El futuro de Cataluña

Censura, falta de pluralidad, mala planificación y doble rasero: los periodistas de TVE denuncian la cobertura informativa sobre Cataluña

El director de los Servicios Informativos de TVE, José Antonio Álvarez Gundín.

El Consejo de Informativos de TVE (CdI) ve como "una cuestión urgente y de pura supervivencia" el cese del director de los Servicios Informativos , José Antonio Álvarez Gundín, y de todo su equipo directivo, a la vez que solicita al Congreso de los Diputados que haga efectiva lo antes posible la modificación de la ley para la elección del director general y los consejeros de la Corporación RTVE. Ambas peticiones se realizan al final de un informe de 72 páginas, en las que este órgano analiza la actuación de los informativos de la cadena entre los días 1 y 8 de octubre, jornadas dominadas por las votaciones en Cataluña, la huelga general en esa comunidad, el discurso del rey, y diversas manifestaciones en Barcelona y resto del Estado. El órgano de representación de la redacción señala múltiples casos de censura, falta de pluralidad en las tertulias y mesas de análisis, improvisación y mala planificación, doble rasero, y minimización de hechos como la jornada de paros. Con todo, el CdI considera que "lo más grave es la renuncia de Televisión Española a ser el referente informativo de una jornada histórica, en un momento crítico y de incuestionable interés periodístico".

Como suele ser habitual, este órgano narra en su informe los hechos sucedidos, recaba respuestas de la dirección y ofrece conclusiones sobre cada una de las actuaciones. En este caso, separa sus análisis de cada una de las jornadas más significativas e, incluso en el caso del día de las votaciones, diferencia el comportamiento de La 1 y el Canal 24 Horas. A continuación resumimos los puntos más significativos:

Día 1 de octubre, Primera Cadena

"Los espectadores de la primera cadena de la televisión pública buscaron sin éxito especiales informativos donde les contaran lo que estaba pasando, en un momento especialmente crítico del proceso soberanista y cuyo interés es incuestionable desde todos los puntos de vista, pero especialmente, desde el periodístico. La cadena principal de TVE renunció a ser referencia el domingo 1 de octubre. En toda la jornada, solo hubo un especial de 12 minutos en La 1 con conexiones en directo para contar lo que estaba pasando en Cataluña. El resto de avances informativos se hicieron para dar opiniones y reacciones políticas, tanto del Gobierno como de la oposición.La envergadura de lo que estaba pasando obligaba a una planificación previa que no existió en toda la jornada. Cortar la programación, en algún caso sin aviso ni presentación previa, es un reflejo del nivel de improvisación al que se llegó ese domingo, y que no es propio del primer grupo de comunicación en España.Los telediarios de ese día vulneraron el Estatuto de Información de la Corporación RTVE y el Manual de Estilo que obliga a identificar las informaciones para garantizar el rigor, al emitir imágenes domésticas o grabadas con móviles sin citar su procedencia.Todas las crónicas de los telediarios del 1-O se elaboraron en la redacción central de Madrid, una decisión incomprensible desde el punto de vista profesional teniendo en cuenta que la información se generaba en Cataluña. Se contó con los periodistas de Sant Cugat para hacer directos de máximo 40 segundos pero se ninguneó al grueso de la redacción que ese día, lógicamente, estaba al completo en el Centro de Sant Cugat. Además de una falta de confianza, la decisión de hacer las piezas en Madrid, a partir de declaraciones a menudo en catalán, provocó errores como el de atribuir al portavoz de la Generalitat unas palabras que no dijo. Una confusión achacable a un error humano por desconocimiento del idioma pero que seguro que no hubiese ocurrido de haberse elaborado la crónica en Cataluña. Este tipo de errores minan la credibilidad de los Informativos de TVE.En el telediario de las 21.00 omite en titulares las imágenes de las cargas policiales, y habla de heridos con imágenes de personas en camillas. Esas imágenes fueron portada en medios de comunicación de todo el mundo y ocultarlas vulnera el principio de veracidad y pluralidad al que está obligada la televisión pública.El principio de veracidad se vulneró también al ocultar que en las manifestaciones contrarias al referéndum hubo ultras y se gritaron consignas preconstitucionales.La obligación de ofrecer una información plural se vulneró claramente por parte de TVE que ofreció en directo en La 1 a lo largo de todo el día las declaraciones de los principales líderes políticos excepto la de uno de los protagonistas de la jornada, el president de la Generalitat. Carles Puigdemont habló a las 22.31 en una comparecencia de incuestionable interés informativo pero que los espectadores de La 1 no pudieron ver en directo ni en La 1 ni en el Canal 24 Horas. TVE, al contrario de lo que hizo durante toda la jornada, no interrumpió la programación que, como documenta este Informe, se vio alterada mañana y tarde ese domingo, para dar en directo a la vicepresidenta, al presidente del gobierno y a los líderes del PSOE y Ciudadanos. Unas opiniones de incuestionable interés pero no mayor que la del president Puigdemont al que se censuró claramente en opinión de este CdI".buscaron sin éxito especiales informativos

