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'Corona-news': por qué mueren más hombres, la difícil reconversión de las fábricas y la liberación de presos en EEUU

Una científica brasileña trabaja en un laboratorio de la Universidad de Sao Paulo.

Dolores Armijo

infoLibre resume las informaciones más interesantes sobre el Covid-19 publicadas en la prensa internacional. Esta es nuestra selección de hoy.

Por qué mueren más hombres a causa del Covid-19 (The Guardian)

Los datos de diferentes países demuestran que el Covid-19 no sólo discrimina por la edad y por las condiciones de salud subyacentes, sino también por sexo. En Italia son hombres el 71% de los fallecidos, mientras que en España esa cifra se sitúa en torno al 64%. The Guardian analiza las diversas teorías que se han planteado para explicar este hecho.

Al principio se sugirió que fumar era una explicación probable. La hipótesis del tabaquismo fue respaldada por un estudio, publicado el mes pasado, que encontró que los fumadores constituían alrededor del 12% de aquellos con síntomas menos severos, pero el 26% de quienes terminaron en cuidados intensivos o murieron.

También se planteó la importancia de los diferentes hábitos entre géneros. Algunos estudios sostienen que los hombres se lavan menos las manos, usan menos jabón, buscan menos atención médica e ignoran en mayor medida los consejos de salud pública. Se trata de meras generalizaciones, admite el periódico británico, pero en relación al total de la población podrían poner a los hombres en mayor situación de riesgo.

En todo caso, entre los expertos se abre paso la idea de que el papel clave está en ciertos factores biológicos fundamentales. Diversas investigaciones han revelado que los hombres tienen respuestas inmunes antivirales innatas más bajas a una serie de infecciones, entre ellas la hepatitis C y el VIH. Los estudios en ratones sugieren que esto también puede ser cierto para los coronavirus, aunque el Covid-19 aún no ha sido estudiado específicamente. 

Las hormonas también pueden ser otro factor: se ha demostrado que el estrógeno aumenta las respuestas antivirales de las células inmunes. Y muchos genes que regulan el sistema inmunológico están codificados en el cromosoma X (del cual los hombres tienen uno y las mujeres dos), por lo que es posible que algunos genes que participan en la respuesta inmunológica sean más activos en las mujeres que en los hombres.

La difícil reconversión de las fábricas (Der Spiegel)

El plan suena prometedor: Volkswagen y otros fabricantes de automóviles anunciaron que durante la crisis del coronavirus, en lugar de coches, pronto suministrarían material para respiradores y otros equipamientos médicos. Pero los expertos consultados por Der Spiegel no ponen grandes esperanzas en la ayuda de las compañías de automóviles: no es realista pensar que empresas ajenas al sector puedan transformar su producción en tecnología médica compleja.

Los problemas principales para esa reconversión serían la costosa certificación, el suministro de piezas y el conocimiento de los procesos de producción. Y, por supuesto, la cuestión de la seguridad. Esto es fundamental en un producto como un respirador, destaca el ingeniero Niklas Kuczaty: "Si falla, el paciente está muerto".

No obstante, los expertos si ven posibilidades de que empresas ajenas a la industria médica puedan ayudar, sólo que con material que entrañe un menor riesgo. Un buen ejemplo es el fabricante textil Trigema, que ahora también produce mascarillas. O la compañía de colchones Schaumstoffe Wegerich, que también está fabricando mascarillas, aunque sin certificación.

Miles de presos liberados en Estados Unidos (The washington post)

En medio del temor a que el coronavirus se abra paso en las cárceles, los condados y estados están liberando a miles de reclusos en EEUU, según explica The Washington Post. Y el sistema penitenciario federal está recibiendo una intensa presión para tomar medidas similares. Alrededor de 2,3 millones de personas están encarceladas en prisiones locales, estatales y federales.

Los funcionarios de prisiones han advertido de que las condiciones de hacinamiento e insalubridad podrían convertir las cárceles en un refugio para el virus, poniendo en peligro no sólo a los reclusos, sino también al personal que trabaja en ellas, así como a sus familias y comunidades.

