Conflicto palestino-israelí

Multan a Air France por no dejar volar a una activista pro palestina

infolibre

Un tribunal francés ha declarado culpable a la aerolínea Air France de discriminación por impedir que una activista pro palestina embarcara en uno de sus vuelos a Tel Aviv por no ser judía. La compañía tendrá que pagar una multa de 13.000 euros por daños y perjuicios.

El incidente tuvo lugar en el marco de la campaña de la 'flytilla' en abril de 2012, cuando unos 1.500 activistas pro palestinos intentaron llegar a Israel y viajar a Cisjordania para mostrar su respaldo a la población palestina. La activista Horia Ankour, de 30 años de edad, embarcó en Niza con destino a Tel Aviv, pero antes de que el avión despegara fue interrogada sobre su nacionalidad y creencias religiosas. Al contestar que no era israelí ni judía, fue expulsada del avión por uno de los miembros de la tripulación.

De los activistas que consiguieron llegar hasta Oriente Próximo durante el pasado abril, unos cincuenta fueron detenidos y reportados a sus países de origen. Entre ellos había dos españoles: se encontraban Julio Rodríguez, cercano a colectivos de(Izquierda Unida) y Teresa Salas, de la ONG 'Paz y Ahora'.

Air France ha argumentado que su nombre figuraba en una lista de "personas no deseadas" facilitada por las autoridades israelíes a varias aerolíneas para impedir su embarco en los vuelos y ha anunciado que apelará la sentencia, según ha informado la cadena de televisión británica BBC.

El Ministerio de Interior de Israel envió entonces una carta a las compañías aéreas en la que afirmó que "a la luz de los comentarios por parte de activistas radicales pro palestinos, en los que han dicho que pretenden llegar en vuelos comerciales desde el extranjero con la finalidad de alterar la paz y enfrentarse a las fuerzas de seguridad en el aeropuerto de Ben Gurion y otros puntos de fricción, se ha decidido prohibir su entrada, de acuerdo a la Ley de Entrada a Israel".

Estas afirmaciones por parte del Ejecutivo israelí contradijeron todos los comunicados oficiales emitidos hasta el momento por la organización que convocó los actos reivindicativos. Los activistas europeos publicaron un documento en el que dijeron que iban a contar con la presencia de periodistas para mostrar que no tenían intenciones violentas y que su destino era Cisjordania, no Israel. Asimismo, señalaron que ya habían alquilado un autobús israelí para llegar hasta Belén y mostraron su deseo de ser escoltados por la Policía de Israel para probar que no tienen intención de llegar a ninguna otra localidad. "Somos activistas en ruta hacia Cisjordania como cualquier otro turista, con un mensaje, para pedir que se ponga fin a la ocupación y que se garanticen los derechos de los ciudadanos palestinos en los Territorios Ocupados", subrayó el comunicado de la organización.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, criticó abiertamente la campaña y recomendó a los participantes que centrasen su atención en lugares como Siria –inmersa en un conflicto armado– o la Franja de Gaza –bajo control del movimiento islamista Hamás, enemigo de Israel– en lugar de protestar contra "la única democracia de la región". "Si quieren supervisar el tema de los derechos humanos, que vayan a Siria. Quizás puedan detener la matanza de miles de inocentes. Que vayan a Irán a impedir la lapidación de las mujeres. Que vayan a Gaza e impidan que los niños sean convertidos en escudos humanos", declaró el primer ministro. "Tras este viaje educativo, que vengan a Israel a contarnos lo que han aprendido del verdadero Oriente Próximo", añadió Netanyahu.

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