La canciller alemana,
Angela Merkel, aplaudió la decisión de un tribunal europeo de
continuar con la distribución obligatoria de solicitantes de asilo en la UE, que, considera que traerá un futuro más solidario, informa Europa Press.
Merkel cree "que hay una oportunidad para lograr una distribución de refugiados que
demuestre solidaridad en un futuro no muy lejano", ya que "la gran mayoría de los Estados de la UE no han presentado ninguna queja sobre la redistribución", según declaró al periódico
Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung.
La Unión europea desestimó las quejas presentadas por
Eslovaquia y Hungría en contra de las
cuotas obligatorias de reubicación de solicitantes de asilo procedentes de Grecia e Italia que se aprobaron en 2015.
Merkel, que se encuentra en campaña electoral ante las elecciones del 24 de septiembre, remarcó la importancia de "mostrar solidaridad" en el tratamiento de la crisis migratoria porque, de lo contrario, tampoco habría solidaridad en otras cuestiones de la UE y "eso sería amargo para la cohesión de Europa". La inmigración está siendo un
tema principal durante toda la campaña electoral.
Fuentes del periódico involucradas en la negociación indicaron que los Estados miembros estarían barajando un
sistema de incentivos en el que la Unión Europea daría 60.000 euros a los países por cada refugiado acogido, que serían
retirados si no cumple al menos la mitad de la cuota.
Teniendo en cuenta que la distribución de refugiados prevé un máximo de 200.000 al año, esto podría costar unos
12.000 millones de euros a la UE.
El ministro de Interior alemán, Thomas de Maiziere, declaró este sábado que considera los beneficios sociales que Alemania ofrece a los solicitantes de asilo "bastante altos" y que es necesario homogeneizarlos en toda Europa.