El fiscal federal Gerardo Pillicita imputó este viernes a la presidenta argentina,
Cristina Fernández de Kirchner, entre otros cargos públicos, por la denuncia presentada por el fallecido fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman, por supuestamente
encubrir a los sospechosos iraníes de
llevar a cabo en 1994 el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en la que fallecieron 85 personas,
según informó Europa Press. El fiscal ha solicitado al juez Daniel Rafecas que ordene el secreto de sumario, según informaron fuentes judiciales a la agencia de noticias DyN.
Además de la presidenta, fueron imputados el ministro de Exteriores,
Héctor Timerman, el diputado oficialista Andrés Larroque, el líder sindical Luis D'Eñía y el dirigente de la coalición izquierdista Quebracho, Fernando Esteche.
Según la prensa argentina, Pillicita se basó en la denuncia de 300 páginas presentada por Nisman cuatro días antes de que
fuera hallado muerto en su apartamento de Buenos Aires en un aparente suicidio que poco a poco han ido desmontando las pruebas periciales.
Nisman denunció "la
existencia de un plan delictivo destinado a dotar de impunidad a los imputados de nacionalidad iraní acusados en dicha causa (AMIA), para que se sustraigan de la acción de la justicia argentina".
"
La decisión deliberada de encubrir a los imputados de origen iraní (...) fue tomada por la cabeza del Poder Ejecutivo, Cristina Fernández de Kirchner, e instrumentada principalmente por el ministro de Exteriores, Héctor Timerman", sostuvo.
De acuerdo con Nisman, el Gobierno de Fernández de Kirchner habría negociado con la República Islámica un acuerdo por el cual se comprometía a diluir la acusación contra los sospechosos iraníes a cambio un
canje de petróleo persa por granos argentinos.
El supuesto plan de la Casa Rosada era
acusar a células terroristas locales del atentado contra la AMIA para desviar las sospechas del exministro de Inteligencia Ali Fallahijan, el exministro de Defensa Ahmad Vahidi, el exjefe de la Guardia Revolucionaria Mohsen Rezai, el exagregado cultural de la Embajada Mohsen Rabbani y el extercer secretario de la Embajada Ahmad Reza Asghari.
Hasta tres años de cárcel
Pillicita ha hecho suyos los cargos que Nisman barajaba en su denuncia y que, según se supo en las últimas semanas, planeaba hacer efectivos
pidiendo el desafuero y la detención de Fernández de Kirchner.
Así, apunta a un delito de "encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la especial gravedad del hecho precedente y por la calidad de funcionarios públicos para aquellos que reúnen tal condición", con una
pena de entre seis meses y tres años.
El fiscal también señala el "impedimento o estorbo del acto funcional", sancionado con entre 15 días y seis meses de cárcel, y el
"incumplimiento de los deberes de funcionario público", penado con entre un mes y dos años de prisión e inhabilitación.
"Ningún valor judicial"
Ante los incesantes rumores que apuntaban a una inminente imputación de Fernández de Kirchner, el Gobierno ya
se ha encargado estos días de restar importancia a esta acusación formal.
"La imputación
no tiene ningún valor ni importancia en términos judiciales", aseguró el secretario de la Presidencia, Aníbal Fernández, adelantando que se quedaría en un "estrépito" como "maniobra de desestabilización democrática".
"
No existe prueba alguna, ni siquiera de carácter indiciario, que demuestre la existencia de conductas atribuibles a la presidenta o a funcionarios del Gobierno que puedan encuadrars argentinose en ilícitos penales", dijo, por su parte, la secretaria del Tesoro, Angelina Abbona.
Ya va siendo hora de hacer Justicia respecto a los poderosos. ¿Caerán más por el camino? La Mafia lleva la fama y otros muchos cardan la lana. En realidad, la Mafia es el ejemplo en el que se miran, ¿verdad peperos?
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Desconoce usted la realidad que subyace detrás de esta trama. En Argentina hay un grupo muy activo de fiscales y jueces que son más mafiosos que los más grandes criminales, con conocidos lazos y amistad con narcos y que conspiran para trincar cargos de influencia, y han sido los que durante más de 10 años han taponado el caso AMIA. El problema de la justicia en Argentina está en que habría que limpiar a esa banda del crimen organizado instalada en el mismo poder judicial al servicio del diario Clarín y toda la casposa ultraderecha mediática. El propio director de INTERPOL desmintió rotundamente lo dicho en su escrito de acusación por el fiscal Nisman de que Argentina había pedido a dicho organismo internacional que anularan la persecución de los sospechosos iraníes. En lugar de creer a ciegas lo que publican los medios afines al más ancestral golpismo (Clarín y La Nación) y como en este caso la Agencia EFE, le recomiendo contrastar leyendo entre otros a Página 12.
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