Siria

Obama asegura que todavía no ha tomado una decisión sobre Siria

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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha aclarado este miércoles que "todavía" no ha tomado ninguna decisión sobre las acciones contra Siria, pero ha subrayado que "nadie duda" que se han usado armas químicas y ha indicado que la Casa Blanca está segura de que ha sido el régimen de Bachar El Asad.

"Todavía no hemos tomado ninguna decisión, pero hay que respetar las normas internacionales contra el uso de armas químicas y nadie duda de que se han usado armas químicas a gran escala contra la población civil en Siria", ha dicho, en una entrevista concedida a la cadena estadounidense PBS. Interrogado sobre la autoría, ha revelado que, en base a las "evidencias", "no cree" que la oposición haya podido llevar a cabo estos ataques porque "no cree" que posea "armas nucleares ni armas químicas de ningún tipo". "Hemos concluido que fue el Gobierno sirio y, si es así, tendrá que haber consecuencias internacionales", ha subrayado.

Obama ha asegurado que Estados Unidos no tiene "ningún tipo de interés en un conflicto abierto en Siria", pero que debe asegurarse de que "cuando los países rompen las normas internacionales sobre armas que pueden ser una amenaza, rindan cuentas". "Además, cuando estamos hablando de un país que tiene el mayor arsenal de armas químicas del mundo, que su control sobre ellas se puede haber erosionado, que está aliado con organizaciones terroristas que en el pasado han atacado Estados Unidos, entonces hay una posibilidad de que las armas químicas se dirijan contra nosotros y tenemos que garantizar que eso no pase", ha añadido. El Gobierno sirio, no obstante, insiste en que no ha utilizado este tipo de armas y ha advertido a los países occidentales de que un ataque contra Siria estaría condenado al "fracaso".

La ONU vuelve a pedir tiempo

Por su parte, la ONU ha sido más cauta y ha vuelto a pedir tiempo para que los inspectores enviados al país árabe concluyan su trabajo, aunque en esta ocasión su secretario general, Ban Ki Moon, ha sido más específico al afirmar que los expertos necesitan cuatro días para concluir su investigación, además de un tiempo posterior para poder analizar los resultados. "Están trabajando muy duro, en circunstancias muy, pero que muy peligrosas", ha señalado el dirigente en La Haya. "Dejemos que concluyan su trabajo durante cuatro días y después tendremos que analizarlo científicamente con expertos, y luego creo que tendremos que informar al Consejo de Seguridad para cualquier acción", ha remachado. En este sentidon, Ban ha puntualizado que los inspectores de armamento químico de Naciones Unidas abandonarán Siria el sábado por la mañana.

En este sentido, el primer ministro británico, David Cameron, ha anunciado que su país finalmente esperará a los resultados de los análisis que están siendo llevados a cabo por los expertos de Naciones Unidas para someter a votación en su Parlamento el ataque sobre Siria. Cameron se ha visto obligado a aplazar la decisión por el rechazo que el Parlamento –especialmente los laboristas– ha expresado ante la posibilidad de realizar un ataque sin el benplácito de la ONU. Asimismo, la opinión pública británica es contraria a una intervención sin el aval internacional –tan sólo hay un 25% de partidarios de esta acción–, una realidad que se pudo comprobar este miércoles, cuando decenas de personas se reunieron frente al 10 de Downing Street –residencia oficial del primer ministro del Reino Unido– para expresar su rechazo a la guerra.

Los países orientales, contrarios al ataque occidental

De igual manera, las reacciones internacionales de los diferentes gobiernos se han seguido sucediendo. Si este miércoles eran Estados Unidos, Reino Unido, Alemana y Rusia los que se expresaban sobre el futuro del conflicto bélico en Siria, ahora ha sido el turno para Oriente. China –que desde el principio de la guerra ha sido uno de los aliados más fuertes del régimen de El Asad al utilizar su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para evitar que salieran adelante varias resoluciones contra Siria– ha instado a "mantener la calma" tanto al Gobierno como a la oposición hasta que el grupo de expertos de Naciones Unidas concluya "sin interferencias" su investigación.

