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"El Congreso y el Senado, y, en su caso, ambas Cámaras conjuntamente, podrán nombrar Comisiones de investigación sobre cualquier asunto de interés público. Sus conclusiones no serán vinculantes para los Tribunales, ni afectarán a las resoluciones judiciales, sin perjuicio de que el resultado de la investigación sea comunicado al Ministerio Fiscal para el ejercicio, cuando proceda, de las acciones oportunas".
Su trascendencia es, en todo caso, política. Y su utilidad social, presuntamente, la de arrojar luz –siempre me ha encantado esta expresión, hoy más valiosa que nunca, si pensamos en el precio del recibo– sobre algunos asuntos turbios…
Pero en la realidad el verbo arrojar es más adecuado en su sinonimia con vomitar y, sobre todo, en su afinidad con la idea de derrochar. Es encomiable el empeño de algunos en perder una estupenda ocasión para pedir explicaciones, para poner en evidencia la responsabilidad en las acciones oscuras y para obtener respuestas concretas, aunque no esté en el ánimo de quien se sienta en el banquillo de los investigados. Todo eso se sacrifica a cambio de encontrar un puesto en el podio del zapping y el trending topic. Enhorabuena a los premiados.
Si se lleva a cabo la tan mencionada reforma de la Constitución, habría que incluir en el artículo 76 la utilidad de estas comisiones como espectáculo mediático, su influencia directa en los beneficios de las empresas de palomitas y su labor para descubrir talentos para el entretenimiento.
En uno de los muchos artículos que intentan responder a la pregunta: ¿Para qué sirve una Comisión de investigación?, el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Ignacio Torres Muro dice (La Vanguardia): “En una comisión, más que el resultado final, porque en ella no se puede condenar a nadie, lo importante es precisamente que se hable de ese tema”.
La afirmación del jurista nos devuelve al inicio del artículo. ¿De qué iba la comparecencia de uno de los grandes responsables del Partido Popular en aquellos maravillosos años, de palmeras, de imbéciles, de guiños, de banderas, de pollos, de jugadores del Racing?
Dice el oráculo de la Wikipedia que “las comisiones de investigación deben elaborar un plan de trabajo” y echo en falta una aclaración sobre si ese plan de trabajo está elaborado por guionistas de la tragicomedia y si algunos de los ponentes son los descartados en el casting de First Dates…
La vida parlamentaria sigue y los obreros del humor continuaremos alimentándonos de los minutos de oro del show mientras permanezcan en antena esta comisión y las siguientes… Por lo demás, todo transcurrirá según la escaleta: los comparecientes abandonarán el plató tras su declaración, tan felices, anchos y panchos como entraron –véase la cara sonriente de Álvarez Cascos durante el enfrentamiento entre la vicepresidenta Beatriz Escudero y el diputado Gabriel Rufián– y los portavoces se irán tan satisfechos como si hubieran sacado algo en claro. Se apagan las luces, se cierran los micrófonos, cada uno para su casa y hasta el próximo show.
Para poner el broche a esta reflexión a la altura del tema tratado, podríamos optar por dos estilos humorísticos muy diferentes, el surrealista de Tip y Coll: “¿Para qué sirve una comisión de investigación? ¿Para qué? Paraguayo”. O el escatológico del señor Barragán: “¿Para qué sirve una comisión de investigación? ¡Para metérsela por el culo!” Elijan ustedes.
Las comisiones de investigación en nuestra sirven para poner en evidencia e país que tenemos. Somos la verguenza eruopea en seriedad. El que va nunca dice la verdad, el Sr Rufián monta el circo, que me encanta para un programa de humor, pero el que comparece sale de rositas, y ademas riendose y siendo aclamado y protegido por los suyos. La única vez que he visto una comisión algo más seria, ha sido la de Aznar, mitiendo descaradamente, mas vale que Iglesias no entró al trapo y se mantuvo, en resumidas cuentas que no sirven mas que para confirmar cosas que ya sabiamos de antemano, el que pregunta lo hace bién, y el que responde niega todo. agur.
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Ocultar 3 RespuestasAquí ningún compareciente se va de rositas. Simplemente tener que acudir al Congreso, sentarse en la silla de interrogatorios durante un largo tiempo y escuchar las preguntas de uno y las críticas burlonas de otros, supone un trago bastante amargo para ciertos individuos que se creían intocables. Yo, seguramente, no me dirigiría a los comparecientes como lo hace el Sr. Rufian. Pero me parece imprescindible su presencia en estas comisiones, sus preguntas cortantes como cuchillas de afeitar y sus comentarios sarcásticos y gruesos. Tomando en cuenta que en esas comisiones no se investiga nada, no se condena a nadie y no se exclarece nada, al menos que se sientan vapuleados durante un par de horas aquellos que se consideraban a si mismos por encima del bien y del mal. Algún día tendremos que agradecerle al Sr. Rufian lo que está haciendo, aunque no todos fuesemos capaces de asediar a los corruptos como él lo hace y muchos utilizaríamos modos más suaves. Guante de hierro en puño de hierro. Agradecido a su señoría, diputado Rufian.
