Marianne Thieme, primera diputada animalista del mundo

"Los partidos animalistas también atraen a las personas que quieren protestar contra el 'establishment' político"

Marianne Thieme, primera diputada animalista del mundo.

Si el movimiento animalista en el mundo cuenta con una referencia clara, ésa es Holanda. El país, pionero en transformar el animalismo en actividad parlamentaria, fue el primero en contar con una diputada animalista en su Parlamento nacional. Marianne Thieme ocupa, desde el año 2006, un escaño en la Cámara holandesa al frente de su partido Partij voor de Dieren (PvdD), la formación que pone voz a los animales en los Países Bajos. Lejos de quedarse en anécdota, la fuerza política ha ido cosechando éxitos año tras año, hasta situarse en el centro de la agenda gracias a sus cinco diputados, dos senadores, una eurodiputada y 53 representantes locales.

Marianne Thieme se encuentra desde este viernes en España, de la mano de Pacma y su homóloga Silvia Barquero, con el fin de explicar su papel en el debate sobre los derechos de los animales, y la forma en que el activismo se conjuga con la política para caminar hacia una sociedad más justa, equitativa y sostenible. La líder holandesa habla con infoLibre sobre los objetivos conseguidos y los retos por abordar tras más de una década de experiencia parlamentaria.

PREGUNTA: Partij voor de Dieren nació en 2002 y sus éxitos políticos lo convierten en una referencia. ¿Cuáles fueron los principales obstáculos que tuvo que encarar?RESPUESTA:

El bienestar y los derechos de los animales son una especie de añadido para los pocos partidos políticos tradicionales que, según sus manifiestos, están dispuestos a defenderlos. Es todo lo contrario a un problema de primer orden para aquellos políticos que creen que el bienestar animal no es más que un sinsentido que cuesta mucho dinero. En 2002, los representantes de los agricultores en los partidos gubernamentales estaban dispuestos a revertir lo más rápidamente posible todas las medidas relativas al bienestar animal adoptadas en los últimos 20 años. Los llamados partidos animalistas simplemente dejaron que ocurriese sin protestar. Aunque nuestra ley establece que los animales son seres conscientes con un valor inherente, los animales se han convertido en objetos, con el único propósito de servir el apetito y los objetivos económicos de la gente y el comercio. Esta es la razón por la cual el plan para establecer un partido para los animales fue gestado a finales de 2002 después de la caída del gobierno. La idea era un partido que inicialmente serviría para recordar a los demás partidos sus buenas intenciones. Comenzamos con sólo cuatro personas, y sin presupuesto. Después de que se fundara el partido animalista, recibimos un gran número de llamadas telefónicas entusiastas. Recuerdo a una mujer que estaba muy emocionada, diciéndome lo maravilloso de ver un partido real para los animales a sus noventa años. Ella misma había sido activa en el movimiento de emancipación de la mujer en los años sesenta y todavía podía recordar vívidamente cómo ella y sus compañeros activistas dieron un brindis por los derechos de las mujeres y el vegetarianismo. Ellos sentían un vínculo con todos los grupos, fueran hombres o animales, que eran, y siguen siendo, oprimidos.

P: ¿Cómo fue la recepción de los otros partidos y los medios de comunicación?R:

De inmediato se hizo evidente que nuestra estrategia funcionó cuando participamos en las elecciones de enero de 2003. De la noche a la mañana otros partidos adoptaron el bienestar animal como un tema en sus programas electorales y en sus comunicaciones. Entonces muchos partidos se subieron al carro. Comenzaron a hacer más por los animales a raíz de nuestro papel como el caballo o la liebre de la maratón. Se dieron cuenta de que los derechos de los animales se estaban convirtiendo en un tema cada vez más importante para el electorado. Algunos analistas políticos dijeron que estaban convencidos de que no éramos sólo algo pasajero, o un truco publicitario que se nos había ido de las manos. Dijeron que nuestro partido era un nuevo movimiento político, el único exponente de la nueva política.

Pese a todo, estoy segura de que puedes imaginar que la mayoría de la gente se burló de nosotros por iniciar un partido para los animales. Se reían de nosotros, no podían creer lo que escuchaban cuando supieron de nuestra existencia. ¿Qué será lo próximo: un partido para las plantas? ¿No veíamos que éramos el hazmerreír del país y que nunca íbamos a llegar al parlamento? Creo que tiene algo que ver con el miedo o la creencia de que un partido para los animales traiciona automáticamente a los seres humanos o amenaza el orden social y económico. Pero también había personas, feministas, autores famosos, intelectuales y líderes de opinión, que nos vieron como el próximo movimiento de emancipación. Después de la liberación de los esclavos, de las mujeres, de los derechos para la infancia, el siguiente paso lógico fue tomar en serio los intereses de los animales. Mirar más allá de los intereses de nuestra propia especie.

