¡Insostenible!
Pedro Sánchez en el laberinto de las pensiones
La herencia recibida en materia de pensiones es la más clara expresión del fracaso de la política del expresidente Rajoy y del equipo que dirigió el Ministerio de Trabajo. Siete años de expolio a la Seguridad Social y a su Fondo de Reserva, con déficits acumulados a finales del 2018 que sumarán más de 100.000 millones de euros.
Lo más preocupante es que se ha consolidado un déficit estructural de 19.000 millones de euros anuales en la caja única, su endeudamiento llegará a los 25.000 millones de euros a finales del 2018 y el Fondo de Reserva estará prácticamente agotado.
Las pensiones se han configurado en un verdadero laberinto cuya salida está condicionada por numerosos protagonistas que quieren hacer prevalecer su posición en una situación harto complicada.
Pedro Sánchez ha confiado la solución a un futuro Nuevo Gran Pacto de Toledo.
Así lo expresó en el Congreso de los Diputados, donde dejó claro que el actual Gobierno no está por aplicar medidas de fondo. No ha derogado la reforma laboral del 2012, solo mitigará sus efectos con modificaciones de corto alcance. Tampoco ha sido derogada la reforma de las pensiones del año 2013, y el 0,25% y el Factor de Sostenibilidad siguen presentes.
Ha cursado notas de advertencia a las empresas y realizará inspecciones después del verano para luchar contra el fraude en la contratación en sus diversas variantes.
Los comentarios iniciales del presidente en TVE en cuanto al destope de las cotizaciones sociales, medida aplicada en varios países de la Unión Europea y que generarían importantes ingresos propios a la Seguridad Social, han caído en el olvido.
Tampoco se menciona la necesidad de adecuar las cotizaciones de los autónomos a sus ingresos reales. La tarifa plana seguirá vigente, aunque se negocian ciertos aspectos de las bonificaciones implementadas por el anterior Gobierno.
Siguiendo la línea iniciada por Fátima Bañez, invitada a compartir la foto de la reunión del “diálogo social” con la CEOE, CEPYME, CCOO y UGT, apuesta por mejorar las condiciones salariales en los próximos tres años, aunque en la práctica, los incrementos pactados sólo acompañarán a la inflación prevista y no resultarán determinantes en la cuenta de resultados de la Seguridad Social.
Se ha reunido con los representantes del Ibex-35 en la Moncloa para tranquilizarlos sobre la creación de nuevos impuestos a la banca y tecnológicas, muy rentables electoralmente pero de pobre recaudación, que ya no serán de aplicación inmediata.
En la reunión mantenida con la Coordinadora Estatal en Defensa del Sistema Público de Pensiones, la señora Valerio se ha comprometido a llevar todos las propuestas de los pensionistas, que permanecen intactas, al Pacto de Toledo, sin permitir que los propios pensionistas intervengan directamente en esta comisión, ni fijar un calendario conjunto de seguimiento de los temas. Sólo promesas de volver a reunirse.
Los pensionistas están desencantados del Pacto de Toledo que solo ha servido a través del tiempo para cercenar sistemáticamente sus derechos. Después de un año y medio de reuniones interrumpidas insólitamente para que el PP elija su cúpula directiva, no se ha resuelto nada, ni siquiera la fórmula para ajustar anualmente sus remuneraciones. Conviene recordar que el IPC anual puede superar en el año 2018 el incremento del 1,6% concertado entre el PNV y el PP.
Conclusiones
La propuesta de Pedro Sánchez es un brindis al sol, y el accionar de la ministra de Trabajo es consecuente con la postura del presidente.
La sostenibilidad del sistema público con pensiones dignas no se resolverá a través del viejo Pacto de Toledo ni con el pretendido nuevo gran Pacto.
Debe plantearse una salida distinta en el Laberinto de las Pensiones.
Es necesario que Pedro Sánchez se ponga las pilas, atienda los reclamos de los pensionistas y apunte al núcleo del problema que consiste en incrementar sustancialmente los ingresos propios de la Seguridad Social, y excluir los gastos de personal como así también las reducciones/bonificaciones que no corresponden ser asumidos por la caja única.
Un país obligado a disminuir año tras año su déficit presupuestario en relación con el PIB, no puede permitirse mantener un déficit de la Seguridad Social que terminará siendo equiparable al déficit autorizado por la Unión Europea para la totalidad de la economía española. Generará inexorablemente ajustes sustanciales, disminución de la base reguladora en el cálculo de las futuras pensiones y mayor pérdida de poder adquisitivo en las actuales.
En este tema no valen los gestos, valen los hechos muy concretos, que no se vislumbran ni para 2018 ni para 2019. El déficit seguirá plantado en torno a los 19.000 millones de euros. El sistema público de solidaridad intergeneracional e interterritorial está en juego y amenazado por los que, como Ciudadanos, el PP, el Fondo Monetario y los fondos de inversión, abogan por implementar como alternativa los sistemas privados de capitalización.
Los pensionistas, que representan el 25% del censo electoral, están muy bien informados y organizados en una temática que preocupa a toda la ciudadanía.
Podemos propone al Gobierno quitar las deducciones por planes de pensiones para recaudar 2.000 millones más
Ver más
La presencia de los lunes frente a los ayuntamientos se mantendrá y las manifestaciones generales con marchas reivindicativas volverán con más fuerza a partir de setiembre. Ya lo expresábamos en nuestro artículo del 9 de mayo: Las movilizaciones continuarán.
El ministro Montoro prometió resolver el problema de las pensiones para el año 2023, la nueva ministra Valerio parece seguir la misma senda. Los pensionistas no pueden esperar, los veremos en las calles, gobierne quien gobierne. _________Norberto Marchesano Martínez es economista especializado en Presupuestos Económico-Financieros de la Seguridad Social.
Norberto Marchesano Martínez