MUY FAN DE...

Berlusconi

Caro Silvio, aquí una fan. Lo sé, sólo soy una de tantas y de tantos, es inevitable sucumbir ante tus encantos irresistibles, si hasta tú te gustas a ti mismo más que comer con los dedos... Mira que trato de olvidarte para dejar de sufrir en vano, pero es que me encuentro contigo en los periódicos cada dos por tres y, claro, así no se puede.

Vuelves a estar en el candelero con esa frase que tiene a medio mundo mirando a Italia y a media Italia mirando al Senado: Si caigo yo, cae el gobierno. Magistral, rotunda, brillante, habría dado para título de una novela del gran Mario Puzo. Pero, vamos a ver, ¡están locos estos romanos! a quién se le ocurre tratar de aplicar esa ley Severino que puede expulsarte del Senado por tu condena por fraude fiscal, ¿acaso no saben quién eres? Leyes a ti... Si hasta dicen que has grabado un vídeo en el que anuncias el caos. Qué grande, seguro que apareces en pantalla escoltado por una legión de Mama Chichos.

Experto como eres en subir la temperatura del ambiente, con ese arte que te gastas para convertir la política en un Bunga-Bunga continuo, el calentón de tu amenaza ha llegado hasta la piel de la prima italiana -la de riesgo- y por primera vez en año y medio ha superado a la española, si lo que tú no calientes... Italia empezando a salir de la recesión, dicen los expertos, y ahora en un nuevo sinvivir por la inestabilidad que sobrevuela el gobierno del que forma parte tu partido y todo per te, soy muy fanper te.

Pienso en aquellos que dicen que se acerca el final de tu vida política y me pregunto cómo va a poder il mondo, que no ha parado ni un momento, prescindir de un líder de tu talla, "Napoleón hizo más que yo pero yo soy más alto", comentaste un día. Cómo van a arrinconarte y a privarnos de tu sabiduría inagotable, de esas frases que definen tan bien lo que tú eres, aún recuerdo cuando dijiste: “Creo que no tengo el pecho lo bastante ancho como para contener todas las medallas que merezco por todo lo que he hecho por el país” ¡Bravo! Y no te me acomplejes, unos son de pecho ancho y otros sois de cara dura...

Claro que te mereces medallas, muchas, no solo por lo que has hecho por Italia, sino también por el resto del mundo, encomiable tarea la del bufón capaz de hacer reír a los poderosos, nunca te agradeceremos lo suficiente tu papel de cachondo de la clase en esas cumbres europeas y mundiales llenas de líderes aburridos. Eras tú quien contaba los chistes y ponía los cuernos al de delante en las fotos de familia -que se lo digan a Josep Piqué-. Bravissimo, parecías el que anima una de esas reuniones de exalumnos del instituto que se han reencontrado en Facebook.

Y cómo olvidar las palabras que dedicabas a tus homólogos, a Obama, por ejemplo, del que dijiste: “Es joven, guapo y está bronceado", nadie como tú cortando trajes, ni Armani, macho. Pero te superaste con la poderosa Merkel a la que calificaste de "infollable" yo, en mi inocencia, creí haber leído "infalible" pero no, lo dijiste con todas letras, tú no te cortas un pelo -que tu pasta te ha costado-. Lo que son las cosas, luego resultó que fue Angela la que te pasó a ti por la piedra para colocar al profesor Monti en tu lugar, ya sabes Silvio, no siempre la vita è bellala vita è bella.

Dicen que por tu edad no pisarás la cárcel, pase lo que pase, pero que existe la remota posibilidad de que te condenen a arresto domiciliario o a realizar servicios sociales, oye, que igual esto último no está tan mal, piénsatelo, siempre podrías actuar en las residencias de ancianos, tienes experiencia como cantante en cruceros, si es que eres un artista.

En fin, Silvio, algunos quieren que pierdas tu ardor político y ese no se puede recuperar con viagra pero yo no pierdo la esperanza de que resurjas una vez más de tus cenizas, Nerón, a tu lado, era aprendiz de fallero, si tú dices que puedes hacer arder Roma, que vayan llamando a los pompieri - lo que vienen siendo los bomberos-. Ciao, caro.

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