P: Algunas personas dicen que el movimiento animalista debe ser una rama de un partido, pero no un partido en sí mismo.R:

La diferencia entre ser un partido por los derechos de los animales en lugar de un grupo de presión es que otros políticos nos ven como un competidor y una amenaza para sus escaños que les puede hacer perder votos, y a un grupo de presión como algo que pueden ignorar. Ése es un factor importante para el éxito de campaña. Muchas organizaciones medioambientales y animalistas tienen que trabajar duro para conseguir sus cinco minutos en la agenda política, y por eso es realmente especial que hayamos conseguido cruzar la puerta, y que finalmente seamos un factor permanente. Al principio, la mayoría de las organizaciones animalistas temían que el partido por los animales no fuera tomado en serio y se enfrentara a un final trágico. Ellos creían que esto sería perjudicial para la lucha por los derechos de los animales, y también les aterrorizaba la idea de que sus grupos de presión fueran tomados menos en serio si el partido fracasaba en su propósito. En resumen, donde habíamos esperado encontrar apoyo, encontramos falta de voluntad. Así que inicialmente tuvimos que prescindir del apoyo financiero y moral de varias organizaciones animalistas importantes. Afortunadamente, las cosas están cambiando. Cada vez más organizaciones están expresando su aprecio por el partido animalista y reconocen las grandes oportunidades que nuestra iniciativa puede ofrecer: una puerta abierta al corazón de la arena política.

P: ¿Qué otras cuestiones además de los animales se abordan en el PvdD?R:

Abordamos cuatro principios como marco para desarrollar puntos de vista: compasión, sostenibilidad, libertad y responsabilidad personal. Lanzamos un mensaje que no ha sido oído antes en política. Por ejemplo, antes si eras un político respetuoso con el medio ambiente conducías un Toyota Prius [un vehículo híbrido]. Hoy en día, está cada vez más claro que ser vegetariano o vegano disminuye un 50% más los gases de efecto invernadero que cambiar a un Prius. Abordamos problemas mundiales como el cambio climático desde una perspectiva diferente. Y funciona. Entre otras cuestiones, nos oponemos a los acuerdos de libre comercio como el TTIP y el CETA, y demandamos un cambio en el sistema tributario de forma que no haya impuestos sobre el trabajo, sino sobre los recursos y los productos no respetuosos con el medio ambiente, como el combustible fósil y la carne. También estamos en contra de la privatización de la sanidad y otros servicios públicos.

P: Su partido no deja de crecer en Holanda, igual que Pacma en España. ¿Por qué se produce este aumento?R:

La forma en que hemos desarrollado la economía ha permitido que ciertas personas cosechen una enorme riqueza, pero ahora amenaza con causar grandes daños y la destrucción de nuestro planeta, de las personas y de los animales. La gente comienza a darse cuenta de que este estilo tradicional de vida ya no es viable. No es coincidencia que en todas partes del mundo haya una creciente resistencia de la sociedad civil y de los individuos. A pesar de la crisis financiera, durante la cual mucha gente tuvo una tendencia a pensar en términos de intereses personales a corto plazo, nuestro partido se duplicó en las últimas elecciones nacionales (de dos escaños a cinco escaños), y obtuvimos los mejores resultados electorales de nuestra historia. Con nuestro lema "Plan B, porque no hay planeta B" atrajimos a mucha gente. La ciudadanía en nuestro país estaba y está realmente harta de la política y no confía en ningún político. El partido animalista ha atraído no sólo a personas que se preocupan por los animales y el medio ambiente, sino también personas que han querido protestar contra el establishment político.

P: ¿Cuáles son los principales logros en Holanda desde 2002?R:

Cientos de activistas salen a la calle para protestar contra el maltrato a los animales de granja

Cientos de activistas salen a la calle para protestar contra el maltrato a los animales de granja

Nuestro partido impulsó al Gobierno holandés a crear un presupuesto de 6 millones de euros para alternativas a las proteínas animales. En enero del año pasado obtuvimos una mayoría en el Parlamento para un plan de acción gubernamental que trabajase hacia un nuevo sistema agrícola en el que los productores lácteos estén obligados a mantener a los terneros con sus madres durante unos meses, lo que generó un montón de disturbios y protestas en el sector. Y conseguimos la prohibición total de todas las importaciones de trofeos de animales exóticos. También los de uso personal, que todavía se permitían, y que suponía una laguna para el comercio ilegal.

P: En España, uno de los principales objetivos de Pacma es acabar con las corridas de toros. ¿Qué piensa de este fenómeno?R:

Es una horrible tradición cruel que ha perdido totalmente su legitimidad. Cada vez más personas en España y en otros países reconocen que los animales son seres conscientes que merecen respeto y nuestra protección. Si queremos divertirnos o estimularnos, hagámoslo sin herir a nadie, ya sea hombre o animal. La grandeza de una nación puede ser juzgada por la forma en que trata a los animales, dijo Gandhi. Tengamnos una sociedad basada en la compasión y la sostenibilidad.

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