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“Salario mínimo, alerta máxima”: The Haunting of Hill House a la española

Mientras flipamos con los nuevos episodios de esa serie de producción española que protagonizan Villarejo y amigos, Cuéntame cómo grabó, nos agobiamos con el thriller brasileño Atrapado por Bolsonaro y seguimos con palomitas el culebrón sobre los restos de Franco, Inhumar en tiempos revueltos, no prestamos la atención que merece esa serie terrorífica que ha llegado a nuestras pantallas: Salario mínimo, alerta máxima. Muy fan.

En episodios anteriores, 2017 y 2018, el salario mínimo –actualmente en 736 euros– había subido en un 8% y un 4%, respectivamente. Y ahora que se plantea una subida del 22% para alcanzar los 900 euros –ese pedazo de salario con el que las familias españolas pueden matarse a gambas y percebes–, una lluvia fina de opiniones de expertos económicos va calando en la pantalla, la llena de oscuridad, y la negritud del cielo anuncia que se avecina algo terrible.

Escuchando en la serie nacional las psicofonías económicas de algunos expertos, pasas mucho más miedo que con esa otra tan exitosa, la sensacional The Haunting of Hill House.

Es que los fantasmas que nos asustan en la Hill House española, son los que más acojonan del mundo mundial:

¡¡¡¡Si el salario mínimo sube, el empleo peligra!!!!

Vamos, aquí saltas del sofá sin que te pongan un ¡Chaaaaaan!, ese efecto musical tan eficaz para amplificar los sustos…

En el último episodio que vimos esta semana irrumpió un nuevo personaje que nos erizó el pelo de la rabadilla, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

Según sus cálculos, tal y como explicó en el Congreso, la subida propuesta en el acuerdo entre Gobierno y Podemos y enviada en el borrador presupuestario a Bruselas, podría provocar una pérdida del 0,8% en el empleo, 150.000 puestos de trabajo. Y además perjudicaría a los más débiles.

Este susto es tan gordo que te dan ganas de darle al stop del mando, hacer un zapping loco y refugiarte en la Teletienda. Salvo que cobres el salario mínimo, entonces olvídate de la Teletienda, porque con lo que ganas no te llega ni para el molinillo Flavor Fresh.

De la Plataforma Vibroshaper, ese artefacto en el que das botes y se te mueven las lorzas como un flan de huevo, ni hablamos. Puedes sustituir su vibración por los espasmos que te produce leer la factura de la luz.

Es curioso que la increíble visión de futuro del Banco de España, capaz de cifrar con toda claridad el impacto negativo de la subida del salario mínimo en 150.000 empleos, no tuviera la misma agudeza para avistar la terrorífica burbuja financiera de tres millones que se infló bajo su supervisión y que nos estalló en toda la cara. ¿Recuerdan el susto aquel? Ese también fue bueno, todavía estamos hiperventilando

Si una repasa la información sobre los salarios de los vaticinadores de ese apocalipsis que generaría el subidón tan discutido del salario mínimo, la serie terrorífica se convierte por un momento en comedia. Según el IV informe sobre retribuciones en el sector financiero elaborado por CCOO, el 20% de la plantilla que más gana en el sector financiero quintuplica lo que gana el 20% con menor salario. Esto viene bien para desengrasar y soltar, a base de carcajadas, la tensión acumulada por el augurio del cataclismo.

Para que las risas fueran plenas, sería estupendo que aquellos que critican abiertamente una medida que provocaría una debacle económica y laboral probaran a vivir con el salario mínimo un par de meses.

El formato televisivo Intercambio de salarios sería un éxito, gobernadores del Banco de España comprando las corbatas en el Primark… Compañeros guionistas de la ficción, pónganse a trabajar en los sketches, aquí hay una mina.

¿Recuerdan cuando nos dijeron que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades? Pues, oigan, nos cabreamos mucho, pero habría que decir que, en el caso de los que perciben el salario mínimo, tenían razón. Conseguir sobrevivir con 736 euros es de una fortaleza muy por encima de las posibilidades de un humano español. Con ese ejercicio sacas músculo sin esa plataforma vibralorzas que no puedes pagar…

Hoy he recordado un gran thriller, premiadísimo, del director francés Clouzot. Un grupo de hombres recibe el encargo de transportar una carga explosiva de nitroglicerina a través de un país sudamericano. Es una misión peligrosísima, suicida, para conseguir un puesto de trabajo.

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Y buscando críticas sobre la cinta que me dispongo a revisionar he encontrado una de Jordi Revert, muy sugerente y muy adecuada para el asunto que hoy nos pre-ocupa:

“La cinta de Clouzot es esa expresión vigente y tremebunda de lo que significa vivir atenazados por la incertidumbre en cada segundo de existencia, conscientes de que al siguiente podemos desaparecer fulminados, sin ser más que otra cifra en la ecuación que todo lo sostiene”.

¿Recuerdan el título de la película? El salario del miedo. Pues eso.

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