El fénomeno de los 'youtubers'

De Andorra al capitalismo salvaje: así favorece Youtube el discurso neoliberal en su plataforma

Un usuario viendo YouTube en una tablet.

“La España que vive de su dinero frente a la España que vive del dinero ajeno”. “El político genera clientelismo con el dinero del autónomo”. “A ti te interesa más tener a tres ingresos mínimos vitales que te vayan a votar a ti, que tener un autónomo que te vote. Te salen las cuentas”. Ya hace más de un mes de la polémica sobre los youtubers que se fueron a Andorra. Redes, platós y debates rápidamente se llenaron con opiniones en favor o en contra de la movilidad fiscal. Sin embargo, dentro de todo el ruido, surgen voces en plataformas como Youtube que apuestan por un discurso más radical, y que abogan por un capitalismo salvaje y el adelgazamiento del Estado de derecho.

Youtubers como Roma Gallardo, Jordi Wild o Wall Street Wolwerine protagonizaban un debate junto a Ikér Jimenez en el que, con el fondo puesto en El Rubius, se daba altavoz a un mensaje más radical que tiene como base la desafección política.

El propio Roma Gallardo, durante una intervención, destacaba cómo la mayoría de canales de política en la plataforma son de derechas. “Tienden a favorecer más el discurso de Vox. No digo que sean de Vox, pero sí que tienden más a su discurso. Eso es un hecho”.

El mito del hombre hecho a sí mismo

“Nuestra libertad les duele demasiado”. Con estas palabras David Cánovas Martínez, conocido en redes como TheGrefg, defendía la decisión de ElRubius de mudarse a Andorra, la mecha que enciende el debate en los medios sobre estas figuras y su responsabilidad social. 

Javier de Rivera, Profesor de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid e Investigador de medios digitales, analiza en conversación con infoLibre el perfil de estos creadores de contenidos, y las razones detrás de estos discursos: “Si desde jóvenes esta gente está desarrollando su labor en internet sin tener una razón específica, su ethos profesional, su forma de pensar su profesión y su vida laboral no está basada en una ética profesional previa, sino que simplemente es generar contenidos de forma autodidacta”, argumenta.

“Su forma de ver la economía y el mundo laboral es muy limitada porque prácticamente su única formación profesional es dedicarse a hacer lo que les ha gustado. Sin tener ninguna formación cultural previa, de repente son personas que se ven con unos grandes ingresos. En ese sentido es normal que se vean asimilados a todas estas lógicas neoliberales” incide De Rivera.

Durante la intervención de Cánovas en El Hormiguero, el youtuber defendía así la movilidad por motivos fiscales a Andorra, lugar donde reside desde hace cuatro años “incentivado por un motivo fiscal, económico”. “Cada uno tiene la libertad de tributar donde quiera. Cada día el trabajo está más descentralizado, y puede hacer el trabajo desde cualquier parte del mundo. Y esta persona se va a mudar donde tenga mejores condiciones económicas o fiscales, donde tenga mejor ambiente o donde le guste”.

Una visión que se suma a la de otras figuras, como la del streamer Lolito, que justificaba su decisión argumentando que “España me ha dado muy poco”. Un discurso que pone en entredicho la necesidad de la tributación para el correcto funcionamiento de un Estado de Derecho, y del que se vislumbra cierta retórica neoliberal.

Una filosofía que en parte se ve determinada por la relación que establecen los creadores de contenido con la plataforma, y que se traslada a su entorno. “Esto es un caldo de cultivo para que los youtubers piensen que la vida es eso. ¿Qué han recibido ellos de la sociedad? Nada. Ellos han subido vídeos, han competido por la audiencia, y han ganado. Es el me he hecho a mí mismo, es natural. Tratan la plataforma como un medio natural. Yo subo contenido, y he tenido éxito por mi propio valor”, detalla el sociólogo.

Pero esta forma de entender la vida laboral no es el único factor a la hora de desarrollar este discurso. Y es que la plataforma parte de una mentalidad centrada en el consumo individualizado y la competencia salvaje por la audiencia. Factores que moldean el sistema mediante el cual los creadores de contenido pueden llegar a desarrollarse, y que determina la forma en la que se relacionan con el medio, enmarcada dentro de estas dinámicas capitalistas.

Susana Pérez Soler, periodista y doctora en Comunicación Digital, coincide en el análisis. “Yo siempre digo que los influencers al final son las personas que mejor han encajado en el molde de determinada plataforma. Y en Youtube, dentro de esa excelencia, eres la excelencia del capitalismo”, añade. “Son plataformas altamente competitivas. Para convertirte en influencer tienes que ser el más despiadado, estar todo el rato pendiente de la plataforma. Es el liberalismo en estado puro, por mucho que lo pintemos de videojuegos o de otros discursos”.

