El legislativo brasileño cede también ante los indignados

La Cámara de Diputados de Brasil ha rechazado este martes el PEC 37, una enmienda constitucional que buscaba arrebatar al Ministerio Público la competencia para iniciar una investigación criminal, dejando la iniciativa en manos de los cuerpos de seguridad, y que ha sido uno de los puntos clave de la oleada de manifestaciones del país sudamericano.

Los diputados han rechazado la enmienda por 430 votos en contra y nueve a favor,uno de ellos por equivocación, según su autor. En total se han contabilizados dos abstenciones, a pesar de que hasta el inicio de las protestas sociale, la mayoría de la Cámara se inclinaba a aprobarla.

"La propuesta de enmienda constitucional ha sido rechazada, casi por unanimidad, en esta Casa. Va para el archivo", ha anunciado el presidente de la Cámara de Diputados, Henrique Eduardo Alves, según ha informado la cadena O'Globo.

La votación se ha llevado a cabo en medio de varias idas y venidas suscitadas por la presión que las manifestaciones han ejercido sobre los legisladores brasileños para rechazar definitivamente el PEC 37. Antes del estallido social estaba previsto que la enmienda constitucional, que había recibido el visto bueno de las comisiones parlamentarias sobre la materia, se votara este martes y, previsiblemente, fuera aprobada. Sin embargo, ante la escalada de protestas, los legisladores, incluidos los del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), intentaron retrasar la votación, por considerar que no era el momento idóneo para llevarla a cabo.

Finalmente, Alves logró promover un acuerdo 'in extremis' entre los líderes de los partidos políticos en la Cámara de Diputados para que la votación se llevara cabo, y pudo adelantar su ubicación para que fuera el primer punto en el orden del día.

"Quiero decir que todo el país está acompañando esta votación, por lo que sería muy importante, en estos momentos, un acto de unanimidad para rechazar el PEC 37", ha señalado Alves, antes de que los legisladores se pronunciaran sobre la enmienda constitucional.

"Cuando las comisiones Constitucional y de Justicia votaron, la mayoría era favorable. Ahora, con la presión de las calles, han cambiado de opinión", ha destacado el diputado del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Ivan Valente.

"Hoy estamos aquí honrando a las calles, por eso el Gobierno ha decidido reorientar su voto sobre el PEC 37", ha justificado, por su parte, el portavoz gubernamental en la Cámara de Diputados, Arlindo Chinaglia.

El PEC 37 se había convertido en una de las banderas de los indignados brasileños porque suponía retirar la iniciativa a la Fiscalía en las investigaciones criminales, relegándola a los cuerpos de seguridad, lo que generaría impunidad, sobre todo en casos de corrupción.

Protestas sociales

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Millones de personas han respaldado las manifestaciones en las grandes ciudades, dejando un saldo de al menos cuatro muertos y decenas de heridos y detenidos. Además, ha habido graves disturbios, como los intentos de asalto al Congreso, al Ministerio de Exteriores y a ayuntamientos.

En este contexto, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha propuesto la celebración de un referéndum que siente las bases de una reforma constitucional en la que se planteen, entre otras cuestiones, la mejora de los servicios públicos y la lucha contra la corrupción.

Los principales partidos políticos de la oposición brasileña han rechazado este plan al considerar que se salta al Congreso, que posee la competencia exclusiva para convocar un plebiscito y reformar la Constutición, y han presentado su propia hoja de ruta.