La filtración de cables diplomáticos saca a la luz el apoyo marroquí a Clinton para apuntalar su estrategia en el Sáhara

Grupos de presión de Marruecos apoyan activamente la candidatura de la demócrata Hillary Clinton de cara a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, y han mantenido estrechos contactos con la Secretaría de Estado estadounidense durante el tiempo en el que Clinton estuvo a su mando. La relación se desprende de los conocidos como Marocleaks, cables diplomáticos del Gobierno del país africano filtrados en redes sociales que empezaron a salir a la luz en octubre de 2015, cuyo contenido en este ámbito ha difundido el digital The Intercept. El medio interpreta que el Ejecutivo marroquí ha buscado durante mucho tiempo influir en el entorno de la candidata sobre las relaciones entre ambos países.

Según el director adjunto para Oriente Medio y el Norte de África de Human Rights Watch, Eric Goldstein, entrevistado por el medio norteamericano, la lectura de los documentos sugiere que Marruecos "gasta enormes cantidades de energía y recursos para hacer valer sus pretensiones en el Sáhara OccidentalSáhara Occidental". El artículo relaciona este estrecho contacto entre Marruecos y Clinton con su posición con respecto al conflicto del Sáhara. En 2009, el presidente Obama expresó su apoyo a las negociaciones lideradas por la ONU para alcanzar una solución: sin embargo, la Secretaria de Estado afirmó en 2011 que el plan del país norteafricano para abordar la cuestión era "serio, realista y creíble", situándose de lado del Gobierno marroquí. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pronunció la palabra "ocupado" en una visita a unos campos de refugiados, abriendo una crisis diplomática. Naciones Unidas considera al Sáhara Occidental un territorio no autónomo pendiente de su descolonización, pero ya han pasado 40 años desde la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática (Rasd) sin ningún avance significativo.

El contexto de estas relaciones Marruecos-Estados Unidos, explicados por The Intercept, apuntalan esta interpretación. En abril de 2015, Politico publicó que la Fundación Clinton aceptó "una importante donación" de una empresa propiedad del rey de Marruecos para celebrar una conferencia en Marrakech con la presencia del monarca Mohamed VI. The Intercept asegura que la compañía encargada de ingresar el dinero, OCP, es la mayor fuente de ingresos en el Sáhara Occidental actual de Marruecos, ya que en ese territorio extraen fosfato.

Además, uno de los miembros de la junta del Super PAC que apoya a Clinton –organización que recauda fondos destinados a respaldar a un candidato, cuyo nombre traducido sería Comité de Acción Política-, Justin Gray, comenzó a recibir en febrero del año pasado 25.000 dólares al mes por parte del Gobierno marroquí. La empresa de Gray, a su vez, donó 16.500 dólares al PAC detrás de la campaña de Hillary, afirma el portal.