una planificación previa que no existió

obliga a identificar las informaciones

una decisión incomprensible desde el punto de vista profesional ninguneó al grueso de la redacción

ocultarlas vulnera el principio de veracidad y pluralidad

se vulneró

no pudieron ver en directo

Canal 24 Horas

"El Canal 24 Horas cubrió básicamente con tertulias la movilización ciudadana que se produjo el 1-O. Así, optando por un formato que primaba la opinión por encima de la información, tuvo como consecuencia una cobertura como mínimo cuestionable teniendo en cuenta la identidad de un canal que se promociona en el mundo como 'Todo Noticias'.Falta de pluralidad en la elección de tertulianos: Ningún analista defiende las tesis independentistas, nadie defiende la necesidad de un referéndum pactado ni se muestra partidario de resolver el problema por la vía del diálogo. De esta manera los responsables editoriales de La Noche en 24 H incumplieron el mandato legal que establece que RTVE deberá 'Facilitar el debate democrático y la libre expresión de opiniones'.Resulta inexplicable desde un punto de vista periodístico que sólo se diera un total de 22 segundos de la comparecencia nocturna de Puigdemont, uno de los protagonistas de la jornada. Injustificable también a nivel profesional silenciar sus críticas al Gobierno. Se incumple así el deber fundamental de los profesionales de la información audiovisual de “ofrecer a la sociedad información de relevancia pública con veracidad, objetividad e imparcialidad”. Se vulnera además uno de los principios deontológicos de obligado cumplimiento 'Contextualizarán las causas y consecuencias de los acontecimientos a través de las opiniones de protagonistas, testigos, expertos y autoridades, con representación de todos los puntos de vista posibles'.En el “buenas noches” el director y presentador del programa afirma que “ha habido desde primera hora pasividad de los Mossos D'Esquadra hasta el punto de que a esta hora de la noche hay seis juzgados de Cataluña que están analizando la actuación del cuerpo policial autonómico de Cataluña”. Al dar por cierto un hecho que a esa hora analizaban los jueces Víctor Arribas incumple uno de los principios deontológicos de obligado cumplimiento de nuestro Estatuto de Información: 'Observar escrupulosamente el principio de presunción de inocencia en las informaciones y opiniones relativas a causas o procedimientos penales en curso'.

