Desde la tramoya

Qué va a pasar

Los "expertos" no predicen los acontecimientos políticos mejor que el común de los mortales. A esa sorprendente conclusión llegó el profesor Philip Tetlock después de estudiar las previsiones de cientos de analistas estadounidenses desde la época de Reagan. Ahora ha reeditado su descubrimiento con nuevos datos, bajo el título Superforecasting: The Art and Science of Prediction.

De manera que yo al menos me siento reconfortado al ver que mis predicciones de los últimos meses fallaron estrepitosamente. Dije que el PSOE votaría "no" pero prestando las abstenciones necesarias para que gobernara Rajoy. Tal cosa, por supuesto, no pasó. Y jamás habría supuesto yo que Susana Díaz y otros líderes socialistas montarían de forma tan grosera un golpe contra Sánchez.

Pero como dice Tetlock, a veces las predicciones se cumplen, especialmente cuando el tiempo entre la predicción y lo predicho se acorta. Como al final creo que el tiempo me dará un poco de razón y mucho consuelo, me atrevo a predecir con modestia lo que creo que va a pasar.

El PSOE votará "no" a Rajoy, pero permitirá su investidura. Como ya expliqué aquí, eso no es contradictorio. Está cantado que esa es la actitud actual de quienes ahora mandan en el PSOE. No hay otra solución razonable, además. Unas terceras elecciones dejarían a los socialistas en tercera posición. Y no puede pedirse al PSC (o a Sánchez y muchos otros diputados y diputadas socialistas) que se abstengan. Probablemente romperían la disciplina de voto del Grupo aunque la abstención fuera la instrucción del Comité Federal. De manera que la orden será votar que "no" para que los diputados estén tranquilos. Pero habrá las abstenciones necesarias para que Rajoy gobierne. Lo lógico sería que se abstuvieran los miembros de la dirección del Grupo, para darle al gesto mayor poder simbólico y no tener que hacer tonterías como irse al baño antes de pulsar el botón.

No habrá condiciones para esa abstención limitada. Porque poner condiciones significa negociar. Y los socialistas no quieren negociar nada con el PP. Quieren liderar la oposición. No se va a pedir la cabeza de Rajoy ni nada parecido. De hecho, si el rey ha llamado a los grupos es porque el camino ya se ha despejado, y nadie exigirá su dimisión.

Podemos se autoproclamará única oposición. En eso ya están unidos sus líderes sin fisuras. Hace días que anuncian que si el PSOE permite un Gobierno de Rajoy, Unidos Podemos se convertirá en la verdadera alternativa al PP.

Como votar 'no' y abstenerse al mismo tiempo

El PSOE hará una oposición implacable, aun sin cabeza visible. La presión de Podemos desplazará a los socialistas a la izquierda, y el Gobierno tendrá que sudar sangre para aprobar sus iniciativas, empezando por los Presupuestos. Pero los socialistas tendrán como líder parlamentario a quien ya era su portavoz, Antonio Hernando, que se lo sabe todo, pero que no es el líder del PSOE. Como líder de la Gestora, hablando desde fuera del Congreso, a Javier Fernández. Y como sibilina eterna pretendiente al poder de facto, agazapada en la Junta, a Susana Díaz. Por su parte, Pedro Sánchez es improbable que tenga ganas o fuerza para competir con ellos en protagonismo. Y no parece que la Gestora esté pensando en un Congreso rápido. Los socialistas tardarán de seis meses a un año en tener un nuevo líder.

Podemos respetará a medio plazo los acuerdos locales y autonómicos. Por mucho que Pablo Iglesias se empeñara en romper con el PSOE en los territorios donde tiene acuerdos, "por facilitar el Gobierno al PP", él sabe que no puede imponerse a Carmena, ni a Colau ni a Oltra... Podemos es una amalgama de intereses diversos y las costuras entre los territorios son tan frágiles que Iglesias no puede forzarlas sin romperlas. Eso cambiará quizá cuando avance la Legislatura, porque ya se sabe que al acercarse las elecciones los acuerdos tienden a romperse para distinguir a los socios ante sus respectivos electorados.

Todo eso pasará... O no.

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