Redes sociales

Instagram rectifica tras censurar el pezón de Almodóvar y confundir arte con pornografía

Primer cartel de 'Madres paralelas' de Almodóvar, que se estrenará en España el 10 de septiembre.
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Instagram ha vuelto a sus andadas censoras con el pecho femenino. En esta ocasión, a la red social propiedad del imperio Facebook no le tembló la mano al suprimir inicialmente el cartel de Madres Paralelas, la última película de Pedro Almodóvar que se estrenará en España el próximo 10 septiembre. ¿La razón? El poster lo protagoniza un pezón con una gota de leche en blanco y negro sobre un fondo en rojo. En concreto, la plataforma borró el lunes la publicación que realizó su autor, Javier Jaén, en su cuenta personal. La sorpresa llegaba horas después cuando la propia productora, El Deseo, y algunas de las protagonistas, como las actrices Penélope Cruz o Aitana Sánchez-Gijón, la compartieron sin problema. 

Ni 48 horas después, la tecnológica propiedad de Mark Zuckerberg se puso en contacto con Javier Jaén para pedirle disculpas por lo sucedido. "Cuando lo publiqué, al rato me borraron la publicación. Pero lo volví a colgar y me llegó un mensaje de Instagram diciéndome que tenía que borrar ese contenido porque me iban a eliminar la cuenta, un mensaje sin ningún tipo de contacto al que escribir o llamar para contar mi versión. Pero, este miércoles me han llamado y se han disculpado", explica el diseñador en conversación con infoLibre.

Un portavoz de la empresa admite a este periódico que "inicialmente" se eliminaron varias publicaciones del cartel "por romper nuestras reglas contra la desnudez". No obstante, explica, la plataforma hace "excepciones para permitir la desnudez en determinadas circunstancias, lo que incluye cuando existe un contexto artístico claro". "Por lo tanto, hemos restaurado las publicaciones que comparten el póster de la película de Almodóvar en Instagram, y lamentamos mucho la confusión causada", apunta.

"Me cuesta entender qué hay de polémico en algo que probablemente fue lo primero que vi yo y mucha gente al nacer. Es todo muy raro", asegura Javier Jaén, abrumado por la respuesta positiva en torno al cartel de Madres Paralelas. El diseñador cuenta que cuando planteó este diseño con el pezón con la gota de leche se planteó que podía ser censurado. "Salió este punto y no se toma ni como algo positivo ni como una estrategia de marketing. El hecho de que no se pudiese compartir en Instagram era un problema. Pero, tras esa reunión, me llamó Pedro y me dijo que lo importante era trabajar con libertad artística", reconoce.

"La autocensura es peligrosa", admite, y apunta que "se ha puesto sobre la mesa un debate que ya estaba abierto sobre quién decide lo que es legal o no". Jaén también deja claro que "el asunto sería diferente" si no hubiese sido una película de Almodóvar: "No sé qué hubiese pasado. Hablo desde una posición privilegiada porque hay a muchas personas a las que Instagram les está diciendo que su cuerpo está mal cuando lo único que quieren es, por ejemplo, echarse una foto en la playa".

Para cualquier persona que conozca mínimamente las interioridades de la plataforma por antonomasia del postureo lo sucedido no le ha pillado por sorpresa. En España, por ejemplo, Facebook censuró en 2018 la mítica portada de Marisol desnuda en Interviú que recuperó el suplemento Papel de El Mundo tras anunciarse el cierre de la revista. Asimismo, el movimiento Free The Nipple Free The Nipple(Libera los pezones, en español) defiende desde hace años la exposición del pecho en redes sociales como Instagram y critica la diferenciación entre el masculino y el femenino: si es el pezón de un hombre no pasa nada, mientras que si es de una mujer, se censura. La causa tiene partidarias famosas como las modelos Cara Delevigne o Naomi Campbell y las cantantes Rihanna o Miley Cyrus, que explicó en su cuenta de Twitter en 2013 que no era una cuestión de mostrar "tus tetas" sino de "igualdad".

Sólo afecta a "pezones femeninos al descubierto"

Esta censura responde a su política de desnudez recogida en las normas comunitarias de Facebook: "Limitamos la exhibición de desnudos o actividad sexual para proteger a determinadas personas de nuestra comunidad que muestren una especial sensibilidad ante este tipo de contenido". Por ello, la compañía establece que no se puede publicar imágenes de "desnudos reales de adultos" que contengan "genitales a la vista", "ano visible o primeros planos de nalgas totalmente al descubierto" o "pezones femeninos al descubierto".

Sí, explícitamente cita a los pezones femeninos, pero nunca de los masculinos. "Si fuese un pezón masculino sería como si no existiese para la red social. Y, en la mayor parte de los casos, da igual que sea una obra artística. Por ejemplo, a mí me censuraron una publicación en la que salían los pezones de un vídeo de una exposición al que le saque una foto", explica Raquel Herrera, profesora de Estudios de Ciencias de la Información y de Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). "Hay machismo en esta regla de Instagram", apunta Javier Jaén, que asegura que es el mismo que hay en nuestra sociedad: "Entender que este tipo de imágenes pueden ser pornográficas es caduco. Y cuando viajas por ahí aún es peor: en algunos países para amamantar a tu hijo te tienes que esconder. Espero que este debate pueda ayudar".

Sobre la censura que afecta al pecho de las mujeres, la red social matiza que hay excepciones: "El contexto de la lactancia, un parto o los momentos posteriores, situaciones relacionadas con la salud (por ejemplo, después de una mastectomía, para concienciar sobre el cáncer de mama o en relación con cirugías de confirmación de sexo) o como acto de protesta". Desde la plataforma, también matizan que estas reglas han evolucionado y se han matizado a lo largo del tiempo debido a que se han creado para una comunidad global que tiene sensibilidades diferentes ante este tipo de contenidos.

Raquel Herrera es clara sobre la postura de Instagram con respecto a la diferenciación en el género de los pezones: "Se criminaliza al cuerpo femenino". Asimismo, señala que detrás de esta censura hay un "machismo" que esconde el "puritarismo" que reina en EEUU, cuna del imperio tecnológico de Facebook. "Es un machismo que incluye una visión patriarcal", expone Herrera, que duda que este cartel vaya a ser el usado al otro lado del Atlántico ya que "allí" no se ven "pezones".

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Más permisivos con el contenido violento que con el sexual

Además, esta profesora destaca la "caja negra" que son estas plataformas debido a que no sabemos "cómo funcionan". "El algoritmo es una mezcla entre la detección automática y los moderadores", admite Herrera, que explica que un usuario en Instagram puede denunciar este tipo de publicaciones o reclamar cuando le borran este tipo de imágenes. "Pero no se sabe ni cuántas denuncias ni cuantas reclamaciones debe haber para o bien eliminar o bien recuperar el post", reconoce la experta.

En cambio, Herrera señala que a las redes sociales, las de la esfera de Facebook pero también Twitter, les cuesta menos eliminar contenido sexual que el que muestra escenas violentas. "Son más permisivos con, por ejemplo, el maltrato animal que con un pezón", apunta esta experta de la UOC.

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