El Senado italiano ha sacado adelante este jueves mediante una moción de confianza
la nueva ley de uniones civiles, que permitirá los enlaces entre personas del mismo sexo, pero de la que ha quedado finalmente fuera la posibilidad de adoptar para los homosexuales, uno de los aspectos más controvertidos.
Para sacar adelante el texto, el Gobierno de Matteo Renzi ha optado por someter el texto a una moción de confianza, que ha salido adelante con
el voto favorable de 173 senadores, mientras que otros 71 han votado en contra. Los representantes del Movimiento Cinco Estrellas han abandonado la sala antes de la votación.
El primer ministro ha optado por esta vía, que
de haber salido mal le habría obligado a dimitir, después del acuerdo cerrado este miércoles entre el Partido Democrático, al que pertenece, y Nuevo Centro Derecha (NCD), su principal socio de coalición.
El acuerdo dejaba fuera el aspecto más polémico, la posibilidad de que las parejas de personas del mismo sexo pudieran adoptar a los hijos naturales de uno de sus miembros. El texto deberá ser votado ahora en la Cámara de Diputados.
El ministro del Interior y líder de NCD, Angelino Alfano, había celebrado este jueves desde Bruselas el acuerdo alcanzado. "Ha sido un bonito regalo a Italia haber impedido que dos personas del mismo sexo, algo que impide la naturaleza, tuvieran la posibilidad de tener un hijo", ha comentado.
"Hemos impedido una revolución contra natura y antropológica, creo que ha sido un resultado nuestro", ha añadido en unas declaraciones que no han sido bien recibidas en las filas del PD.
"Creo que hoy debería prevalecer el buen sentido también en las declaraciones. El regalo a Italia es decir que no hay ciudadanos de clase B. Y esta ley va en la dirección justa", ha subrayado la ministra para las Reformas, Maria Elena Boschi.
Renzi ya había celebrado este miércoles el pacto alcanzado.
"El acuerdo sobre las uniones civiles es un hecho histórico para Italia", había resaltado.
Debemos ser rigurosos con los titulares y no llevar a la gente a engaño. Los homosexuales siguen sin poder casarse en Italia. Una unión civil no es un matrimonio, es un sucedáneo para discriminar por razones de orientación sexual. Por tanto, los heterosexuales siguen siendo privilegiados respecto a los homosexuales por el Gobierno italiano ya que ellos pueden elegir entre casarse (matrimonio) o una unión civil. Para colmo, la ministra tiene el morro de decir que "ya no hay ciudadanos de clase B". Lo de siempre, nos dan migajas y encima tenemos que agradecérselo. Y ya de las adopciones vale más ni hablar.
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