“El propio Rubius ha tenido que dejar durante temporadas su trabajo por crisis de ansiedad, depresión, relacionadas con el trabajo. Vive 24 horas pendiente de eso. Si no está creando, está editando, o haciendo campañas de sus vídeos. No hace nada más, y eso le genera una ansiedad brutal”, incide. “Los influencers no pueden bajar de un número determinado de visitas, porque si no pierden contratos con marcas. No me extraña que tengan esta visión más liberal y este discurso de que se han hecho ellos mismos. Porque realmente es así”.

La responsabilidad social

El arqueólogo, divulgador y youtuber Mikel Herrán, –conocido en redes como Puto Mikel– apunta que, más allá de los propios mecanismos que establece la plataforma, se dan otras circunstancias que han dado pie a este fénomeno. “Creo que lo que pasó con ElRubius lo que hizo fue abrir un debate que debería llevar tiempo discutiéndose, que al final fue el resultado de unas circunstancias que llevan mucho tiempo planteándose”.

“Es cierto que en Youtube se crea un clima que por la propia plataforma idealiza al individuo. Genera un culto a la personalidad”, incide el creador de contenido. “Pero en nuestra sociedad esto viene de mucho antes, aunque el clima de las redes sociales ha podido incentivarlo. Consideramos que estamos frente a la pantalla por mérito propio y nuestra genialidad, dentro de ese ensalzamiento del ídolo, del hombre hecho a sí mismo. Sin considerar todas las circunstancias que lo rodean ni los privilegios que nos han permitido ponernos delante de una cámara”, apunta.

Pero esa figura del hombre hecho a sí mismo contrasta con la actitud de ciertas figuras que, al ser señaladas por su decisión, han tomado una posición totalmente defensiva, que incide en el debate sobre la responsabilidad social de estos creadores ante su joven audiencia. “Con este tipo de fama vienen ciertas cargas que no consideramos al principio. Y pensar que tus decisiones y comportamientos le deben algo a alguien, obviamente es una cosa difícil de aceptar”, apunta Mikel. “Yo puedo incluso empatizar hasta cierto punto con esa visión, el yo no he pedido ser modelo de nadie. Pero al final lo eres, tus acciones y decisiones a nivel personal tienen cierta repercusión”.

Y es que, según apunta, estas posiciones contrastan con la apariencia políticamente aséptica que muestran los grandes youtubers y streamers en sus contenidos, evitando de este modo fragmentar a su audiencia potencial. Una faceta comunicativa que ha sido continuamente disimulada, y que en el caso de Andorra choca de frente contra esa supuesta neutralidad ideológica. “Esta fachada de irresponsabilidad, de lo que digo es simplemente entretenimiento y no tiene ningún tipo de carga política, al final obviamente se deshace porque el silencio también es una forma de política. Estás tomando un posicionamiento en base a no posicionarte. Realmente estás siendo político a través de la omisión. Y eso mucha gente no lo quiere ver o no lo acepta, porque te inmoviliza”, apunta Mikel.

El algoritmo, el gran problema

Pero frente a esta posición a priori más neutral o a favor de la movilidad a Andorra, han surgido otras figuras de la plataforma que han empleado este debate para transmitir y legitimar una postura mucho más radical, a través de un diálogo que aboga abiertamente por ideas que oscilan desde "los impuestos son un robo” a una defensa activa del adelgazamiento del Estado y la desregulación económica, utilizando de ariete el “despilfarro” que suponen ministerios como el de Igualdad o un supuesto exceso de 300.000 cargos públicos frente a otros países como Alemania.

Mensajes fake reproducidos en otros medios y portales de la derecha, y que cuentan con una gran gran base de seguidores en estas redes, con cientos de miles de suscriptores por canal. Unas cifras que contrastan con una aparente falta de espacio de contenidos de izquierda en esta plataforma.

“Creo que sí que hay más contenidos de derecha en Youtube”, apunta Mikel. “No por una teoría de la conspiración, pero sí porque la derecha fue más rápida en utilizar las redes sociales. Pasó más en Estados Unidos, pero en España también empezó con contenidos de derechas o en contra de las políticas identitarias”, sostiene. “Esta gente ha tenido un crecimiento más o menos rápido, porque al tener una base ya asentada, el algoritmo puede recomendarlos. Entonces tienden a crecer más”.

