Médicos franceses tienden la mano a la eutanasia

La institución que representa a los médicos franceses, el Consejo Nacional de la Orden de Médicos, ha anunciado este jueves en un comunicado que apoyan la legalización del uso de fármacos para acelerar la muerte de enfermos terminales, aunque ha precisado que bajo una serie de condiciones estrictas y "excepcionales". La Orden evita utilizar el término de eutanasia y en el texto hace referencia principalmente a un proceso de "sedación adaptada, profunda y terminal". La organización, invocando el "deber humanitario", indica que "la ayuda a morir" puede ser una respuesta ante "agonías prolongadas" o dolores "incontrolables" ante los que actualmente no se da ninguna respuesta.

Los médicos señalan que la ley de 2005, aprobada para aplicar cuidados paliativos en caso de que el paciente o familiar dé su autorización, es "insuficiente" ya que "no ofrece ninguna solución a algunas enfermedades prolongadas o para dolores psicológicos o físicos que, a pesar de los tratamientos, son incontrolables". Sin embargo, la Orden afirma que para aplicar esa sedación terminal se deben cumplir varios requisitos, como que los tratamientos posibles no hayan dado resultados y que no hay ninguna posibilidad de que el enfermo se cure.

Pero además, la asociación ha pedido que en caso de que se acepte la sedación terminal sea en circunstancias "excepcionales", después de que el enfermo haya contestado a "preguntas persistentes, lúcidas y reiterativas" y que varios facultativos participen de dicha decisión.

El presidente francés, François Hollande, avanzó en su campaña electoral para los comicios presidenciales de 2012 que aprobaría una ley para garantizar la muerte digna de pacientes terminales. El pasado diciembre, el mandatario recibió un informe de la comisión de ética convocada en julio para realizar recomendaciones de cara a una futura legislación de las sedaciones terminales.

Hollande anunció entonces que para junio de este año su Gobierno presentaría una ley de suicidio asistido para que fuese debatida en el Parlamento, aunque precisó que existían algunas dificultades para comenzar a aplicar una futura norma, debido a al falta de tratamiento de la cuestión en las facultades de Medicina.