Defensores de una reforma de la justicia penal de distinto signo político instaron a Donald Trump a utilizar su poder de indulto para conmutar las sentencias de los reclusos con derecho a la denominada "liberación por compasión" –que permite el confinamiento en casa de los presos que están gravemente enfermos– y de otros presos que podrían estar en peligro, en particular los ancianos y los que tienen afecciones médicas.

Además, 14 senadores demócratas y republicanos enviaron esta semana una carta al Departamento de Justicia, que supervisa el sistema penitenciario federal, pidiéndole que haga pleno uso de su poder para liberar a los ancianos, enfermos terminales y reclusos de bajo riesgo para que cumplan sus penas en reclusión domiciliaria.

¿Puedo convertirme en inmune al coronavirus? (The New York Times)

Mientras que el número de personas infectadas con el coronavirus supera las 500.000 en todo el mundo, los científicos están luchando con una de las cuestiones más apremiantes de la pandemia: ¿las personas que sobreviven a la infección se vuelven inmunes al virus? The New York Times explica que la respuesta a esta pregunta es un "sí", aunque con ciertas incógnitas.

El aumento de la inmunidad en la comunidad es de hecho la forma en que termina una epidemia: cuando haya cada vez menos personas por infectar, el coronavirus perderá su fuerza y hasta los ciudadanos más vulnerables quedarán más aislados de la amenaza.

La inmunidad también puede traer consigo un tratamiento temprano. Los anticuerpos recogidos de las personas que se han recuperado pueden ser utilizados para ayudar a los que luchan contra la enfermedad.

Los anticuerpos generados en respuesta a la infección de algunos virus –polio o sarampión, por ejemplo– otorgan una inmunidad de por vida. Pero los anticuerpos contra los coronavirus que causan el resfriado común persisten sólo de uno a tres años, y eso puede ser cierto también para su nuevo pariente. Así que se desconoce cuánto tiempo permanecerán inmunes las personas infectadas con el coronavirus.

La mayoría de las personas que se infectaron durante la epidemia de SARS tenían una inmunidad a largo plazo que duraba de ocho a diez años, mientras que quienes se recuperaron del MERS tuvieron una protección mucho más corta. Aún así, incluso si la protección de los anticuerpos fuera de corta duración y las personas se reinfectaran, el segundo ataque con el coronavirus sería probablemente mucho más leve que el primero.

Cómo dirigir un negocio sin oficinas (The Economist)

Ahora que el coronavirus está obligando al teletrabajo a muchas empresas, The Economist se pregunta qué lecciones se pueden aprender de aquellas compañías que ya tenían antes de la actual crisis a sus trabajadores repartidos por el mundo ("distributed firms", en inglés).

Las empresas distribuidas existen gracias a una panoplia de herramientas digitales, desde servicios de mensajería corporativa como Slack (chat) y Zoom (videoconferencia), hasta compañías menos conocidas como Miro (pizarras virtuales para el intercambio de ideas) o Donut (que busca forjar vínculos personales entre los empleados). Otras, como Process Street, Confluence o Trello, ayudan a gestionar el flujo de trabajo y a llevar un control de lo que ocurre en los pasillos virtuales, lo que es fundamental cuando las personas no comparten el mismo espacio físico. 

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Además de las nuevas herramientas, las empresas basadas en el teletrabajo necesitan prácticas de gestión novedosas. Una regla es no mezclar a los equipos que trabajan en oficinas con los que lo hacen a distancia. Quienes teletrabajan a menudo se sienten excluidos en ese tipo de reuniones mixtas. El jefe de GitHub, Nat Friedman, hace que todos los empleados –incluido él mismo– se conecten a las reuniones virtualmente, incluso si están en la oficina.

Espiar para ver si alguien está trabajando es otra medida que se debe evitar. Los teletrabajadores no se entretienen, como temen algunos directivos. Confíe en su equipo, establezca objetivos claros y, siempre que sea posible, medibles. Esa es la recomendación de Kyle Mathews, dueño de la startup Gatsby.

La confianza también requiere transparencia y claridad, razón por la que es clave documentar las cosas, afirma Michael Pryor, cofundador de Trello (con un de 80% del personal teletrabajando). Los debates que conducen a una decisión deben ser plasmados por escrito para que todos entiendan las alternativas que se han barajado. 

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