"La solución política ha sido siempre la única forma realista de resolver la cuestión siria", ha afirmado el ministro de Asuntos Exteriores del régimen chino, Wang Yi, que ha asegurado también que una intervención extranjera en el país árabe iría en contra de la Carta de Naciones Unidas y desestabilizaría aún más la región. Asimismo, el jefe de la diplomacia china ha reiterado el apoyo de su Gobierno a los inspectores de la ONU y ha declarado que su Gobierno apoya que se realice "una investigación independiente, imparcial y profesional". No obstante, también ha indicado que China rechaza el uso de armas químicas en cualquier contexto, según informa la agencia de noticias oficial del régimen, Xinhua.

Otro de los apoyos de El Asad (en este caso militar), el partido libanés Hezbolá –cuya rama militar fue incluida el pasado mes de julio en la lista de organizaciones terroristas de la UE–, ha afirmado este miércoles por boca del ministro de Agricultura de Líbano, Hussein Hajj Hasan, que la formación podría reaccionar en caso de que Siria sea objeto de una intervención militar extranjera. "Debemos reaccionar con seriedad a cualquier decisión de Estados Unidos de atacar Siria. Hezbolá está monitorizando la situación y hará lo que sea apropiado en el momento adecuado", ha dicho, en declaraciones concedidas a la cadena de televisión libanesa Al Mayadin.

Sin embargo, Hasan no ha dado detalles sobre cómo reaccionaría Hezbolá en caso de que dicho ataque fuera llevado a cabo, si bien ha subrayado que "toda agresión (occidental) contra Siria está condenada al fracaso". Asimismo, ha asegurado que la intervención militar estaría destinada "a debilitar al Ejército sirio", debido a sus avances militares en las últimas semanas en sus combates con los grupos opositores armados, según ha recogido el diario libanés The Daily Star. Hezbolá ha pedido públicamente la resolución política del conflicto y la introducción de reformas democráticas en el país, aunque no obstante ha apoyado militarmente en los últimos meses a las fuerzas de seguridad del régimen sirio en varios combates contra grupos opositores armados, especialmente en la localidad de Qusair, ubicada cerca de la frontera común.

En el mismo sentido, el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, ha afirmado que "Israel y Estados Unidos pretenden agotar a Siria", al tiempo que ha advertido de que una intervención militar en el país árabe podría desestabilizar la región. Sus declaraciones han llegado apenas un día después de que el ministro de Exteriores de Líbano, Adnan Mansur, advirtiera de que el país "no permanecerá en silencio si Israel aprovecha un bombardeo contra Siria para atacar a Hezbolá en el sur [del país]". "La resistencia y el Ejército protegen Líbano y el país tiene un derecho natural a defender su territorio", apuntó, antes de destacar que Hezbolá "está preparado para hacer frente a cualquier asalto a pesar de su participación en el conflicto en Siria".

Irán acusa a EEUU e Israel de "tocar los tambores de guerra"

Por su parte, el recién elegido presidente de Irán, Hasan Rohani, ha manifestado este miércoles que "la población mundial, y especialmente la población de Oriente Próximo, no acepta una nueva guerra", al tiempo que ha advertido de que "cualquier atrevimiento en la región infligirá daños irreparables a la estabilidad de la región y del mundo y llevará a la expansión del extremismo y el terrorismo". El dirigente ha afirmado que "parece que un grupo de personas está intentando desviar a la opinión pública mundial de la realidad en Siria aprovechando el uso salvaje de este armamento como un pretexto para imponer sus peligrosos puntos de vista".

De esta forma, Rohani se ha adherido a la postura oficial de la ONU y ha pedido a los inspectores de Naciones Unidas que investiguen los ataques e identifiquen a los responsables, según ha informado la cadena de televisión iraní Press TV. "Como principal víctima del uso de armas químicas, somos los primeros en condenar estas armas inhumanas", ha dicho, en referencia a los ataques químicos ejecutados por el Gobierno de Sadam Hussein durante la guerra que enfrentó a Irak e Irán entre 1980 y 1988, aunque no obstante ha matizado que "toda medida se ha de tomar teniendo en cuenta la sensible situación de la región con el objetivo de poner fin a la crisis y de evitar la expansión del extremismo, siempre dentro de las normas internacionales", ha remachado.