Falta de pluralidad en la elección de tertulianos

Se vulnera además uno de los principios deontológicos

incumple uno de los principios deontológicos de obligado cumplimiento

Día 3: Mensaje del rey y paros en Cataluña

"El Consejo de Informativos no tiene nada que objetar, sino todo lo contrario, ante una cobertura especial del discurso del Jefe de Estado, por relevancia, y que por esa misma razón se ha de ofrecer a los espectadores de la televisión pública tanto un análisis de sus palabras como las reacciones políticas que le sucedan. El CdI rechaza que, dentro de esas reacciones, no se refleje ningún tipo de opinión nacionalista o independentista, cuando queda demostrado que las hubo y que –aún en el caso de que no las hubiese habido–, algo al respecto se podría haber contado desde Cataluña, especialmente en un día tan convulso. Se ha incumplido, así, una de las obligaciones básicas a las que están sujetos los profesionales de la información: facilitar el debate democrático y la libre expresión de las opiniones.El TD2 de ese día tampoco cumplió con esas obligaciones a la hora de informar de un hecho muy concreto: la jornada de huelga convocada en Cataluña. El Estatuto de Información dicta, desde su Preámbulo, que 'La radio y la televisión estatales se rigen por el rigor, la independencia, neutralidad y objetividad'. Los dos directos, las dos crónicas sobre la huelga apoyada por la Generalitat y la reacción añadida dan como resultado un bloque en el que predomina la parcialidad, se da la confusión y no hay equilibrio. Reducida a unos minutos, la contextualización así como el impacto de una jornada muy complicada en Cataluña fueron minimizados. Por tanto, consideramos que no sólo hubo criterios “exclusivamente profesionales” a la hora de elaborar el minutado del TD2 del martes 3 de octubreno se refleje ningún tipo de opinión nacionalista o independentista

un bloque en el que predomina la parcialidad.

Día 4. Discurso de Puigdemont

"Denunciamos que al mensaje del president de la Generalitat no se le prestara la atención que merecía en un momento de crisis política tan grave. Discrepamos con la editora del TD2 cuando afirma que el discurso del president de la Generalitat “se ajustó a lo que era”. Era algo más: una respuesta institucional y una nueva declaración de intenciones. Por tanto, no primaron únicamente los criterios profesionales. No hubo rastro de esa neutralidad que marca el Estatuto de Información. Aparte, la configuración del minutado contribuyó a dificultar la comprensión y a infravalorar el mensaje del máximo representante de la Generalitat de Cataluña y de quien representa a día de hoy la opinión de una parte importante de la sociedad catalana. Conocer, con horas de antelación, la emisión de dicho mensaje debe evitar la improvisación en la medida de lo posible y da la impresión de que se estuviera improvisando. En los espacios de actualidad RTVE está obligada a contar lo último, contrastado y de interés público, que haya llegado a nuestro conocimiento sobre cualquier noticia relevante. Por tanto, al igual que se van añadiendo las declaraciones tanto de la vicepresidenta como del PSOE en respuesta a Puigdemont, quizás se podría haber ofrecido una información más detallada y analizada de lo que ya había dicho esa noche el president de la Generalitat.Quizás todas estas conclusiones se pueden resumir en el simple hecho y la clara obligación de TVE de contar lo que ocurre en el instante en el que se está produciendo. No se trata de menospreciar las posibles repercusiones económicas que ese día ya comenzaban a vislumbrarse y con las que se inició el desarrollo del TD2 del miércoles 4 de octubre. No puede servir como excusa que “en cuestión de tan sólo horas esa situación (en la Bolsa) desencadenó el traslado de las sedes sociales de CaixaBank y Sabadell”. Por el momento, aún nadie es capaz de analizar el acierto o no de una información en función de las consecuencias futuras que vayan a tener".se ajustó a lo que eraNo hubo rastro de esa neutralidad que marca el Estatuto de Información

