La agencia humanitaria Unrwa tiene los días contados: Gaza dejará de ser habitable en 2020

Un día más es un día menos de esperanza para Palestina. No sólo las bombas tambalean los cimientos humanitarios en el territorio palestino. La Administración de Trump anunció el pasado 31 de agosto que retiraría todos los fondos destinados a la Unrwa, una agencia que depende de las Naciones Unidas y se encarga de dar apoyo a los refugiados palestinos. Con este recorte presupuestario, la situación de Palestina es aún más difícil. La reducción de presupuesto destinada a la ayuda de refugiados palestinos por parte de Estados Unidos ha dejado un déficit de 182 millones de euros.

La Unrwa nació en 1949 bajó el mandato de la Asamblea de las Naciones Unidas con el reto de dar ayuda a la población refugiada palestina en Oriente Medio. Opera en Jordania, Líbano, Siria y los territorios palestinos (Cisjordania y la Franja de Gaza). Su misión es proteger y defender los servicios esenciales como la sanidad y la educación de 5,4 millones de palestinos que suponen la tercera parte de los exiliados en el mundo. 

Esta agencia de Naciones Unidas ofrece programas de ayuda humanitaria en 58 campamentos, donde da servicios de educación, sanidad, servicios sociales. Gestiona más de 700 escuelas en las que estudia medio millón de alumnos, presta atención sanitaria a 128 centros sociales y gestiona 49 centros sociales y de formación para mujeres, entre otros servicios, según recoge su página web. 

En enero de este año, el Gobierno de Trump redujo de 350 millones de dólares a 60 millones el presupuesto destinado a la agencia para el refugiado aunque "en ningún momento se notificaron las razones específicas de este recorte", destaca Pierre Krähenbühl, Comisionado General de la Unrwa. Estados Unidos arguye que corta esta ayuda porque le supone una carga presupuestaria "desproporcionada" y la considera "una operación irremediablemente fallida" ya que se limita a dar ayuda sin ofrecer un futuro a los palestinos.

El embajador de Palestina en España, Musa Amer Odeh explicó: "Mientras haya refugiados, esta agencia tiene que existir. El día que no haya refugiados no tendrá sentido que exista". Ahora Trump ha decido poner en peligro la existencia de la Unrwa para terminar con el problema "de raíz".

Este recorte llega después de que la Asamblea General de las Naciones Unidas condenase la decisión unilateral de que EEUU reconociese a Jerusalén como capital de Israel en mayo de este mismo año, coincidiendo con el aniversario del Estado Hebreo o Día de la Nakba, la catástrofe que expulsó a los palestinos  de sus tierras en 1948.

Benjamin Netanyahu da la bienvenida a Ivanka Trump y Jared Kushner a una ceremonia de recepción de la delegación estadounidense antes del traslado de la embajada de EE. UU. a Jerusalén en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel en Jerusalén. | EFE

La Administración de Trump está trabajando en El Acuerdo del Siglo, impulsado por el yerno del mandatario estadounidense, Jared Koushner, de la mano de Benjamín Netanyahu. El objetivo de este "acuerdo" es acabar con el problema de refugiados por una vía rápida: cambiar la definición de refugiado palestino para que sólo se aplique a los que fueron desterrados en el año 1948 y no a su descendencia. De esta manera, solo considerarían refugiados aquellos que ya han muerto o estarán próximos a la muerte.

En diciembre el alto comisionado de la Unrwa, Krähenbühl, mantuvo una conversación con altos funcionarios de la administración americana. En esa reunión “se elogió el trabajo, gestión y transparencia de la agencia y se reanudó el compromiso de financiación”, explica Raquel Martí, directora ejecutiva de la Unrwa en España. Sin embargo, “un mes más tarde empieza a dar los primeros pasos para recortar la financiación”, añade.

Diezmar los fondos es “un paso más para poner ese plan en marcha. La Administración de Trump cree que terminar con la Unrwa es el paso previo a terminar con los refugiados de Palestina y acusa a la agencia de las Naciones Unidas de mantener el estatus de refugiado y perpetuarlo en el tiempo.  “La agencia, en contraposición a lo que dice Estados Unidos, no perpetúa el status de refugiado”, explica Martí.  "Lo que no puede hacer el Congreso de los EEUU es borrar el estatus de refugiados de 5,3 millones de personas, y no recoger en El Acuerdo del Siglo el derecho de retorno.  Todas estas acciones "forman parte de un plan para alcanzar la paz en oriente medio", explica Raquel Martí. 

