Al menos
300 miembros de grupos tribales, asentados en la localidad homónima, en la provincia de Anbar, en el oeste de Irak, han sido
asesinados por el Estado Islámico, según informaron fuentes de seguridad a Reuters, aportando así el último balance de esta masacre.
También informaron de que se han encontrado
dos fosas comunes con unos 300 cadáveres con edades comprendidas entre los 18 y los 55 que habrían sido
asesinados con disparos a corta distancia, a juzgar por las heridas.
Del total de cuerpos encontrados se sabe que al menos 220 son del grupo tribal Albu Nimr que, aunque pertenece también a la rama suní del islam, habrían sido ejecutados en
represalia por haber luchado contra el Estado Islámico la semana pasada.
Más de 70 cadáveres han aparecido cerca de la localidad de Hit, en el corazón de la provincia de Anbar, mayoritariamente suní. Los testigos aseguran que
se trata de miembros de la Policía y de la milicia anti-islámica Sahwa (Despertar).
"Esta mañana hemos encontrado los cuerpos, y milicianos del Estado Islámico nos han dicho son miembros de Sahwa que lucharon contra nuestros hermanos y este es el castigo de cualquiera que luche contra el Estado Islámico", relató uno de estos testigos.
Al parecer, los insurgentes habían urgido a los Albu Nimr a abandonar la localidad rumbo a Hit,
prometiéndoles un "pasaje seguro", pero después fueron interceptados, capturados y fusilados por el Estado Islámico.
El líder de los Albu Nimr, Naeem al Kawood, fijó en 238 los cuerpos hallados en esta fosa común: "El Estado Islámico ha ejecutado a 48 personas de nuestra tribu en una plaza pública,
incluyendo dos niños no mayores de ocho años".
Otra fosa común apareció el miércoles cerca de la ciudad de Ramadi con 150 cadáveres, que pertenecerían a miembros del mismo grupo tribal. Fuentes consultadas por la agencia de noticias oficial de Irak, Nina, elevaron a 170 este balance.
La caída de Albu Nimr
La tribu Albu Nimr ha estado
resistiendo los envites del grupo yihadista desde principios de octubre, pero finalmente
perdió la ciudad a manos del Estado Islámico hace una semana.
Una
pequeña unidad del Ejército iraquí estaba desplegada en la localidad para apoyar a los combatientes tribales, pero fue evacuada en las primeras horas de ese jueves junto a los líderes locales.
Los habitantes de Albu Nimr aseguraron que
los yihadistas iniciaron una "purga" y advirtieron de que "células durmientes" habían dado al Estado Islámico los nombres y la dirección de los líderes de la resistencia tribal. Al Kawood acusó directamente a los heet, también suníes, de
entregar a los Albu Nimr al Estado Islámico.
La caída de Albu Nimr deja aún
más expuestas las zonas que el Gobierno iraquí mantiene bajo su control en Anbar. El Estado Islámico tiene en sus manos la mayoría de la provincia y ahora intenta aislar a los focos de resistencia.