Ser
youtuber será más complicado a partir de ahora. Según informa un
comunicado lanzado por la plataforma de vídeo propiedad de Google, para participar en el Programa para
Partners de YouTube, será necesario que los
nuevos canales tenga un mínimo de mil suscriptores y 4.000 horas de visionado en el último año. Supone un incremento radical ya que, hasta ahora, sólo exigía un mínimo de 10.000 visitas.
Este cambio que afecta a la monetización de los canales busca centrarse en la
fidelización de la audiencia y el comportamiento del creador, dejando al margen el requisito de las visitas. Tal y como explican en el comunicado firmado por Neal Mohan, director de Producto, y Robert Kyncl, director de Negocios, el enfoque principal para este nuevo año es "proteger nuestro ecosistema" y "garantizar que los ingresos sean más estables". Según la compañía, estos nuevos umbrales permitirán mejorar "significamente" su capacidad de "identificar creadores que contribuyan positivamente a la comunidad y ayudar a impulsar más ingresos publicitarios para ellos (y lejos de los malos actores)" y también les ayudarán a "evitar la monetización de vídeos potencialmente inapropiados, lo que puede perjudicar a los ingresos para todos".
Gracias al
Programa para Partners de YouTube, los
youtubers pueden
ganar dinero con su contenido en la plataforma al obtener ingresos con los anuncios que se muestran en sus vídeos. Según explican desde la plataforma, formar parte de este programa permite a los creadores de vídeos acceder a ciertas características como "pantallas finales y tarjetas que enlazan a sitios web asociados,
crowdfunding o sitios de
merchandising".
Aunque los canales afectados por esta nueva política son muchos, según los datos que ofrece YouTube,
sólo el 1% de los afectados lograron facturar más de 100 dólares durante los últimos doce meses. Además, el 90% solo ganaron 2,5 dólares en el último mes. "Cualquiera de los canales que ya no cumplan con el nuevo límite recibirá lo que ya ganó según nuestras políticas de AdSense", explica en el comunicado la compañía que apunta que este compromiso es "necesario para proteger a nuestra comunidad".
Será
a partir del 20 de febrero cuando estas nuevas exigencias se trasladen a todos los canales que participan de este programa. Primero se pondrá en marcha en Estados Unidos. Al resto de países, con presencia en Google Preferred –el programa
premium que utilizan los anunciantes para colocar su publicidad en los canales más populares–, estas novedades llegarán a finales del mes de marzo.
La nueva monetización de canales no es la única novedad:
también se revisarán manual e independientemente los vídeos que quieran formar parte de Google Preferred y se introducirán
modificaciones relacionadas con la transparencia. La plataforma de vídeos de Google introducirá un sistema de idoneidad de tres niveles para los anunciantes, que podrán expresar cuáles son los lugares que consideran más apropiados para su marca.
Las polémicas de YouTube
"Confiamos en que
los pasos que estamos tomando hoy ayudarán a proteger y hacer crecer a nuestra comunidad inspiradora en el futuro", concluye YouTube en su comunicado. Y es que estos cambios llegan después de unos meses en los que la plataforma de vídeo ha visto como su nombre se veía envuelto en polémicas.
Primero fue el
problema con YouTube Kids. Presentado a inicios de 2015 como una forma para que los niños pudieran navegar seguros por YouTube, en noviembre de 2017 la propia plataforma advertía que la automatización del servicio había provocado que aparecieran vídeos poco adecuados para los más pequeños. Anunciaba, según recoge el
blog Genbeta, entonces la incorporación de un equipo de humanos para que revisaran los vídeos marcados para niños y otro de moderadores voluntarios para buscar contenido inapropiado.
La polémica no terminaba con el inicio del año. A principios de este 2018, el famoso
youtuber,
Logan Paul, tuvo que pedir perdón tras publicar un vídeo, que terminó retirando, de un hombre ahorcado en Japón. El hecho de que fuera el propio Logan Paul, y no la plataforma, el que terminara quitando el vídeo tras la ola de protestas en las redes sociales volvió a poner en el punto de mira a YouTube.
Podrían empezar por desterrar los canales que predican la cultura de la violación o los racistas.
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