La situación de la agencia es crítica: “El déficit es enorme y se necesitarían muchas más contribuciones internacionales”, denuncia Martí. Aparte de pedir financiación, “se ha tenido que reducir la plantilla de 33.000 trabajadores, rescindir contratos con personas con las que llevábamos trabajando 20 años",  ya que muchos de los trabajares de la agencia son refugiados palestinos (cerca del 99%). De esos trabajadores, 10.000 están en Gaza. "Echar a la calle a esos refugiados significa que toda la familia deja de tener ingresos”, critica Martí.

A mediados de agosto, el organismo anunció que 711 escuelas que dan cobertura a 526.000 niñas y niños refugiados abrirían a tiempo para empezar el curso a tiempo. Pierre Krähenbühl subrayó que la "Unrwa no está en absoluto fuera de peligro".

Dependiendo de la celeridad con la que se consiga el presupuesto necesario para suplir el déficit la situación de la Unrwa podrá seguir brindando ayuda. De momento, los trabajadores han organizado una huelga, ya que quedan cinco días para acabar el mes y muchos de ellos perderán sus trabajos.

Empleados de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) se manifiestan para rechazar las políticas de recortes por la masiva crisis financiera que sufre, en la Ciudad de Gaza el 19 de septiembre de 2018. | EFE

La agencia ha tenido que cerrar programas y proyectos a medida que el presupuesto va desapareciendo: en Cisjordania se ha reducido la ayuda de alimentos y sólo se dará ayuda a las poblaciones beduinas o a las familias extremadamente vulnerables, dejando sin ayuda a muchas otras familias también vulnerables. En Siria, se va a "distribuir la última ronda de alimentos este año" y a partir de ahí, se eliminará este programa.

Los trabajadores especializados en salud mental (médicos, psicólogos...), los programas de género y los kits higiénicos para bebes, pañales para adultos, mantas o colchones se verán reducidos o eliminados en algunas zonas, como es el caso de Siria donde la ayuda se limitará al dinero en efectivo. En Gaza, se va a mantener la distribución de alimentos, sin embargo, los programas de mejoras en las casas afectadas en la guerra de 2014 se eliminará. "Si teníamos diez líneas de financiación en Gaza, se van a quedar en dos", denuncia Raquel Martí. 

Ya en el año 2012, un informe de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo alertaba de la situación de La Franja de Gaza: podría ser inhabitable en el año 2020 si el deterioro continuase. La situación de bloqueo, lejos de mejorar es devastadora para la Franja. "Gaza se volverá económicamente inviable y las condiciones socioeconómicas ya sombrías solo se pueden deteriorar" rezaba dicho informe en 2012.

Una niña entre los escombros después de un bombardeo en el año 2018 en la Franja de Gaza. | EFE

Ayuda internacional

El Gobierno alemán, tras el anuncio de la retirada de la partida presupuestaria de Estados Unidos, se ha comprometido a aumentar el dinero que destinaba hasta ahora, una contribución que rondará los 81 millones de euros.

En España, el Consejo de Ministros aprobó el pasado 7 de septiembre el aumento de la contribución española a la agencia, por lo que pasará de 1 a 2 millones de euros, según anunció en ministro de Exteriores, Josep Borrell.

Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Arabia Saudí anunciaron 50 millones de dólares cada uno, según Pierre Krahenbuhl, comisionado general de Unrwa en El Cairo. Por otro lado, Japón, China e India también han ofrecido un apoyo nuevo o mayor.

Tambores de guerra en Gaza

Ver más

El Ayuntamiento de Madrid destinará a esta agencia de Naciones Unidas 200.000 euros que servirán para el tratamiento médico de 150 personas, en Líbano. Krahenbuhl recuerda que todavía se necesitan aproximadamente “200 millones para acabar con el déficit de este año”.

El pasado 20 de septiembre, el comisario europeo de Política Europea de Vecindad y Negociaciones de Ampliación, Johannes Hahn‏, anunció a través de su cuenta de Twitter la intención de aportar 20 millones de euros  en respuesta  a la aguda crisis en la que se encuentra la Unrwa​​​​​​​, aunque no se ha concretado cuando se hará efectiva esa ayuda económica.