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Para saber más sobre la forma de producción de Podemos hay que leer su programa electoral y no hablar a vuelapluma.
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Ocultar 5 RespuestasLleva Ud. razón, con capote por montera y en la mejor disposición me voy raudo y con pluma en ristre a que mentes doctas me ilustren sobre un programa lleno de misterios insondables (se entiende que para mi). Tal vez en el intervalo tenga Ud. la bondad de exponer para mentes torpes como la mía un breve esquema de en qué cosa consiste el susodicho programa electoral puesto que deduzco, sin más motivo que el de saber cuál es su apodo, que Ud. ha tenido la oportunidad de dar unos cuantos capotazos a su lectura. En todo caso, tenga un buen día.
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Ocultar 4 RespuestasNo, deberías ser tú el que nos ilustre sobre esa Postverdad de “modelos no capitalistas de producción de Podemos”. Eso no está en Podemos ni espera. A ver si con la matemática convences de la falsedad.
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Ocultar 3 RespuestasInteresante comentario del que llama la atención su coherencia. Pues si no está en Podemos ni se le espera, yo no puedo ilustrar de algo inexistente. Pero bueno, tendrá la misma construcción racional que lo de convencer con la matemática de una falsedad lo que indica tu conocimiento de esta disciplina. Modérate y todo irá mejor.
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Ocultar 2 RespuestasNo me digas cuánto de moderada tengo que ser, eso lo decido yo.
Ser coherente es tratar de explicar los porqués de lo que se da por verdad, antes que pedir al otro que demuestre la falsedad. Como es tu verdad, te propongo que la expreses en tu lenguaje y no que se quede ahí como un dogma podemita en el que hay que creer.
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Ocultar 1 RespuestasA ver, tu decides lo que te dé la gana, faltaría más, pero con modos apropiados si tu interés es que te conteste. Respecto a explicar dogmas, no estoy preparado. Y respecto a explicar el programa de Podemos la cosa es tan fácil como leérselo y no pedir a otros que te faciliten la tarea. Finalmente, verdades tengo pocas salvo las de la Matemática, el resto suelen ser opiniones.
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En primer lugar, ☆☆☆☆☆ y W l'Italia!
Después, y con resignación inagotable me gustaría hacer una matización que entiendo que en los tiempos que corren puede ser tomada como un atrevimiento intolerable. Aprovecho el penúltimo párrafo del artículo para exponerla, no sin antes señalar que mi vida profesional se ha desarrollado rodeado de mujeres, que en el departamento en el que he ejercido eran mayoría, empezando por considerar que la jefa de dicho departamento era de este reconocible generalmente tipo sexual. A mi me fue bien, y por ejemplo, jamás presencié u oí que una decisión u opinión debiera ser discriminada en función del sexo de quien la emitiera, ¿tal vez como una consecuencia de que las mujeres eran mayoría (y el ambiente era una consecuencia)? Quiero indicar que lo que yo pueda pensar al respecto del tema que se trata no es sólo de índole teórica, o académica (aunque curiosamente, en este caso sí, pues hablo de un departamento universitario).
Con estos antecedentes y con mi espíritu femenino de consecuente, resulta vergonzosa la sociedad patriarcal en la que vivimos, por el mismo hecho de ser patriarcal y por otros factores no necesariamente consecuencia del patriarcado. Sin embargo, no estoy a favor de 'las mujeres al poder' del mismo modo que no estoy a favor de 'los hombres al poder'. De lo que sí estoy a favor es del 'poder para quien lo merezca' en el supuesto de que deba existir poder, aunque creo que nos entendemos. Es decir, que lo que habría que hacer es manifestarse contra el modelo capitalista de producción, defendido entre otras muchas personas por Merkel, May o Arrimadas. En mi inocencia roja, o morada, me parece que la lucha por la igualdad de sexos en la sociedad no tendría lugar caso de que el poder fuera ejercitado por gentes con modelos no capitalistas de producción como el de Podemos.
Por cierto, enhorabuena por tu artículo profesora.
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Su docto y acertado análisis de la situación me ha traído a la memoria el mito de las Amazonas, el papel de la amacho en la sociedad tradicional vasca, la poliandria de esas apartadas regiones del Tíbet chino de los documentales de la 2. Y un antiguo chiste machista al que imagino en viñeta con un hombrecillo de Forges y una marquesa de Chumi : Querida, ya vais camino de conseguir la igualdad, luego ¿Qué querréis? - El poder - Otro gallo nos cantaría. Que bonito sería ese mundo al revés. Y que pánico nos da imaginarlo a los pobres masculinos musculitos, monotarea, y con pequeños cerebritos.
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Ocultar 3 RespuestasTe refieres a amatxhu? Debo puntualizarte que todo término no 'bizkaino' lpronúnciese 'biscaino') es una impureza a corregir con, por ejemplo, un getback whip...
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Ocultar 2 Respuestaswww.infolibre.es ISSN 2445-1592
¿Sin capitalismo dejaría de existir el patriarcado y su consecuencia el machismo?. Hay que tener en cuenta que el capitalismo no inventó el patriarcado, ya que su existencia es anterior, si no que le institucionalizó, lo reforzó, a través de la institución de la familia, de la heterosexualidad y de la gran ayuda de las iglesias. El patriarcado es algo así como una división del trabajo por género. A la mujer se le atribuye el papel del mantenimiento de la vida, de la supervivencia como especie, y al hombre el papel de obtener los medios necesarios para ese mantenimiento. Esto que ha existido siempre se debe al poder de la mujer como reproductora y a las diferencias físicas que se dan en el mamífero humano. En otras especies animales la hembra tiene mayor volumen y mayor fuerza física.
Lo que hizo el capitalismo es convertir a la mujer en otra clase social a través de un trabajo doméstico no remunerado. Es decir, máxima explotación, doble explotación por género. Sin olvidar que el hombre, para conseguir los medios de mantenimiento familiar, también era explotado al acudir al mercado de trabajo remunerado. Y la mujer, al carecer de ingresos y depender económicamente del hombre, era considerada un ser inferior supeditada en todos los aspectos a él.
Por lo tanto, todo lo que consideramos como elementos sociales normales convertidos en instituciones, como la monogamia, el matrimonio, la familia, la heterosexualidad, constituyen todo el entramado ideológico creado por el capitalismo, con el gran apoyo de las religiones, para perpetuar esa división del trabajo que convierte a las mujeres en esclavas sexuales y en esclavas del trabajo.
Todo ello se empieza a romper cuando a mediados del siglo pasado la mujer accede al mundo del trabajo remunerado, sobre todo en el sector servicios, y con ello empieza a tener cierta independencia económica.
Esa independencia rebela a la clase social femenina, pero tantos siglos de patriarcado y de consideración de ser inferior hacia la mujer tardan en desaparecer de las mentes masculinas y ahora estamos en ese tránsito.
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En esta ocasión estoy de acuerdo contigo, ningún problema en reconocerlo. Cuando se tiene razón se tiene.
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