Las tensiones de pareja-trío entre Junts pel Sí y la CUP

Pimpinela saca nuevo disco en un momento muy oportuno, cuando la pareja-trío Junts pel Sí-CUP atraviesa momentos difíciles. La CUP dijo que de aprobar los presupuestos res de res (♪ “Y qué culpa tengo yo de que seamos tan distintos” ♪), Junqueras afirmó que el veto era un error (♪ “yo qué soy, qué lugar ocupo, hoy soy tu amante soy tu amiga, soy una desconocida”♪) y Puigdemont dio por roto el pacto de estabilidad (♪ “Bronca, estamos llenos de bronca, ya no somos ni la sombra de aquello que fue una vez” ♪). Muy fan.

Justo cuando los sondeos electorales juegan a adivinar las posibles parejitas o tríos de gobierno que pueden salir del 26-J –en esta especie de edición sin fin de Supervivientes, con el paisanaje más quemado que el cutis de Mila Ximénez–, se tambalea ese pacto de estabilidad en Cataluña que cerraron en enero por los pelos y el pelazo de Puigdemont.

Dijo el president: “Si llego a saber que el acuerdo con la CUP iba a mutar, no me meto”. Claro, Carles fue 'princesa por sorpresa' y ahora debe de tener la sensación de que en vez de ir en carroza camino del independentismo, va montado en una calabaza en la que, como pille una pendiente empinada, se deja los piños.

En las discusiones de pareja, cada uno suele echarle la culpa a la otra parte. El diputado de la CUP, Benet Salellas, responsabiliza a los hombres fuertes de Convergència por no ceder en ninguna de las peticiones de la CUP y Francesc Homs, de CDC, afirma en un mitin: “¿Cómo pueden tener la jeta de hacer discursos y ponerse al lado de los más débiles, cuando han impedido que tengan un poco más?".

O sea, mal rollito que Pimpinela explicaría a su manera:

Lucía: Ya no me importa si te quedas, ya no me importa si te vas, aunque en el fondo y ote quiera, aquí ya no te aguanto "más" ♪.

(Un momento, ¿es casual esa alusión a un ex “Más”?)

Joaquín: Y es que me tienes aburrido, con tu vacío existencial, ya sólo me hablas por el Facebook y yo no sé ni usar el fax ♪. 

(Ah, vale, era para rimar con “fax”. Seguimos).

En este lío de trío Junqueras ocupa el centro de la cama. A través de él se unen dos polos opuestos, es el pavo del sándwich. Y, según el asunto a tratar, hay más cercanía con uno que con otro. Por ejemplo, son sus presupuestos –como titular del departamento de economía– los rechazados por la CUP, pero en lo relativo al IRPF estaban mucho más acurrucados los del lado izquierdo de la cama que los del derecho. Hace unos días, Puigdemont y Junqueras andaban a la greña por este temazo y parecía que la cosa había pasado de Junts pel Sí a 'Encabronats pel IRPF'.

Desde fuera, los que nunca aprobaron esta relación dicen que se veía venir, que no lo arreglarán, que la cosa terminará en divorcio. Es la interpretación objetiva de lo que han dejado ver los protagonistas en estos días, sí, pero también un poquito aderezada con el deseo de que se desestructure la pintoresca familia.

Desde dentro las cosas se ven de distinta manera según quién las cuente. Dicen en la CUP que siguen tendidos los puentes, que continuarán colaborando en la construcción de la república catalana. En plan famoso con gafas de sol que responde a la prensa del corazón en el aeropuerto: “¿Ruptura? Jajaja para nada. No inventéis cosas, por favor”. Mientras, Carles da un golpe de melena y anuncia que se someterá a una moción de confianza en septiembre, un órdago en modo Nina Simone: “Love me or leave me”.

La cuestión de confianza es para septiembre, pasadas las fiestas... de la democracia –a ver qué pasa con las generales– y dice Carles que si no la supera, elecciones otra vez. Chupito.

Al tercer miembro en discordia, Junqueras, lo sacan en La Vanguardia en un rinconcito del Parlament pidiendo, dicen, consejo a su compañera de partido, Anna Simó, sobre la situación. La foto es muy: “Jo, tía, Anna, qué movida”.

Y para que no falten elementos clásicos de un conflicto sentimental, Iceta trata de seducir al despechado: "Si quieres pacto de estabilidad, Carles, deja a un lado el independentismo y vente a bailar conmigo". Y Puigdemont le da a la guitarra en un escenario ( Versió RAC1) como en un intento de tocar para olvidar.

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En fin, amigos, las relaciones de pareja son aún más complicadas en esta etapa del año. Parejas estables que, según nos recuerdan cada año los estudios de rigor, se divorcian después de haber pasado demasiado tiempo juntos en el apartamento de la costa. O amores de verano entre seres muy diferentes que jamás se encontrarían en su vida normal, con muy poco en común, y que, cuando se apaga el hechizo del sol, el agua y las noches estrelladas, se estrellan.

Cuando acabe el verano estaremos listos para que los Sandy y Danny de la política catalana nos cuenten más detalles de su affaire ♪ “Tell me more, tell me more” ♪ y sabremos si la cosa termina en baile, top de cuero y cardado al ritmo del ♪ “You are the one that I want” ♪ o si, volviendo a Pimpinela, la historia acaba con un portazo y un ♪ “Pega la vuelta” ♪.

Todo esto sucede en plenas elecciones generales, donde lo que cada uno dice o hace hay que pasarlo por el filtro del momento, en política nadie da puntada sin hilo, mucho menos en campaña. Y lo sabes.