Al menos 1.183 migrantes han muerto en los tres primeros meses del año en todo el mundo, según el último balance difundido por la
Organización Internacional para las Migraciones, de los cuales
más de la mitad han fallecido en el Mediterráneo intentando alcanzar las costas europeas.
De los
664 muertos registrados en el mar Mediterráneo –hasta el 9 de abril–, la extensa mayoría (un 90%) fallecieron cuando navegaban en precarias embarcaciones
rumbo a Italia procedentes de Libia.
La cifra de víctimas en el Mediterráneo en 2017 es
menor a la del año pasado, cuando se registraron un total de 1.217 muertes, si bien entonces la cifra se elevó debido a un naufragio que tuvo lugar frente a las costas de Egipto, en el que murieron casi 460 personas, según Europa Press.
No obstante, el balance de muertos no está completo, ya que los datos de los corredores migratorios del Norte de áfrica y del Cuerno de África tienden a
publicarse más tarde que en otras regiones.
Este balance sitúa, además, en 31.993 el número de migrantes y refugiados que han llegado a Europa por vía marítima:
el 80% de ellos a través de Italia y el resto, de España y Grecia. A esta cifra la supera con creces la registrada durante los primeros 97 días de 2016, cuando se registraron 172.774 entradas.