Atentados terroristas

El último ataque en Londres confirma que los grandes atentados yihadistas en la UE son obra de europeos

Vista de la Puerta de Brandeburgo iluminada con los colores de la bandera del Reino Unido en solidaridad con las víctimas del atentado en Wistminster en Londres, en Berlín.

Las proximidades del Parlamento británico se convirtieron este miércoles en el lugar de un nuevo atentado terrorista perpetrado en Europa. Cuatro personas murieron y una veintena resultaron heridas. El autor del ataque, Khalid Masood, era un británico de 52 años nacido en el condado de Kent. 

Con Masood se cumple el patrón de los últimos atentados yihadistas que han tenido lugar en Europa desde 2015: los autores de los ataques han nacido o se han criado en el lugar en el que perpetran el atentado. 

InfoLibre ha repasado la historia de los autores de conocidos atentados como el de Charlie Hebdo o el de Bataclán en Francia, o los de Molenbeek y el aeropuerto de Zaventem, en Bélgica. De los 18 yihadistas analizados, 15 habían nacido en Europa o tenían la nacionalidad de un país europeo. Solo uno de ellos, Ahmad al-Mohammad –uno de los terroristas que se inmoló en las inmediaciones del estadio de Saint Denis, en París– llegó a Europa como refugiado, procedente en este caso de Siria. A continuación, repasamos algunos de los atentados más conocidos y quiénes fueron sus autores. 

El 7 de enero de 2015, los hermanos Kouachi –nacidos en París– abrieron fuego contra la sede de la revista satírica Charlie Hebdo, que semanas antes había publicado una caricatura de Mahoma. En el ataque murieron 12 personas, entre ellas el director de la revista y tres de sus principales dibujantes. 

En noviembre de ese mismo año, Estado Islámico reivindicó una cadena de atentados perpetrados simultáneamente en París, concretamente en los alrededores del estadio de San Denis, varios restaurantes y la sala de fiesta Bataclán. Al menos 130 personas murieron a causa de estos ataques. De los ocho autores de estos atentados, cuatro eran franceses –Bilal Hadfi, Brahim Abdeslam, Samy Amimour y Omar Ismail Mostefai– y tres belgas –Chakib Akrouh, Abdelhamid Abaaoud y Foued Mohamed-Aggad–. Ahmad al-Mohammad, de 25 años y nacionalidad siria, llegó a Europa pasando por Grecia como refugiado. Al-Mohammad es la excepción.

Ya en 2016, concretamente el 22 de marzo, se produjo un doble atentado en Bruselas que acabó con la vida de 31 personas. Los ataques, que tuvieron lugar en la estación de metro de Molenbeek y en el aeropuerto de Zaventem, fueron llevados a cabo por Ibrahim y Khalid El Bakraoui. Ambos nacieron en Bruselas. 

Posteriormente, en julio de ese mismo año, 84 personas murieron en Niza después de que un conductor suicida arrollara con un camión a una multitud que asistía a ver los fuegos artificiales desde el Paseo de los Ingleses. Mohamed Lahouaiej Bouhlel, autor del atentado y originario de Túnez, es junto a Al-Mohammad y Anis Amri, también tunecino, la excepción. Amri, por su parte, llevó a cabo el atentado contra el mercado navideño de Berlín, perpetrado en diciembre de 2016 y en el que murieron 12 personas.

La exclusión social, motivo de la radicalización

¿Por qué atentan ciudadanos europeos contra sus propios países? Chema Gil, director del departamento de Estudios sobre Terrorismo del Observatorio de Seguridad Global, achaca este fenómeno a la "marginación" o "exclusión social". Así, los yihadistas captados por Estado Islámico buscan identificarse con un entorno, sentirse reconocidos. 

"No se conocen casos de gente que haya venido expresamente a llevar a cabo un atentado", explica. "La pregunta que debemos hacernos es: ¿Se sienten de aquí?". Asimismo, incide en que este sentimiento de exclusión no siempre está relacionado con la pobreza. "Algunos de ellos han ido a la universidad", afirma. "El problema que hallamos es una cuestión afectiva", concluye. 

De este modo, el móvil religioso quedaría relegado a un segundo plano. "No es una cuestión religiosa, es cuestión de que Estado Islámico les ha dado afecto y reconocimiento", asegura. De hecho, subraya que el propio ISIS se encarga durante el proceso de adoctrinamiento de ayudar al nuevo yihadista a identificar "al enemigo" señalando directamente: "Estos son los que te han marginado". 

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Asimismo, Gil destaca la Operación Caronte, en la que fueron detenidos 11 yihadistas que planeaban atentar en Cataluña. De estos 11 detenidos, 5 eran españoles. El cabecilla de esta célula, Antonio S. M., es un peluquero de unos 40 años, nacido en Granada y que toda su vida había vivido en Sabadell.

Preguntado entonces por la eficacia que pudieran tener medidas políticas como el veto migratorio que Trump pretende instaurar en Estados Unidos a siete países de mayoría musulmana o las propuestas antiinmigración que anuncia Marine Le Pen si llega al Elíseo, Gil incide en que esta "sobreactuación" solo funciona "para hacer ver al país que se está actuando, que se están tomando medidas". 

Por último, hace hincapié en la cohesión social como el mayor reto a combatir. "Sin sociedades cohesionadas no habrá sociedades seguras", afirma. 

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