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Ocultar 1 RespuestasHombre, ya estamos con Rufián, el charneguito agradecido ... nada que ver con la comparecencia del gran Pujol, padre de la patria, que se permitió amenazar con agitar el árbol ... ¿pero no caían manzanas? Pujol nunca fue muy Newtoniano, más bien amante de los que amenazaron con quemar a Galileo ...
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La comisiones de investigación y en general la labor del Congreso lo que pone en evidencia es el sistema político que tenemos en el Estado, no al país. No se puede confundir el país con el Estado, algo que siempre han pretendido los régimenes totalitarios, empezando por el fascismo.
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Dejando aparte, con perdón, las “comisiones de investigación” del artículo, porque más que risa producen pena, y solo sirven para blanquear al mafioso “investigado” que siempre resulta mejor cuando sale que cuando entra, el día de la patria de ayer si me parece que ha dado más motivos para la risa.
- La prensa madrileña de extrema derecha, casi toda, titula mas o menos “Vivas al rey pitadas a Sánchez”, mostrando bastante satisfacción en ello. Pero es que mostrar alegría por lo que se quiere a un rey de bragueta en comparación con lo que se odia a un presidente elegido democráticamente nos dice mucho o todo de la calaña de los medios de desinformación españoles. De la misma forma que nos dice mucho de las gentes que acuden a estas exaltaciones del día de la patria española, que preferirían un franquito a un “rojo” gobernando.
- Llamar besamanos a la recepción en palacio también nos dice mucho de la escasa evolución democrática de España, aunque también es cierto que los cortesanos ya no se inclinan hasta la bragueta que da poderes. Pero el besamanos de ayer dio motivo a una de las escenas más graciosas que se han producido en estos guateques. Me refiero, claro, a cuando Sánchez y señora también se ponen al lado de la realeza para recibir manos. Y les dicen que no, que eso solamente es para reyes. Se dan la vuelta y Sánchez en su mueca nos dice “he vuelto a meter la gamba”. Si Berlanga viviera no necesitaría más para hacer una película.
- El tercer motivo de risa o pena se produce la víspera de la patria. El Parlament catalán reprueba con amplia mayoría al rey español y su monarquía. Ni corto ni perezoso Sánchez “reprueba” a un parlamento soberano por ser democrático y amenaza con llevar la reprobación al TC político, ¿o era al TS? Lo mismo da. La cuestión es que Sánchez vuelve a meter la gamba asesorado quizás por el encargado de portería de Moncloa. La cuestión es que vuelve a mostrar nulo respeto por las decisiones soberanas de la democracia y nos da pistas de su mentalidad democrática.
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Ocultar 1 RespuestasEl presidente del Gobierno no es elegido, es votado por los diputados del Congreso, pero no en elección democrática, es decir, no es elegido por los ciudadanos.
Un parlamento no puede tomar decisiones contrarias a la Constitución, debe ser el pueblo el que decida los cambios constitucionales que nunca pueden ir contra los derechos y libertades ciudadanas que son previas a la Constitución que limita el poder del Estado, es decir,, sin separación de poderes no puede haber Constitución de la República. Este es el ABC de la democracia formal.
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Las comisiones sirven para cobrar suplementos por acudir a ellas. Cuánto nos cuestan?, Cuántos recortes nos han hecho en aras de mejorar la productividad?. Pues este es un caso claro, para lo que sirven, no hay que invertir un euro.
Y no os preocupéis los humoristas, con las declaraciones que hacen en cuanto ven un micrófono, tenéis materia prima.
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Por lo que se conoce de las comisiones parlamentarias para lo que sirven es para que la persona que acude a dar explicaciones tenga la oportunidad, ¡desde una tarima!, de acusar a lxs representantes de todos los partidos políticos que la interrogan (salvo al suyo) de todos los pecados habidos y por haber quedando la persona compareciente más inocente que un bebé.
La comparecencia de Pujol en el Parlament de Catalunya, las de Aznar y la última de Cascos en el español, les sirvieron para que pudieran abroncar a su gusto a los demás partidos y a la ciudadanía que no había sabido entender lo grandes gobernantes que fueron en el ejercicio de sus funciones.
Para esos resultados, ¿para qué se convocan esas comisiones?, ¿no tienen los parlamentarios otras cosas en qué ocuparse?, ¿cuánto dinero nos cuestan esos shows que a veces dan ganas de arrojarles lo que nos provocan en las tripas? Muy fan. Osasuna.
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www.infolibre.es ISSN 2445-1592
Muy fan de sus escritos y como ya opiné al respecto: Rufián, torpe e histriónico, consiguió que Cascos se fuera de rositas, y risitas, de su comparecencia.
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