Caníbales

Domesticados

El viernes por la tarde me choqué con una pareja mayor. La mujer agarraba del brazo al marido y el marido se mojaba encima. Sonreí a la mujer, con solidaridad y aprecio. ¿Alzheimer? ¿Demencia? ¿Qué? Lo único claro era el amor: la mujer le agarraba con cariño y firmeza, le agarraba orgullosa aunque él se empapara, le agarraba no para controlarlo sino para que él se sintiera seguro.

***

Amor.

Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.y entrega

***

Entrega.

Atención, interés, esfuerzo, etc., en apoyo de una o varias personas, una acción, un ideal, etc.

***

Yo había renunciado a toda vida social e iba con prisa para encerrarme y, durante dos días y tres noches, cuidar sola de una cachorrita que todavía no puede salir a la calle. Una perrilla de apenas dos meses recién llegada a nuestras vidas.

Por eso tenía muy presentes tres palabras: amor, entrega y educación.

Crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes.

O sea que pensaba también en Yamato Tanooka que, por fin, había aparecido.

***

¿Educamos o domesticamos?

La teoría es obvia, la práctica mucho más jodida.

Todo indica que el padre de Yamato optó por domesticar.

Reducir, acostumbrar a la vista y compañía del hombre al animal fiero y salvaje.

Hacer tratable a alguien que no lo es, moderar la aspereza de carácter.

***

¿Quién juzga la fiereza, la aspereza, el salvajismo? ¿No es ése, siempre, un juicio subjetivo?

***

Domesticar es someter.

Es obligar a obedecer porque sí. A que no seas tú mismo, a que no molestes.

***

La cachorrita y yo hemos pasado horas y horas observándonos. Mi obsesión no era domesticar, sino enseñar: que no mordiera lo que le podía hacer daño a ella (cables) o a mí (mis pies), que aprendiera a no manchar toda la casa y, por encima de todo, que aprendiera a confiar.

***

La última vez que eduqué a un perro fue hace veinticinco años. No había Internet ni pijadas. Ahora la web regala información y todo tipo de contradicciones sobre la crianza, y el mercado ha evolucionado hasta el absurdo: empapadores, sprays antimicciones, sprays que provocan la micción, clickers, mordedores para las encías…

Nada.

***

Para educar, hace falta atención: ¿Qué hace? ¿Por qué? ¿Qué quiero yo? ¿Por qué? ¿Qué es mejor para ella? ¿Por qué?

Como con los bebés, cierro los ojos cuando ella los cierra; como cuando ella come; juego cuando ella juega. Y duermo con el oído alerta. El sonido de unas patitas significa riesgo: cable, pis, caos. El sonido de unas patitas significa también amor (mimos, atención, juegos) y necesidad (hambre, sed y, otra vez, amor).

***

Limpio, acaricio, juego, niego… La perrita me persigue, me quiere y confía.

Yamato, en cambio, a los siete años, asumió que lo habían abandonado. Ni siquiera esperó a que sus padres volvieran. Yamato no confiaba: se echó a andar y encontró un refugio.

***

Yamato ha vuelto a vivir con sus padres y dicen que los ha perdonado.los ha perdonado

***

La noche del domingo la cachorrita y yo hablamos de lo básico: fútbol y política. Populismo contra estabilidad. Cambio contra casta. Anuncios con gatos. Anuncios en bares. Anuncios entre amapolas. Programas con niños.

Los candidatos han simplificado sus mensajes hasta el extremo (“Nos toman por votos”, que decía El Roto).

- Intentan domesticarnos con tanta simplicidad- le digo.

- ¿Los medios o los candidatos?- me pregunta la perrita.

***

Que viene el coco

El lunes me relevan y el nuevo turno se sorprende de que la cachorrita ya sepa (casi siempre) hacer sus cosas (más o menos) en su sitio y de que me obedezca cuando le pido que deje un cable.

- ¡Qué suerte!

Suerte, sí, claro. Y, sobre todo, atención y amor.

Más sobre este tema
stats