La polémica sobre qué tipo de contenidos políticos favorece Youtube no es nueva. La plataforma ha sido ampliamente criticada por el colectivo LGBTI, ya que Google marcaba sus contenidos en la mayoría de ocasiones como adultos o explícitos, limitando su difusión y monetización, frente a contenidos al otro lado del espectro que han contado con menos restricciones.

Diferentes estudios muestran que el algoritmo de Youtube es clave para el crecimiento de las comunidades de la Alt-Right o derecha alternativa en la plataforma, convirtiéndola en un nicho para la radicalización. Rivera incide en cómo la propia plataforma favorece la exposición a estos discursos. “Youtube tiene un elemento de radicalización por sí misma, porque al ofrecer más contenidos relacionados con lo que ya estás viendo, lo que hace es que profundiza en tu hábitat. Siempre va incentivando tu gusto. No busca que tengas unos gustos variados”.

Pérez incide en el fenómeno burbuja que surge a partir de estos mecanismos de recomendación. “Tú en internet al final no estás viendo el panorama de la realidad. Estás en una burbuja en función del contenido que has consumido previamente, y de tus creencias previas”, añade. “En cualquier plataforma, si dos personas hacen la misma búsqueda, no verán lo mismo, sino que verán cosas distintas en función de criterios previos. Los anglosajones denominan a este fenómeno Rabbit Hole, madriguera de conejo. A medida que vas viendo vídeos, vas profundizando en contenidos más radicales”.

Estos mecanismos que favorecen la radicalización, junto al resurgir de movimientos políticos más extremos en detrimento de otras ideologías, han levantado el debate sobre la neutralidad en la red, en especial de los algoritmos que promueven este contenido. Es el caso de Youtube, donde impera el libre mercado de contenidos que compiten por captar la mayor cantidad de visitantes, frente a otros mecanismos reguladores que velen y supervisen los vídeos de la plataforma.

De Rivera entra en detalle sobre el funcionamiento de ese sistema. “Youtube tiene un algoritmo de recomendación, que como todos los algoritmos de redes sociales, lo que busca es ampliar el engagementengagement, hacer que el usuario esté lo más posible en la plataforma”.

Y es que la opacidad de este sistema supone el centro del debate sobre el papel que juegan las tecnologías a la hora de generar diferentes climas políticos, como demuestra el peso de las redes sociales en el asalto al Capitolio estadounidense del pasado 6 de enero.

“Este sistema es difícil, y su búsqueda es ampliar beneficios”, apunta De Rivera, que incide en la opacidad de estos algoritmos para conocer qué criterios emplea para favorecer un tipo de contenido u otro. “El hecho de que sean privados no permite auditarlos. Entonces eso da pie a muchas denuncias que parecen malintencionadas, que hay un interés detrás. Si no hay transparencia, no sabes lo que están haciendo y si el algoritmo tiene órdenes explícitas en un sentido u otro”.

Peréz comparte el análisis e incide también en la necesidad de una tecnología transparente. “Hay un montón de artículos que demuestran que los contenidos que promueven las redes son radicales, y eso tiene una relación directa con la polarización de las sociedades. Ahora tenemos una ventana de oportunidad, después del ataque al Capitolio, de poder exigir responsabilidad a estas empresas tecnológicas. Que moderen esos contenidos y que no permitan que circulen. Tenemos que exigir que sean transparentes con los algoritmos”.

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Sin embargo, la experta descarta, ante la falta de datos, que Youtube quiera favorecer una agenda política concreta. “No me atrevo a entrar en el debate. No considero que las plataformas tecnológicas sean transparentes con sus contenidos, por lo que es difícil discernir si tienen tendencia tecnológica hacia un lado o hacia el otro. Hemos visto momentos que cojeaba de un lado y otros del otro. Con la poca información que dan, diría que no”, apunta la profesora, que incide en que esta radicalización se puede dar en ambas direcciones.

Herrán también descarta que la plataforma intente censurar de forma activa ciertos discursos, y apunta que esta radicalización también podría darse hacia el espectro de la izquierda. “El algoritmo funciona en ambos sentidos. Pero son empresas que buscan el beneficio, y no ven como favorecedora la distribución de ciertos contenidos porque los consideran peligrosos para sus propios beneficios, sobre todo si eres más radical o activo políticamente, como ser anticapitalista. Eso no quiere decir que haya una censura activa, pero el lenguaje es más limitado o cuentan con otras formas de apoyo, como Patreon”.

Pero el youtuber cree que ese desequilibrio político inicial poco a poco se va a ir compensando. “Recientemente veo más youtubers que son más activamente políticos en la izquierda. Es una tendencia que está cambiando. Estamos en un momento en el que no se puede evaluar cómo va a ser, pero sí que hay posibilidades de que esté más equilibrado en un futuro”, concluye.

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