Por su parte, el presidente del Parlamento iraní, Alí Lariyani, ha condenado la retórica belicista de Estados Unidos contra Siria y ha advertido de las consecuencias en la región de una intervención militar en el país. "Podéis ser capaces de lanzar una operación contra Siria con la ayuda de algunos países regionales (...), pero no seríais los que la continuarían", ha manifestado, en declaraciones dirigidas a los gobiernos de Estados Unidos e Israel, para después denunciar que "los poderes hegemónicos y el régimen sionista de Israel empezaron a tocar los tambores de guerra incluso antes de que el equipo de investigadores de la ONU abriera su investigación para determinar quién estuvo detrás del último ataque químico".

Lariyani, además, ha amenazado al Gobierno israelí afirmando que "todo acto de sedición" en Siria supondrá que Israel pagará "un coste más elevado que el sufrido durante los 33 días de agresión contra Líbano (en 2006)". Precisamente a causa de la escalada de tensión en la región, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha ordenado una movilización "limitada" de reservistas del Ejército, según informa el diario Haaretz. Según ha precisado el periodista Barak Ravid –del mismo rotativo– en su Twitter, la movilización afecta a "entre unos cientos y unos pocos miles de reservistas en las unidades del frente nacional y de defensa antimisiles". Además, también ha informado de que Israel ha puesto sus embajadas en estado de máxima alerta.

Comienzan los movimientos militares

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Los movimientos militares en previsión de un ataque, sin embargo, ya han comenzado. El Gobierno francés ha decidido enviar hacia el Mediterráneo oriental una de sus fragatas más modernas, Chevalier Paul, según informa este jueves Le Point. La decisión del envío de esta fragata antiaérea frente a las costas de Siria, que ha partido o partirá "en cuestión de horas" desde Toulon, se ha tomado en el mayor de los secretos, según las fuentes consultadas por el semanario francés, si bien desde el Ministerio de Defensa niegan un dispositivo militar en marcha y se habla de "actividades habituales" de las fuerzas francesas. El rotativo asegura que la fragata se unirá a la flota internacional que se está congregando en la zona –cuatro fragatas lanzamisiles estadounidenses y varios submarinos nucleares tanto norteamericanos como británicos–.

Además, Reino Unido enviará seis aviones de combate de la Fuerza Aérea Real (RAF) a Chipre como "medida de precaución" ante la "creciente tensión" en la zona. Un portavoz del Ministerio de Defensa ha indicado que los cazas serán desplegados en la base británica de Akrotiri, en Chipre, este mismo jueves. "Esta es una medida meramente prudente y de precaución para garantizar la protección de los intereses británicos y la defensa de nuestras base aérea soberana en un momento de creciente tensión en la región más amplia", ha explicado el portavoz, que no obstante ha asegurado que se trata de un movimiento "defensivo". "[Estos aviones] operan solo en misiones aire-aire. No están siendo desplegados para participar en ninguna acción militar contra Siria", ha afirmado.

Por su parte, Rusia no se ha quedado atrás y ha anunciado que se dispone a enviar dos buques para reforzar su presencia en el Mediterráneo oriental debido a la "situación bien conocida" en la zona, en referencia a Siria, según ha informado este jueves la agencia rusa Interfax, que cita fuentes militares. Una fuente del Estado Mayor del Ejército ruso ha precisado a la agencia que en los próximos días se enviará un buque antisubmarinos y otro con misiles de crucero ya que la situación "nos exige hacer algunos ajustes" en la fuerza naval. Sin embargo, más tarde el portavoz de la Marina rusa ha asegurado que el envío es rutinario y forma parte del sistema de rotación de la Marina, y que no está directamente relacionado con la situación de crisis de Siria, según informa la agencia de noticias rusa RIA Novosti.

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