Qué difícil es encontrar una grieta en el muro del dolor para que entre por ella la esperanza. Qué difícil combinar el miedo con el optimismo. Y sin embargo, la lucha titánica de España contra el enemigo invisible que nos mata como un francotirador desde un tejado empieza a dar resultados. El asesino pronto se quedará sin balas, que era el objetivo del confinamiento y lo que obligó a paralizar el sistema. No hace falta subirse a ningún barco para naufragar y lo hemos hecho, así que ahora toca buscar tablas de salvación y nadar hacia nuestras costas, porque si lo hacemos hacia otras acabaremos en el fondo del mar. Si vivir este drama no nos enseña a defender nuestra Sanidad pública y nuestra industria, volverá a ocurrirnos. Tenemos que poder defendernos solos cuando los demás estén ocupados defendiéndose a sí mismos.
Ahora sabemos que nos habíamos quedado cortos con la frase hecha y que la realidad supera a la ciencia-ficción. Y pronto tendremos que aprender a sortear una crisis económica sin precedentes. Será dura, pero los afortunados serán quienes puedan vivirla. Entre los que no lo harán, este lunes hubo otras seiscientas treinta y siete víctimas. Es la cifra más baja desde el veinticuatro de marzo y junto a la que registra más de 40.437 personas recuperadas parece certificar que la guadaña de la famosa curva de la muerte empieza a bajar. Aún así, los números dan escalofríos: 13.055 fallecimientos, 135.000 contagiados, 60.000 hospitalizados… Y nos parten el corazón algunos testimonios, como el de un bombero de Madrid que ha contado que “el 85% de las salidas que hacemos son para abrir puertas, porque la gente se está muriendo sola en sus casas”. Es la otra cosa que nunca debe olvidársenos ni puede volver a ocurrir, el abandono de nuestros ancianos, la vergüenza de su soledad y su desprotección, el estado de las residencias donde se los confina, en el noventa por ciento de los casos privadas, concertadas y a menudo en poder de fondos-buitre. Ya hay quien ha echado cuentas del ahorro en pensiones que supondrá esta catástrofe que se ha cebado en los jubilados. En un país maravilloso, lleno de gente buena, capaz, responsable, solidaria, trabajadora e inteligente, los miserables son los menos, pero lo son de manera extrema. La mejor forma de salir de un abismo es apoyándose unos en otros; la peor, poniéndose zancadillas.
Esta pandemia nos ha pillado distraídos en otras cosas y con la guardia baja, sin mascarillas pero con demasiadas máscaras. Cuando la superemos unidos y sobre todo juntos, será un momento perfecto para quitárselas a algunos y ver qué había debajo. Para entonces habrá acabado el baile, que era una danza de la muerte, y los vendedores de humo también intentarán reabrir sus negocios, pero si hay suerte ya estaremos escarmentados, le habremos visto las orejas a lobo y esta vez no les será tan fácil cegarnos. Por supuesto, habrá los que prefieran seguir confiando en las mismas promesas, pero eso no tiene remedio: no hay agua suficiente en el mundo para aclarar las ideas de quien prefiere no saber. En una democracia caben todas las ideas, menos las que defiendan o alienten la violencia, pero nos conformaríamos con que al menos una fuese compartida: hay que defender y afianzar los servicios públicos, no pueden convertirse en una mina de oro para unos cuantos, sino en un derecho de todos.
