Diario de una confinada

Técnica respiratoria, cuidado emocional y reposo vocal

Raquel Martos

Aprendí a la fuerza, después de pasar dos veces por un quirófano, la enorme importancia de la técnica para utilizar bien la voz. Pero también descubrí, a partir de aquel suceso, la tremenda influencia que ejerce la emoción sobre las cuerdas vocales.

La experiencia de perder la voz me marcó de tal manera que construí una novela. Encontré varios ángulos desde los que podía mirar, reflexionar y cuestionarme muchos aspectos de la existencia, a partir de la pérdida del instrumento de viento con el que, además de expresarme, me ganaba la vida.

El silencio impuesto te obliga a un confinamiento emocional, dejar de escucharte por fuera y empezar a escucharte por dentro es automático, como si alguien bloqueara tu altavoz externo y conectara unos auriculares a tu zona más reflexiva.

Los que trabajamos con las cuerdas vocales sabemos que la base del aprendizaje para el uso de la voz es la correcta respiración. El control preciso de la salida del aire es determinante para lograr una emisión clara y limpia y, sobre todo, sana. Sin esa premisa, el resto de la técnica no sirve.

Otra de las cuestiones que has de poner en práctica durante la rehabilitación es aprender a descansar. Es lo que los entendidos en la materia llaman “reposo vocal” y el resto de los humanos “callarse la boca”.

En estos días en los que nos sentimos tan perdidos y en los que estamos perdiendo tanto, me aferro a cualquier posibilidad de enseñanza adquirida en otros capítulos de la vida, aunque no haya ninguno con un hilo argumental semejante a este… Lo hago con la fe ciega con la que se agarran los bebés al primer dedo índice que les acercan a la mano.

En esta búsqueda incesante en mi historia o en la de otros, con la ilusión de encontrar alguna experiencia previa que me ayude, hoy he llegado al episodio en el que perdí la voz, cuando pensé que el mundo, o mejor dicho, mi mundo, se acababa. Así que me he entretenido en aplicar las líneas maestras de aquella vivencia en este episodio cruel que nos ha frenado en seco mientras nos empuja a toda velocidad por la pendiente: Técnica, cuidado emocional y reposo vocal.

La técnica sería lo de practicar el confinamiento, la distancia social y la higiene (todas ellas en sentido literal y figurado). El cuidado emocional en mi caso lo componen mis afectos, el humor, la música, los libros, el cine…Y el reposo vocal sería lo de hablar menos hacia fuera y más conmigo. O sea, que lo que vengo haciendo desde que se avecinó la hecatombe viene a ser lo mismo que me recomendaron entonces otorrinos, logopedas y foniatras para recuperar la voz…

Hoy dejo esta canción, Solo tú, deMatía Bazar, porque el poder evocador de la voz es extraordinario. La de Antonella Ruggiero, vocalista de Matía Bazar, me lleva a uno de los días más felices de la infancia con mi hermana Merche, que se fue tal día como ayer y con mi padre, que se fue tal día como hoy. Aunque no es cierto, siempre están.

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