Muy fan de...

“Calladitas estáis más guapas” pues va a ser que no...

El próximo jueves es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y aunque a algunos y a algunas les cueste entenderlo, es un día de reivindicación. Muy fan de aquellos a los que les resulta muy poco atractiva la fecha porque creen que calladas estamos más guapas, muy fan.

Existen dos tipos de actitudes ante lo injusto: asumirlo o pelear. Puede que ninguna de las dos transforme la realidad por completo, pero una de ellas tiene más posibilidades de conseguir que algo cambie, aunque solo sea un poquito, una miaja, un pelín, una pizca... adivinen cuál.

Por aclarar, el 8 de marzo las mujeres no celebramos el hecho azaroso de haber nacido bajo la categoría de hembra de la especie, eso nos ha tocado en el reparto biológico sin intervención alguna de nuestra voluntad. Ser mujer no tiene en sí mismo ningún mérito, en serio.

Tampoco nos echamos a la calle para contar que somos mejores, más listas, más buenas, más divertidas, más inteligentes, más valientes, más comprometidas, más justas. Entre otras cosas porque sería mentira, somos brillantes, mediocres, bondadosas, malvadas, empáticas, insolidarias, leales, infieles, hábiles, torpes, egoístas, generosas... Cada una de nosotras es un mundo, nos pasa como a los hombres, lo mismo.

Es muy sencillo, cada 8 de marzo nos unimos para emitir un grito coral que suene con más fuerza que el que emitimos en solitario cada día, para que se oiga alto y claro que reclamamos igualdad de derechos y de oportunidades.

Nos manifestamos para pedir a gritos el mismo respeto profesional, familiar y social que el que recibe un varón de la especie con los mismos méritos. Nos ponemos de acuerdo para decir a la vez que nos molesta el papel secundario que nos atan al nacer, cual lacito rosa, que nos hace rozadura, no querrán que sonriamos encima...

Cada 8 de marzo nos reunimos para marcar con color fosforito –por si hay quien todavía tiene dificultades en la lectura del mensaje– nuestra reivindicación: IGUALDAD. A ver, igualdad no es una palabra tan rara, ni que estuviéramos reclamando COVFEFE...

Es curioso, los seres humanos reaccionamos ante ciertos estímulos de manera muy diferente, nos pasa cuando observamos un cuadro o cuando disfrutamos de una sinfonía. Hay quien al escuchar el grito de miles de mujeres que reclaman lo que les pertenece, siente emoción y lo hace suyo, porque le parece la banda sonora de un mundo más justo para TODOS. Otros, en cambio, lo rechazan porque lo viven como un ataque, o lo desprecian porque lo perciben como una estridencia. A unos y a otros les brota una misofonía repentina al oír los acordes del feminismo y en el intento de silenciarlo, cantan más fuerte su estribillo:

♪ “Calladitas estáis más guapas”♪

Qué maravilloso sería un 8 de marzo en silencio, ¿verdad? Un día sin ruido, sin manifestaciones, sin huelga, sin hashtags, sin manifiestos, sin grupos de mujeres en Telegram que se movilizan para parar.

Siempre nos quedará la ley Wert

Un día en el que no hubiera nada que reivindicar porque la desigualdad no existiera, porque no hubiera mujeres cobrando menos que los hombres por hacer el mismo trabajo, porque no tuviéramos dolor de cabeza de tantos golpes que nos hemos dado contra el techo de cristal al intentar subir un escalón, porque no conociéramos el miedo a caminar solas de noche, porque no sintiéramos que tenemos que pedir perdón por ser listas, por ser tontas, por ser guapas, por ser feas, por ser madres, por no serlo, por ser demasiado jóvenes, por envejecer...

¿Se imaginan un Día Internacional de la Mujer en el que no existieran motivos para poner la realidad contra las cuerdas vocales? Ese día sería perfecto y si yo tuviera un manillar y pedales sería una bicicleta.

El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer. No es un día, son todos, pero la fecha marcada en rojo es importante y la celebración justa y necesaria. Ese día es el amplificador que une en un solo grito los muchos que emitimos a lo largo de nuestra vida, aunque no quieran oírnos... No, calladitas no estamos más guapas, solo estamos más resignadas, pero va a ser que no.

Más sobre este tema
stats