Los familiares de las víctimas del Yak-42 recuerdan la tragedia y miran a la justicia europea

Este domingo las familias de los 62 militares fallecidos en el accidente de avión Yakovlev 42 en Trabzon (Turquía), recordarán la tragedia con la esperanza de que la justicia europea acabe con diez años de “impunidad”.

Miguel Ángel Sencianes, presidente de la Asociación de Familiares de Víctimas del Yak-42, ha explicado a Europa Press que, a pesar de que la justicia española cerró la causa, el colectivo está convencido de su derecho a un juicio oral con el que se haga pagar a los culpables de “la inseguridad con la que viajaban” los militares españoles.

Sencianes declara que durante todo este tiempo han luchado contra las “mentiras” de aquellos que quisieron “tapar la indignidad con la que se les trató”. Por ello, y como ha explicado el abogado de las familias, Leopoldo Gay, a Europa Press, presentarán un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra el archivo decretado por el Tribunal Constitucional que el pasado mes de febrero se negó a reabrir la causa por las irregularidades en la contratación del avión en el que murieron los militares. Causa que la Audiencia Nacional archivó, en contra del criterio de la Fiscalía.

La decisión del alto tribunal, así como el indulto que el Gobierno concedió en abril de 2012 a tres militares condenados por falsear las identificaciones de 30 fallecidos, han supuesto un duro golpe para las familias. El presidente de la asociación lo consideró una decisión inhumana y una “burla”. “Señor Rajoy, así no se hace memoria a los 62 militares”, afirmó.

Actos de homenaje

Los familiares llevarán a cabo actos de homenaje a las víctimas en los lugares de donde procedían la mayoría de ellas: en Burgos, en el Cuartel Castrillo del Val, donde además el alcalde inaugurará un monumento en recuerdo a los fallecidos; en Zaragoza, ante el memorial que les recuerda; y en Madrid, en el monumento a los caídos en misiones en el exterior en el Cuartel General del Aire.

Como han explicado desde la asociación, sólo se organizará un acto oficial que tendrá lugar donde se produjo el accidente, y al que acudirá el embajador español en Turquía, Cristóbal González-Aller. Allí, el embajador y el alcalde de Maçka (la ciudad más próxima al lugar), entregarán al imán Sait Topçu la medalla al mérito y al valor “por haber sido de las primeras personas en acudir al lugar del accidente y ayudar a los servicios de rescate”.

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Todos los años se recuerda lo ocurrido frente a dos monumentos inaugurados en 2004 por el responsable político de la tragedia, que por aquel entonces era ministro de Defensa, José Bono, que acudió acompañado de 154 familiares de los militares. Uno de ellos se encuentra en Maçka y el otro en el Monte Pilav (donde ocurrió el accidente). La dueña del terreno falleció el año pasado, y lo dejó en herencia a las familias.

Después de haber acumulado años de “mentiras”, la asociación dice “entender” que el Ministerio de Defensa no organice ningún otro “homenaje oficial” en España por el aniversario de la tragedia. No obstante, el ministerio ha recordado que el pasado 16 de mayo organizó una misa en la iglesia del Sacramento de Madrid, en memoria de “todos” los miembros de las Fuerzas Armadas fallecidos en misiones internacionales.

Los fallecidos en el accidente del Yak-42 suponen más de la mitad de todas las víctimas españolas que perecieron en la guerra de Afganistán.