea”

"Nuestro caso ha llenado páginas y portadas en las que la verdad era tan solo un estorbo". La voz era la de Mari Luz Pérez, pero las palabras pertenecían a Raúl García, su hijo, y Alfonso Lázaro, los titiriteros acusados de enaltecimiento de terrorismo por su actuación del pasado febrero. Mari Luz Pérez leyó el texto, en el que los artistas defendían la importancia de un periodismo veraz, en el acto de infoLibre celebrado este sábado en favor de la libertad de expresión. "La información abunda pero la verdad escasea", subrayó la madre de uno de los encausados, que no puedieron acudir al evento celebrado en el teatro Maravillas de Madrid por encontrarse trabajando. 

Mari Luz Pérez denunció, en nombre de los dos intérpretes, la "criminalización y la difamación" de la que han sido objeto, y agradeció el apoyo recibido por aquellos "capaces de ver con claridad el abuso" que han sufrido. "Esta vez ha sido a nosotros, pero antes o después la china toca a todas las que osan cuestionar el sistema depredador en el que nos vemos obligados a vivir", advertían.

Actualmente, los titiriteros están encausados en la Audiencia Nacional por supuestos delitos de enaltecimiento del terrorismo y contra los derechos fundamentales y las libertades públicas. Tras su detención y posterior puesta en libertad, tienen prohibido salir del territorio nacional y están obligados a comparecer en el juzgado periódicamente. Pese a eso, siguen de gira con algunos de sus espectáculos de títeres.

Los integrantes de la compañía Títeres desde Abajo se han servido de su experiencia para reflexionar sobre el estado de la prensa española: "La información es mercancía valiosa, por un lado como bien de consumo y por otro como generadora de opinión, y hasta tal punto está manipulada que la propia información genera desinformación". Mari Luz Pérez ha continuado señalando cómo "había que tapar" la verdad de la obra La bruja y don Cristóbal "para poder explotar algunos elementos que convertían [el caso] en un buen producto: vivas a ETA, Podemos, niños llorando traumatizados, padres salvando la patria, concejales okupas consternadas, monjas violadas...".

Sin embargo, la misiva de los titiriteros quiso acabar con un tono optimista, agradeciendo su trabajo a "esa minoría de periodistas" que "mantienen su dignidad profesional" frente al "servilismo": "No nos referimos a los que nos defienden, no nos referimos a los que defienden un proyecto político concreto, sino a los que por encima de todo defienden la verdad". La misma verdad que, aseguran, trataban de encontrar en su obra y que "en esta guerra permanente, es más necesaria que nunca".

Carta completa de Raúl y Alfonso

Os escribimos estas líneas para agradeceros vuestro apoyo.

Para nosotros es importante saber que, a pesar de la criminalización y la difamación de la que hemos sido objeto, hay personas que no nos conocen personalmente pero que son capaces de ver con claridad el abuso que hemos sufrido. Como Compañía de títeres venimos practicando desde hace tiempo la solidaridad y el apoyo mutuo con personas y colectivos que han sufrido de cerca la represión. Nuestro espectáculo "La Bruja y Don Cristóbal" hablaba precisamente de eso mismo, y por un cúmulo de casualidades, nos tocó la china. Y aunque haya sido por casualidades, tampoco es una sorpresa. Esta vez ha sido a nosotros, pero antes o después la china toca a todas las que osan cuestionar el sistema depredador en el que nos vemos obligados a vivir. Es tan solo una cuestión de probabilidad.

Nuestro caso tiene de particular algunos factores que han posibilitado que la solidaridad trascienda las redes habituales y se provoque una respuesta social de mayor calado. Entre estos factores se encuentra, sin lugar a dudas, el papel que ha jugado la prensa y hoy, que precisamente celebráis este acto reivindicativo por la libertad de expresión y la libertad de prensa, no queremos desaprovechar la ocasión para trasladaros algunas inquietudes. No somos expertos en comunicación, ni grandes filósofos o intelectuales, así pues disculpad si lo que apuntamos no es todo lo preciso o profundo que se espera. Nosotros somos titiriteros y nuestras palabras vienen desde abajo, de lo que sentimos y de lo que nos ha tocado vivir.

Se suele decir que "la verdad es la primera víctima de una guerra". Hoy, en este mundo global, nos encontramos en guerra permanente. La información abunda pero la verdad escasea. La información es mercancía valiosa, por un lado como bien de consumo y por otro como generadora de opinión, y hasta tal punto está manipulada que la propia información genera desinformación. Nuestro caso ha llenado páginas y portadas en las que la verdad era tan solo un estorbo. Había que taparla para poder explotar algunos elementos que lo convertían en un buen producto: vivas a ETA, Podemos, niños llorando traumatizados, padres salvando la patria, concejales okupas consternadas, monjas violadas...

El oficio de periodista no vive sus mejores momentos. Cada día más, la sociedad lo desprecia y sentimos deciros que no nos extraña. El cuarto poder no está al servicio de la sociedad, sino de otros poderes. Muchos periodistas han olvidado el verdadero sentido de su oficio y han entrado en la lógica de "esto es lo que hay". Sabemos que las condiciones laborales son precarias, que la mayoría de los medios pertenecen a la oligarquía o al propio estado y que el servilismo está mejor recompensado que la práctica del oficio con independencia.

Por eso, queremos agradecer hoy a esa minoría de periodistas, que a pesar de todo, mantienen su dignidad profesional independientemente del medio en el que trabajen. No nos referimos a los que nos defienden, no nos referimos a los que defienden un proyecto político concreto, sino a los que por encima de todo defienden la verdad. Nosotros en nuestra obra también defendíamos la verdad, una verdad de esas que no interesa que se sepa, y sabemos que defenderla no siempre es agradecido, a veces es incluso peligroso, pero para nosotros se trata de una cuestión irrenunciable. Gracias a todas y todos los que estáis por la verdad, porque hoy, en esta guerra permanente, es más necesaria que nunca.

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