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Trump aprovecha Davos para vender Estados Unidos como un gran negocio

Los asistentes siguen por una pantalla gigante el discurso de Trump en una sesión plenaria del 48º Foro Económico Mundial de Davos (Suiza).

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El presidente estadounidense, Donald Trump, aprovechó su intervención este viernes en el Foro Económico Mundial de Davos para continuar abogando por una política exterior proteccionista al tiempo que ha animado a compartir el éxito económico del país. "El mundo está siendo testigo del resurgimiento de un EEUU fuerte y próspero y estoy aquí para dar un simple mensaje: Nunca ha habido un momento mejor para contratar, construir, invertir y crecer en Estados Unidos", expresó.

Así, el mandatario sacó pecho por haber logrado aprobar la mayor reforma fiscal en treinta años y, dirigiéndose a los empresarios presentes en el encuentro, afirmó que "ahora es el momento perfecto para que ustedes lleven sus empresas, sus empleos y sus inversiones a EEUU".

En este sentido, expresó que como presidente siempre pondrá a "EEUU primero, al igual que lo deberían hacer los otros líderes con sus países", si bien remarcó que eso no quiere decir que quiera un "EEUU solo". "Cuando EEUU crece, también lo hace el mundo", sostuvo, aunque remarcó que no permitirá que esto se produzca a costa de su país.

Por ello, ha asegurado que el país está abierto a negociar acuerdos comerciales que beneficien a toda la comunidad internacional, entre los que incluye los países del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TTP, por sus siglas en inglés). No obstante, al mismo tiempo, ha explicado que EEUU aplicará sus propias leyes comerciales y restaurará "la integridad del sistema". "Solo insistiendo en un intercambio justo y recíproco podemos crear un sistema que funcione no solo para EEUU, sino para todas las naciones", añadió.

En la misma línea, ha explicado que no volverá a tolerar las malas prácticas comerciales. "EEUU no volverá a cerrar los ojos ante las prácticas de comercio desleal, pues necesita ser justo y recíproco", aseveró, ya que considera que estas prácticas estaban "distorsionando el mercado". Por último, agregó que no se puede tener un comercio libre y abierto si algunos países "explotan el sistema a expensas de otros".

Niega que ordenara el despido de Robert Mueller

El presidente de Estados Unidos ha negado también que intentara despedir al investigador especial Robert Mueller, el hombre que está interrogando a destacados responsables de la Casa Blanca para determinar las circunstancias exactas de la injerencia rusa en las elecciones de 2016 con la presunta connivencia de la campaña de Trump, informa Europa Press.

"Noticia falsa, amigos, noticia falsa", ha desmentido Trump desde el foro de Davos, en Suiza, usando una de sus tradicionales coletillas (Fake News) contra los medios de comunicación. Medios como The New York Times, responsable de dar la información en primicia sobre el frustrado despido de Mueller.

Según las fuentes del diario, Trump acabó reculando cuando el asesor legal de la Casa Blanca Donald F. McGahn amenazó con presentar su dimisión si Trump insistía en cesar a Mueller, que también investigaba si éste había incurrido en un delito de obstrucción a la justicia en relación con el cese del exdirector del FBI James Comey.

Cuando Mueller se encontraba investigando el posible caso de obstrucción a la justicia, el presidente comenzó a acusar al fiscal especial de haberse visto envuelto en al menos tres casos de conflicto de intereses, lo que, según Trump, impedía que fuera imparcial a la hora de hacer frente a pesquisa.

En un principio, Trump aseguró que Mueller había dejado de ser socio del Club Nacional de Golf Trump cuando aún se encontraba al frente del FBI por una serie de diferencias. Posteriormente, el magnate indicó que Mueller no podría ser imparcial debido a que había trabajado recientemente para un bufete de abogados que también representaba a su yerno, Jared Kushner.

Tras recibir la orden de Trump de despedir a Mueller, el asesor presidencial se negó a solicitar ante el Departamento de Justicia la retirada del fiscal especial y, en vez de eso, aseguró que él mismo dimitiría.

McGahn no estaba de acuerdo con la decisión del dirigente estadounidense y así se lo comunicó a la Casa Blanca. Según el asesor, despedir a Mueller habría tenido consecuencias catastróficas sobre la Presidencia de Trump. Entonces fue cuando el presidente decidió recular y mantener a Mueller en su cargo, según han explicado las fuentes al citado diario.

