¡A la escucha!

#LevantaLaCabeza

Hablarle de esto cuando usted me está leyendo desde una pantalla (su móvil, su ordenador, su tableta electrónica) puede sonar un tanto contradictorio y puede parecerlo más aún cuando este medio, infoLibre, es 100% online. Pero por eso mismo creo que es bueno abordar que no todo es malo pero tampoco todo es bueno.

Siete de cada diez personas tiene un móvil en España y, de media, pasamos unas 5 horas consultando nuestro teléfono. Redes sociales, mensajes, vídeos, aplicaciones, llamadas… Salir de casa sin el móvil resulta más angustioso que dejarse las llaves. Te genera cierta ansiedad: ¿cómo voy a localizar a tal o cual persona?, ¿cómo voy a poder cerrar mi reunión?, ¿cómo me van a poder localizar? Seguro que lo han vivido y la sensación es de tal desamparo,, que da igual que estés en la otra punta, te das la vuelta para volver a por tu móvil o tu tablet. Eso lo haces la primera vez que te ocurre. A la segunda, tercera, aprendes a que el momento de pánico se convierte en una cierta sensación de liberación: no tienes que estar cada cierto tiempo revisando la pantalla. Nadie te exige estar permanentemente conectado. Puedes incluso respirar, porque compruebas que el mundo no se cae si no llevas tu móvil encima.

Sí, la tecnología nos ha ayudado a agilizar procesos, a trabajar en equipos amplísimos sin necesidad de estar físicamente juntos, a estudiar a distancia y a volver a conectar con gente con la que hacía años que no hablábamos. Muchos aseguran que esta hiperconectividad al final se vuelve contra nosotros y lo que debería de servir para comunicarnos más sirve para todo lo contrario, para aislarnos. Pero también hay que poner en valor que herramientas como las videollamadas, los mensajes inmediatos, las fotos, ayudan a acercar a quienes viven lejos. A verse aunque estén a miles de kilómetros, a sentirse acompañados. Pero siempre con ciertos límites.

Cadena de despropósitos

Levanta la cabeza. Es lo que proponemos desde Atresmedia: no se trata de dar la espalda a la tecnología ni mucho menos de demonizarla, sino de promover un uso responsable. Porque esto no va sólo de pantallas móviles, va también de cuánto tiempo pasamos enganchados a la red. Si nos fijamos sólo en datos de España, casi 40 millones de españoles se conectan diariamente y, un dato que deberíamos revisar, de los niños de 10 años, un 88% accede a la red. Una tecnología que nos ha facilitado los procesos, que se ha convertido en indispensable en muchos casos y que incluso, ha creado nuevos modelos de negocio. Pero que requiere un proceso de aprendizaje: saber cómo usarla y saber las consecuencias que en nuestra salud y en nuestro entorno tiene esa permanentemente conexión.

Seguro que a estas alturas ya se está preguntando: "Bueno, vale, sí, de acuerdo, ¿pero qué puedo hacer?". Hay mucho, pero le lanzo ideas: limitar el tiempo de uso de las pantallas fuera del horario de trabajo, limitar el tiempo de conexión de nuestros hijos, aprender cuáles son nuestros derechos y saber proteger nuestra privacidad. Durante los próximos meses hablaremos mucho de esto, me comprometo a ello. Y les propondré herramientas para aprender a controlar la tecnología y no que la tecnología nos controle a nosotros.

Seguiremos leyéndonos a través de una pantalla, pero controlando los tiempos, dando ejemplo a nuestros hijos. Sabiendo dosificar los datos que dejamos abiertos en la red, asumiendo la responsabilidad de denunciar comportamientos abusivos. Y sobre todo, aprovechando sus ventajas pero sin ser presos de sus trampas. ¿Empezamos?

Más sobre este tema
stats