El ya exdirector del FBI, James Comey, se ha despedido de sus compañeros del departamento tras
haber sido cesado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una carta en la que ha asegurado que
no perderá el tiempo pensando en "la decisión" de ser despedido ni en el modo en el que se ha llevado a cabo.
En la misiva, de sólo cuatro párrafos, Comey ha explicado que
siempre ha sido consciente "de que el presidente
puede despedir al director del FBI por cualquier razón, o sin ninguna razón en absoluto".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su parte. ha asegurado este miércoles que
decidió despedir al director del FBI, James Comey, porque
"no estaba haciendo un buen trabajo", en respuesta a las múltiples informaciones que indican que el cese estaría relacionado con la supuesta connivencia de Rusia y la campaña del magnate neoyorquino para ganar las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre.
El presidente
se ha negado a contestar si la destitución de Comey está vinculada de alguna manera a la injerencia electoral del Kremlin.
Trump se ha limitado a aclarar que la destitución del director del FBI no ha afectado "en absoluto" al
encuentro que ha tenido este miércoles en la Casa Blanca con el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, el primero desde que la nueva Administración estadounidense comenzó su andadura, el pasado 20 de enero.
En la misma línea,
el Kremlin ha expresado su confianza en que la sorpresiva salida de Comey
no afecte a las relaciones entre Washington y Moscú.