De vez en cuando
Camps vuelve a nuestras vidas. Es como aquel tormento amoroso que te complicaba la vida y un día desapareció. Aunque en realidad nunca acabó de irse, de tarde en tarde reaparece para que no olvides que alguna vez estuvo ahí...
Muy reincidente. Muy fan.
Hace unas semanas, Francisco volvió a nosotros de la mano de un trío famosísimo,
The Bee Gees a la española. Correa sería Barry, el líder, Crespo y El Bigotes serían los mellizos, Robin y Maurin.
En su afán por seguir vivos “Ah, ah, ah, ah, Staying alive, staying alive”,
estos hermanos de business decidieron cantar ante el juez algunos
temazos populare
s. Actuaron por separado, pero
todos repitieron el mismo estribillo:
“Camps, Camps, Camps” como responsable de la
Tragedy...
Y llegó el momento cumbre,
Ricky Costa se dejó poseer por el arte de su homónimo, Ricky Martin, y se acercó al micrófono para cantar a todo pulmón: “¡Sube, sube que la bomba va!” y la soltó, vaya que sí...
Costa coincidió con el trío en afirmar que
Camps era el piloto en aquellos tiempos de esplendor de serie B. Aquellos maravillosos años en los que
el partido daba un pasito pa’lante y la honestidad un pasito pa’tras. Ricky también señaló a su exjefe, Francisco Camps, como el patrón de aquella etapa de
Livin' la vida loca en el PP valenciano.
El pasado miércoles, cuando todavía resonaba el eco de las voces de los cuatro cantantes ante el juez –reforzadas en la comparecencia de Francisco Correa ante la
comisión sobre la financiación ilegal del PP en el Congreso: “Ha quedado claro en el tema de Valencia cómo nos abonaban”–, Camps fue
citado a declarar como investigado en otra causa secreta,
relacionada con la Fórmula 1 pero distinta al caso Valmor. ¡Virgen de los desamparados,
Francisco es un rebelde con causas...!
Camps acudió al Juzgado de Instrucción de Valencia trajeado y
sorprendido por la citación ya que, según él, en la construcción del circuito “se hizo todo fenomenal”.
Rafael Hernando, compañero de militancia, coincidió con su lectura de los hechos: “Estoy seguro de que no ha cometido ninguna irregularidad, el proceso fue supervisado”. Añadió Hernando que la gente es muy libre de perder el tiempo comentando lo que pasó hace once años, en vez de comentar lo que ha dicho el Tribunal de Cuentas sobre la financiación de Ciudadanos,
como poseído por Karina: “Volver la vista atrás es bueno a veces, uh, uh, uh, mirar hacia delante es vivir sin temor”.
Pero volvamos al retorno de Camps a los juzgados. Tras dos horas y media de declaración ante la jueza, aseguró que tiene “tranquilidad absoluta” por la “conciencia de haber hecho algo extraordinario para Valencia”. Y en eso tiene razón, a juzgar por el
sobrecoste en la construcción del circuito, 16’5 millones de euros, aquello fue algo extraordinario*
.
Y ya, si tenemos en cuenta que en su momento
Camps dijo que el circuito les iba a salir gratis a los valencianos, que no iban a pagar “ni un duro”, aquello más que extraordinario fue estratosférico.
En fin, Camps no ha regresado, es que nunca se fue, como aquel tormento amoroso que te complicaba la vida y vuelve, de vez en cuando, para que no olvides que un día fue importante....
Ahí sigue,
sentado en el Consell Juridic Consultiu (CJC) como le corresponde a un exmandatario que se precie. Acude a bordo de su coche oficial –no es un modelo Fórmula 1, pero lo pilota un chófer– y en su despacho le espera su secretaria personal. Francisco
cobra más de 4.100 euros al mes, excepto en junio y en diciembre que cobra el doble porque le dan la extra, qué menos.
Las Cortes valencianas ya aprobaron la moción de Compromís para instar a Francisco a que
abandone el CJC. Y si se anima a hacerlo,
dejará de percibir ese sueldo público, “ni un duro”, lo mismito que iban a pagar los valencianos por el proyecto extraordinario...
Así es él, un personaje fascinante que representa la resistencia, acabe como acabe su historia. Porque si se demuestra que no dijo la verdad, quedará patente su
increíble resistencia a reconocer los hechos y a la presión. Y si él tiene razón, habrá hecho una exhibición extraordinaria de resistencia ante una confabulación –casi planetaria– contra él, algo muy cercano al martirologio.
Por cierto, me ha dado por revisar la letra de
Tragedy, la canción de The Bee Gees que cito más arriba y dice así: “Tragedia, cuando pierdes el control y no tienes alma”
. Qué cosas cantaban The Bee Gees...
*Extraordinario (según la RAE): poco común, que sale fuera del orden...
Raquel, muy fan. Te sigo a las tardes con Julia y las «personas». A todo cerdo llega su.... espero que sea verdad en este caso también.
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