contar lo que ocurre en el instante en el que se está produciendo

Manifestaciones de los días 7 y 8

"El Consejo de Informativos considera que el sábado 7 de octubre se faltó a la obligación que impone la Ley en lo referente a "garantizar la información objetiva, veraz y plural". Sin juzgar intenciones, para este Consejo abrir el avance informativo y los dos telediarios con una manifestación en Madrid que no era la única, y ni siquiera tenía una magnitud especialmente sobresaliente sobre otra que se desarrollaba muy cerca, y darle un tratamiento superior tanto en tiempo como en forma, sólo puede responder a una mala práctica profesional. Conclusión que se ve reforzada por la no difusión de imágenes que informaran sobre la magnitud de la concentración que tuvo lugar en la plaza de Cibeles. Fuera intencionado o no, el hecho es que los espectadores no pudieron hacerse su propia idea de lo que había ocurrido frente al ayuntamiento de Madrid en base a las imágenes que se les ofrecieron. El relato, además, estuvo repleto de adjetivos y magnificaciones cuando se refería a la manifestación de la plaza de Colón, mientras que en el caso de la concentración de Cibeles se informó a nivel textual con la distancia correcta.En cuanto a la cobertura de la manifestación del 8 de octubre, para este Consejo se realizó un despliegue suficiente con la intención de trasladar a los espectadores la información necesaria sobre lo que ocurrió en las calles de Barcelona. El CdI no puede, sin embargo, dejar de señalar que una semana antes se había incumplido gravemente con la obligación legal de informar a los ciudadanos que tiene la televisión pública. Lamentamos profundamente que el director de los Servicios Informativos no haya querido contestar a las preguntas que le envió este Consejo para que pudiera explicar qué razones profesionales justifican poner en marcha, o no, un operativo especial informativo sobre acontecimientos especiales comolos que tuvieron lugar el 1 o el 8 de octubre".garantizar la información objetiva, veraz y plural"repleto de adjetivos y magnificaciones

se había incumplido gravemente con la obligación legal de informar a los ciudadanos

Consideraciones finales

En las consideraciones finales, el órgano de representación resalta que "ha descrito una acumulación de malas prácticas profesionales que no tiene equivalente en la historia reciente de la televisión pública". Durante las emisiones analizadas, se subraya,"se producen repetidas vulneraciones de los códigos deontológicos y las normas que rigen el funcionamiento de TVE y el trabajo de los profesionales de los Servicios Informativos":

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  • Censura de imágenes y de hechos noticiables, como las cargas de la policía contra los votantes o el número de heridos, especialmente en el Canal 24 Horas.
  • Censura de comparecencias y declaraciones en directo, tales como el discurso del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, o las declaraciones de Oriol Junqueras y Ada Colau en el Canal 24 Horas.
  • Falta de pluralidad en las tertulias y mesas de análisis, en las que se produce la omisión intencionada de las tesis independentistas, nacionalistas o que reclaman una solución pactada al conflicto.
  • Censura de la opinión de los ciudadanos, tanto en las votaciones como en las manifestaciones independentistas, despersonalizando estas opciones, que nunca tienen voz ni rostro en los telediarios.
  • Utilización de imágenes sin confirmar la procedencia o su veracidad.
  • Improvisación y mala planificación, con reiteradas interrupciones de la programación de tarde en La 1.
  • Desconfianza en la redacción del Centro Territorial de Cataluña.
  • Errores en la elaboración de noticias que minan la credibilidad de la cadena.
  • Doble rasero en la valoración de los acontecimientos, como las manifestaciones del 7 y el 8 de octubre.
  • Minimización de acontecimientos relevantes, como la jornada de paros del día 3.
  • Descontextualización, parcialidad, confusión, desequilibrio...

Pero sin duda, lo más grave, a juicio del Consejo de Informativos, es "la renuncia de Televisión Española a ser el referente informativo de una jornada histórica, en un momento crítico y de incuestionable interés periodístico. Difícilmente un medio público puede cumplir su cometido de servicio a los ciudadanos si de antemano desatiende su función primordial de informar con independencia, neutralidad, pluralismo, imparcialidad y rigor, como establece la Ley de la Radio y la Televisión de Titularidad Estatal".

Por ello, el Consejo de Informativos exige el cese del director de los Servicios Informativos de TVE, José Antonio Álvarez Gundín, y de todo su equipo directivo, a la vez que solicita al Congreso de los Diputados que haga efectiva lo antes posible la modificación de la ley aprobada el 29 de septiembre de 2017 para la elección del Director General y los Consejeros de la Corporación RTVE. "Una cuestión urgente y de pura supervivencia", concluye el informe.

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