Confianza en un acuerdo sobre los 'dreamers'

El presidente de Estados Unidos además se ha mostrado convencido de que demócratas y republicanos acabarán resolviendo en el Congreso la situación de los llamados dreamersdreamers —inmigrantes ilegales llegados a EEUU en su juventud y que han acabado formando familia allí— a pesar de las discrepancias a la hora de negociar la contrapartida a cambio de la legalización de su estado, esto es, la finalización del muro de separación con México.

Desde el foro económico de Davos, en Suiza, Trump ha garantizado que cuenta con el respaldo de su partido, el Republicano, hasta el punto de que figuras tan destacadas de la formación como el presidente de la Cámara de Representantes del Congreso, Paul Ryan, "ha reconocido que hacía décadas que no veía al partido tan unido".

Trump ha aprovechado para lamentar el rechazo del líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, a su propuesta de legalización a cambio de 25.000 millones de dólares para terminar el muro y poner fin a una discusión que provocó el cierre temporal del Gobierno de Estados Unidos por la incapacidad para acordar el presupuesto federal del año (y del que la construcción del muro forma parte).

"No creo que los demócratas se atrevan a cerrar de nuevo el Gobierno porque todas las encuestas han coincidido en que se trató de un error por su parte", ha dicho el mandatario en una entrevista con la cadena CNBC, en la que ha eludido hacer reproches directos contra Schumer.

"No voy a decir que le molieron a palos. ¿Por qué lo diría, cuando estoy negociando con él", ha declarado Trump, antes de insistir en la necesidad de cerrar lo antes posible la frontera para impedir la entrada de bandas criminales como la salvadoreña Mara Salvatrucha —que el presidente ha elegido como símbolo de la criminalidad latinoamericana—.

"Esa gente no solo pega tiros: te hace picadillo. Y yo no les quiero en mi país. Les estamos expulsando por miles. Miles", ha concluido el mandatario estadounidense.

Relación "muy buena" con Theresa May

El presidente estadounidense ha hablado también sobre la relación que mantiene con la primera ministra de Reino Unido, Theresa May: "Le puedo decir que mantengo una relación muy buena con vuestra premier. Está haciendo un trabajo muy bueno. Tenemos una relación extremadamente buena, aunque mucha gente diga lo contrario", ha señalado.

"La apoyo, apoyo muchas de las cosas que está haciendo y mucho de lo que de lo que dice. Os apoyo mucho, militarmente hablando. Os defenderemos si pasa cualquier cosa, aunque esperemos que no pase. Soy un enorme defensor de Reino Unido", ha concluido Trump.

El mandatario de EEUU ya había expresado la "especial relación" que comparten Washington y Londres este jueves, cuando aseguró que su supuesta enemistad con May era en realidad un "rumor falso". Hace un año, la primera ministra británica fue la primera dirigente internacional recibida por Trump tras la llegada de éste a la Casa Blanca. En esa reunión, la premier extendió una invitación para una visita de Estado que aún no se ha producido y para la que ni siquiera hay fecha.

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Además Trump ha declarado que no tenía la intención de ofender a Reino Unido cuando compartió vídeos antimusulmanes en Twitter el pasado noviembre, unos vídeos que habían sido difundidos por el líder de un grupo menor de extrema derecha.

En una entrevista concedida a la cadena británica ITV, Trump ha dicho que no sabía nada del grupo y que el hecho de reituitear el mensaje no conllevaba que estuviese de acuerdo y ha subrayado que es "la persona menos racista con la que nadie se va a encontrar ". El retuit provocó una ola de protestas desde Reino Unido y empujó al inquilino de la Casa Blanca a entrar en una disputa pública con May, que le criticó por haber compartido ese vídeo.

El presidente estadounidense ha subrayado que pedirá perdón si resulta que los miembros del grupo son racistas. "Lo que es justo, es justo. Si me dice usted que son gente horrible, gente horrible y racista, pediría perdón si es lo que quiere que haga", ha afirmado Trump. "No sé nada de ellos. No quiero que se me relacione con esa gente, me está hablando usted de ese grupo porque no sé nada de ellos", ha añadido el dirigente. Trump ha subrayado que no quería causar ningún tipo de dificultad a Reino Unido, un país que le gusta mucho. 

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