Muy fan de... Wert

Querido profesor Wert: el más nombrado, el más criticado, el más cuestionado, lo tuyo es para nota. Defensor a ultranza de la meritocracia, has conseguido, por méritos propios, ser el primero de tu gabinete en la asignatura de sembrar polémica -y eso que tienes algunos compañeros de promoción gubernamental que son auténticas lumbreras en la materia-. Pero tú eres mucho más grande que todos ellos, menudo curso llevas, José Ignacio, para sobresaliente Cum Laude, dan ganas de regalarte una bicicleta...

Lo confieso, soy muy fan de ti, de tu notable capacidad para provocar que, cada vez que abres la boca, salten chispas. Aún recuerdo la que liaste con la “españolización de los alumnos catalanes”. Felicidades, maestro, una sola frase y conseguiste calentar el otoño catalán con más potencia que Gas Natural. Y ahora que empiezan a llegar las altas temperaturas, ahí sigues tú, inasequible al desaliento, encendiendo al personal. So hot...

Oye, una pregunta tipo test, lo de cabrear a la peña: a) te sale por casualidad; b) lo tienes bien estudiado. Porque no es fácil conseguir que salgan a la calle a protestar juntos, padres, profesores y alumnos; que algunos estudiantes, de esos que atienden en clase -galardonados en los Premios de Fin de Carrera-, te nieguen el saludo mientras les entregas un diploma con una sonrisa; que tu idea de exigir una nota más alta para obtener una beca, haya disgustado a los consejeros de la mayoría de las Comunidades autónomas, incluso las que gobierna el PP. Si es que siempre has sido muy cañero, te he leído presumir de que en tiempos de Franco, militabas en un partido ilegal, Izquierda democrática. ¡Qué tío, ya eras un antisistema!

Me gustas porque triunfas en todos los escenarios, hasta el público respetuoso que va a la ópera en el Real, te abuchea para castigar tu desafinación en la gestión de la cultura y la educación -a ver, igual lo que pasó es que se infiltraron unos óperaflautas, ya no se puede una fiar de nadie-. La cuestión es que donde vas, te silban, como a una estrella del rock. Tú provocarías gritos hasta en una mani de mimos.

Soy muy fan de tu sonrisa, José Ignacio, porque leer algunos datos, como que en este momento hay más de 30.000 universitarios al borde de la expulsión porque no pueden pagar sus matrículas, amarga el rictus de cualquiera, pero tú tan feliz. Y te oigo defender incansable “la cultura del esfuerzo” y estoy tan de acuerdo contigo... Sí, soy muy partidaria de “la cultura del esfuerzo de los padres” por conseguir que sus hijos tengan la oportunidad de acceder a una formación académica tan buena como la del resto. Por eso me parte el alma que sientan que han suspendido como padres si no les llega el dinero para costearles a éstos los estudios.

Ah, tu idea de equiparar la religión al resto de materias troncales -que cuente para la media del curso, para el acceso a becas y para poder repetir-, también me parece un acierto. Con las expectativas que les estamos dando a los que están en pleno proceso de estudio y de construcción de futuro, más vale que se pongan a rezar...

Lo último que hemos sabido sobre ti es que el Partido Popular ha preparado una campaña para mejorar la imagen de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), a ver si alguien la compra. Yo les propongo un eslogan por si no lo tienen aún: A Wert cómo nos lo montamosA Wert cómo nos lo montamos. Porque tratar de vender, en plena crisis, las bondades de una subida de tasas al tiempo que se aumenta la exigencia para acceder a las becas, está difícil, la verdad. Dificultar el acceso a la Educación pública de los más débiles -que son más cada vez- no es muy vendible. Como idea de campaña, propongo que hagan contigo una versión actualizada de aquel anuncio de Coca-Cola con acento argentino, porque tú sí que eres capaz de encenderles a todos la chispa de la vida: “A los actores, a los directores, a los maestros, a los alumnos, a los rectores, a los aficionados a la ópera, a los consejeros de educación...”

En fin, José Ignacio, si tu intención era pasar a la historia por el método que hablen de ti aunque sea bien, te diré que progresas adecuadamente. Pero si querías aprobar como ministro, te recuerdo que sacaste un 1,76 en la última valoración del CIS. Alumno Wert, necesitas mejorar.