MUY FAN DE...

Muy fan de... Monedero

En estos días sólo se habla del frío y de ti; del temporal que asola el país y de la tormenta que ha provocado tu situación fiscal; de coches escondidos bajo la nieve y de tu misteriosa desaparición; de las personas incomunicadas en pueblos gélidos y del comunicado de Podemos que nos dejó helados.

Si a las olas de frío las bautizaran como a los tornados, ésta tendría que llamarse Monedero, por alusiones. Muy fan.

La que se ha liado con tu manera de declarar lo ganado y de no aclarar lo dudado.

Sobre “lo declarado”, quedan dudas por despejar, pero hay alguna certeza: has hecho una complementariacomplementaria, como cualquier contribuyente que necesita corregir un error anterior. Al enterarme pensé que, un día cualquiera, mientras emparejabas calcetines, caíste en la cuenta: “Coño, igual tenía que haber declarado los 425.000 como persona física y no a través de una empresa de reciente creación, a ver si se ha colao el asesor…Nada, nada, por si acaso, hago una complementaria y pago lo que haga falta, menudo soy yo”.

Pero claro si, tal y como adelantaron El Mundo y La Vanguardia, es cierto que la presentaste el pasado 29 de enero, semanas después de que aparecieran todas aquellas informaciones que hablaban de irregularidades, en el peor de los casos, y de cierta falta de ética fiscal de tu persona física, en el mejor; lo de la inspiración repentina parecía poco verosímil…

Así que para salir de dudas, me leí de pe a pa el comunicado de Podemos y ya me lié del todo. Especialmente con dos párrafos: “Juan Carlos Monedero se ha sometido siempre al asesoramiento de profesionales y, en efecto, en ningún momento ha incumplido las normas que estipula la Agencia Tributaria.”

“Ante las acusaciones vertidas por diversos medios de comunicación y representantes políticos, y a efectos de que no quedara la más mínima duda o polémica, Juan Carlos Monedero optó por elegir la opción que fuera más favorable para la Hacienda Pública y hacer una declaración complementaria voluntaria sin que existiera ninguna notificación de Hacienda”.

A Dios pongo por testigo que lo leí con las gafas de cerca repetidas veces y, todas ellas, entendí lo mismo: Juan Carlos lo había hecho todo perfecto, pero como hay una campaña orquestada, el tío se ha invitado a 200.000 euros ¡como estos!…

Claro, flipé. Porque, si esto es así, habría que dedicarte dos rotondas, sacarte en procesión y nombrarte ciudadano-donante-ejemplar-del siglo, pero ya, por aflojar 200.000 pavos para Hacienda sin tener por qué.

Pero, si esto no es así y sí tenías por qué, este comunicado… Ejem.

Resumiendo, en cuanto a “lo declarado” siguen existiendo más dudas que antes de que el seleccionador nacional haga pública la alineación pero, en lo referente a “tu modo de no aclarar lo dudado”, no tengo ni la menor, Juan Carlos: tenías que haber sido nítido, diáfano y cristalino desde el minuto uno. Si el cielo se toma por asalto, la razón se gana con argumentos.

El silencio va bien para los conventos de clausura y la posición defensiva, para el fútbol. Bueno, ni en el fútbol tiene buena prensa echarse atrás, si quieres ver a mi cuñao echando espuma por la boca, dile la palabra catenaccio.

Resulta chocante que justo cuando surgen tantas preguntas acerca de ti, no estés en cuerpo y alma para responder. Se diría que, después de la multitudinaria concentración del 31 de enero, te recogieron junto con el escenario. ¡No estarás griposo, que ese virus no respeta ni a la casta más recia…!

Después de haberte oído gritar “¡¡Montoro, no te tengo miedo. Tengo las cuentas al día!!” con ímpetu belenestebanil, tu ausencia es inquietante… Ni Carmen Lomana sabe por dónde andas.

En algo tienes razón, te tienen ganas. Te tienen ganas los que ven en Podemos un duro y nuevo rival político que promete terminar con ciertos chollos de los viejos tiempos. Obviamente os tienen ganas.

Pero también te tienen ganas, de un modo bien distinto, tus seguidores. Ganas de que cumplas, cumpláis, con lo prometido. De que des, deis, ejemplo de que no te pareces, os parecéis, ni de lejos a aquello y aquellos a los que denuestas, denostáis. Los que desean que en el tiempo nuevo, entre otras cosas, el deporte nacional deje de ser “echar balones fuera”.

Si te incomoda la campaña orquestada a la que aludís constantemente, imagínate cuánto daño puede hacerle a tu formación la campaña protagonizada, desde dentro, por quien es rotundo al pedir explicaciones y tibio o esquivo cuando le toca darlas. “Estamos esperando a que te expliques, tic, tac”, empiezan a decir algunos de vuestros seguidores.

Los que ya confían ciegamente y los que se están pensando si deberían hacerlo merecen una explicación y, como representante de ellos que eres, se la tienes que dar, que como representante que eres, les debes una explicación…

Muy fan de... Jordi Pujol

“La gente de abajo” que puede depositar su ilusión en la urna o decidir guardarse la papeleta para otros o para otra ocasión, se merece algo más que una rabieta o un comunicado.

Como defendía tu admirado Gramsci: “La verdad debe ser respetada siempre, independientemente de las consecuencias que tal respeto pueda traer.”

Explícate, que sí se puede. Ah, y cambia de asesores.

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