Elecciones europeas 2014

El triunfo de la extrema derecha antieuropea en Francia y el Reino Unido marca los comicios

Marine Le Pen

No por anunciados, estos triunfos dejan de ser un serio aviso sobre el desprestigio de las instituciones europeas y el fracaso del proyecto común después de seis años de una profunda y terrible crisis económica. La primacía obtenida por las formaciones de la francesa Marine Le Pen y el británico Nigel Farage desbanca de este modo a los partidos tradicionales del centro-derecha y de la socialdemocracia y suponen notables reveses para los conservadores y los laboristas en el Reino Unido y para la UMP y los socialistas en Francia.

Según los primeros sondeos, el Frente Nacional habría obtenido en Francia el 25% de los votos con un programa abiertamente nacionalista, antieuropeo y xenófobo por delante de los conservadores de la UMP (20%) y de los socialistas del presidente François Hollande, que se desploman y caen hasta el 15%. La participación rondó el 43%, muy similar a los comicios europeos de 2009. Por tanto, el voto de castigo a las políticas europeas del anterior jefe del Estado, Nicolas Sarkozy; y del actual se ha dirigido a la extrema derecha y no a las alternativas más a la izquierda, ya que el Frente de Izquierdas apenas habría recogido un 7% de los sufragios.

En el Reino Unido, la irrupción del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP) en las municipales del pasado jueves ya advirtió de que en Inglaterra han pasado a la historia los tiempos del bipartidismo de conservadores y laboristas con la bisagra ocasional de los liberales. A la espera de los resultados definitivos, todo apunta a que UKIP se convertirá en el primer partido del Reino Unido y reforzará, sin duda, las tradicionales tendencias euroescépticas de los británicos.

Alemania, el país más poblado e importante de la UE, no ha sufrido ni de lejos las sacudidas electorales de Francia o el Reino Unido, aunque se han detectado algunas evoluciones nada despreciables en el voto de sus ciudadanos. La CDU de la canciller Angela Merkel vence en los comicios, pero perdería casi dos puntos mientras los socialdemócratas del SPD avanzan más de seis puntos y se colocan en el 27% de los sufragios rentabilizando la agenda social que han impuesto en el gobierno de gran coalición (salario mínimo, anticipación de la edad de jubilación, doble pasaporte para los emigrantes…). También ha influido en el ascenso del SPD el tirón del candidato de la socialdemocracia europea a presidir la Comisión, Martin Schulz.

Multitudinaria movilización en Dresde (Alemania) contra el racismo y la xenofobia

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Entretanto, Los Verdes y La Izquierda (Die Linke) mantienen resultados anteriores en las europeas mientras los liberales del FDP sufran un nuevo descalabro y bajan hasta el 3% de los votos. La novedad más llamativa pasa por la entrada en el Parlamento Europeo de Alternativa por Alemania (AFD), una formación derechista contraria al euro que lograría en torno al 6% y podría robar a los democristianos de la CDU una parte de su electorado en futuras citas con las urnas.

En otros países donde se esperaban buenos resultados para la ultraderecha, las expectativas se habrían visto defraudadas en Holanda y en Austria, donde los antieuropeos apenas han logrado situarse en la tercera posición. Por el contrario, en Dinamarca la formación de extrema derecha ha sido la más votada.

Los giros a la izquierda han tenido como escenarios Grecia, con el triunfo de Syriza por delante de los conservadores de Nueva Democracia; y Portugal, con la victoria de las formaciones progresistas y el Partido Socialista en primer lugar. El líder de Syriza, Alexis Tsipras, es el candidato de la Izquierda Unitaria Europea a presidir la Comisión y ha sido uno de los dirigentes más críticos con las políticas de austeridad y los rescates financieros de los últimos años.

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