Desde la tramoya

¿Es posible ahora un Gobierno de coalición?

No parece serlo, al menos en los términos en los que Unidas Podemos lo ha planteado en el documento enviado hace unos días al presidente Sánchez. Hagamos el ejercicio de reproducir los argumentos de los morados y de replicarlos con algunos matices.

"Lo que se aceptaba en julio debería ser aceptable ahora", afirman los portavoces de Podemos. En realidad, hay una diferencia sustancial. En este tiempo, hemos visto como los diputados y las diputadas de Podemos iban diciendo uno tras otra no a la investidura de Sánchez. Escuchamos un durísimo discurso de la portavoz socialista, Adriana Lastra, reprochando a Iglesias el bloqueo. Y sentimos cómo la buena disposición –si es que la hubo en algún momento– se iba desvaneciendo entre filtraciones, tuits y maniobras de fontanería chapucera. Ni Podemos ni el Gobierno en funciones, ni Pablo Iglesias ni Pedro Sánchez, son ya quienes eran en julio.

"No ponemos líneas rojas", dijo el miércoles Pablo Echenique. Pero lo cierto es que en el documento enviado por Unidas Podemos hay al menos dos bastante claras. Primero, en las cuatro opciones de entrada en el Gobierno, se exige una vicepresidencia social, que sería para Irene Montero –no dejo de imaginarme las conversaciones de la pareja Montero-Iglesias entre biberón y biberón–. Y se describen con ambición las competencias que corresponderían. Y en dos de las cuatro opciones se incluye el Ministerio de Trabajo, que el PSOE ya negó en julio. Echenique dirá lo que quiera, pero lo que consta en el papel –enviado, por cierto, a la vez al Gobierno en funciones, al PSOE  y a la prensa– es todo él una línea en rojo chillón.

"Si fue posible en La Rioja, debería ser posible en España". Tras las peticiones desmedidas de la única diputada de Podemos en el Parlamento de La Rioja en la fallida investidura de julio, Podemos terminó aceptando una única consejería, un ligero departamento de Participación, Cooperación y Derechos Humanos. Estoy seguro de que Sánchez estaría encantado de aceptar un Gobierno de coalición con Unidas Podemos si el partido de Iglesias aceptara un único Ministerio de Participación, Cooperación y Derechos Humanos, quizá para Irene Montero. Pero el documento de propuestas es mucho más exigente.

Italia y España, parecidos y diferencias

"Se equivocaría Pedro Sánchez si hiciera caso a quienes le enseñan unas encuestas estupendas", ha dicho Iglesias. Pero resulta que todas las encuestas –sean o no estupendas– describen las mismas tendencias. De celebrarse de nuevo elecciones, el PSOE tendría más votos y Podemos menos. Es evidente que unas nuevas elecciones no es una opción buena para Sánchez, pero se trataría de un mal menor. Y probablemente de un desastre para Iglesias, puede que incluso hasta el punto de generar una revuelta en su propio partido. Las elecciones serían mala opción porque habría riesgo de desmovilización de la izquierda y porque quizá el bloqueo se mantendría más o menos como ahora. Pero los sondeos indican con unanimidad, que Podemos tendría un resultado peor que el de las últimas elecciones.

Sin embargo, Pablo Iglesias parece haber optado por asumir ese destino. "No damos investiduras gratis", ha dicho. La oferta de Unidas Podemos al PSOE parece más bien un último intento para justificar ante el electorado morado que si no hay Gobierno de izquierdas, por Iglesias no será. Y que si hay elecciones será responsabilidad de Sánchez. Pero lo cierto es que Podemos está negando a los socialistas lo que no negaron los comunistas cuando apoyaron la investidura de Felipe González o Zapatero sin entrar en su Gobierno. O lo que no negaron ni CiU ni el PNV a gobiernos socialistas o populares en varias ocasiones. Incluso lo que no negó el PSOE al PP –aunque sí lo hiciera Sánchez, pagando por ello un coste personal muy alto– en un momento de bloqueo institucional grave, que podía llevar a una nueva repetición de elecciones.

La famosa solución "a la portuguesa", o "a la danesa", no deja de ser una petición muy razonable por parte del presidente Sánchez y su partido: que les dejen gobernar en minoría. No es ningún disparate, ni nada que no hayamos experimentado en España. Unidas Podemos debería pensárselo antes de ir a unas Elecciones que podrían resultarle desastrosas.

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