El director de la OMS para Europa se ha declarado “profundamente impresionado por el heroísmo” de nuestro personal sanitario, entre el que ha habido 19.400 contagios y varias defunciones. Tiene razón y los aplausos de la ciudadanía cada noche desde sus balcones demuestran que estamos de acuerdo con él. Sin embargo, al heroísmo le pasa lo que a la beneficencia: es admirable pero no deseable, sería mejor que no hubiera sido necesario, que los médicos, doctoras, celadores, enfermeras, conductores de ambulancias, servicios de limpieza y desinfección y demás, hubieran tenido material de protección suficiente que los defendiera, en lugar de tener que ir a salvar las vidas de los pacientes con batas caseras y gafas de bucear. Y que las plantillas y las camas hubieran sido las que eran hasta que el neoliberalismo las diezmó reduciéndolas, unas y otras, a tres mil menos. Eso no puede ser, ni que nuestros hospitales dependan de lo que podamos comprar en el mercado de China, cuyos productos no suelen ser, precisamente, un modelo de fiabilidad, tal y como se ha vuelto a ver con los test de detección inútiles que querían vendernos. Es imprescindible que nuestras empresas nos puedan abastecer y ayudarlas creará seguridad y trabajo. Ahora mismo, aquí hay fábricas de Torrelavega, León y otros lugares que permanecen cerradas, que se dedicaban precisamente a la celulosa y que, en consecuencia, podrían estar fabricando millones de mascarillas y ropa defensiva, pero no pueden hacerlo porque quebraron y a nadie se le ha ocurrido volver a encender sus máquinas y a contratar a sus operarios
Saldremos de esta unidos, eso lo comprende en estos días trágicos cualquiera. La pregunta es si seguiremos estándolo cuando alcancemos la orilla, cuando volvamos a sentirnos fuertes. Lo tenemos fácil, porque ahora sabemos dónde están las piedras en las que no hay que volver a tropezar. Habrá que vigilar a quienes traten de cambiarlas de lugar. Sólo así seremos capaces de volver a ver molinos donde nos quieren hacer ver gigantes.
PRIMERA lección: La Sanidad Pública debe recuperar tantas camas como las montadas en los IFEMA, hospitales de campaña y demás sistemas auxiliares. ¡Son las que necesitaos los ciudadanos.
SEGUNDA: esas camas, además de para la crisis, reducirñian la insuficiente atención quirúrgica y hospitalaria que sufrimos a diario los enfermos que ni llegamos a estar en esa contabiidad fraudulenta de eternas listas de espera tras la que se ocutan miles de fallecientos "por causas naturales" disimulado a lo laro del año. Nada hay más "natural" que morirse por falta de atención quirúrgica y hospitalaria, TERCERA: Se necesitan el número de sanitarios que corresponde a las jornadas laborales excesivas que han realizando los sanitarios actuales, más las de las personas voluntarias que se sumaron sin tener que hacerelo, desde limpiadores y auxiliares a médicos. Así las listas de espera fraudulentas dejarían de serlo; los tiempos de espera se acortarían al no haber epidemia; y no habria muertos "por causas naturales " de desatencion CUARTA: se necesitan más cusos de formacion para los sanitarios; es inaceptble que tras tener más UCI faltaran expertos ¡para qué sirven? La alta cifra de sanitarios afectados permite suponer una insuficiente preparación, que sumada a la falta de material de protección y a la insuficiencia de material de detección hizo que muchos sanitarios contagiados asintomáticos atendieran a enfermos hopitalizados y en residencias -mortuorios, estando contagiados sin saberlo. QUINTA: hay invertidos millones de euros en cotoso equipo e instalaciones miitares que solo se usa en simulacros, felizmente no en guerras reales; miles de militares entrenados en simulacros, que felizmente se jubilaran sin participar en una guerra real; ¡gracias Presidente Zapatero por haber creado la UME!; equipos que se dan de baja por obsoletos, felizmente sin uso en guerras reales. Eso es más necesario en Sanidad donde estamos en guerra declarada contra la enfermedad; guerra en la que, si avisar se producen brutales ofensivas de epidemias. Los sanitarios "de baja" fueron victimas del "fuego amigo" de los Presidentes de Autonomía que privatizaron la Sanidad Pública.
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Difícil entender vuestros silencios a la lecturas de algunas opiniones pero,
¡Ya está, lo sé, algunos en INFOLIBRE sois también terapeutas para adultos desubicados! Hacéis una labor fantástica. No descartáis a nadie. ¡Que grande sois! Tenéis el temple suficiente para no replicar a comentarios vomitivos, o así me lo parecen.
No estar de acuerdo, claro, dar su opinión, por supuesto, pero escupir:……. ¡hala, iros al viejo oeste americano!
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Estimado Benjamín. Me ha gustado la columna de esta semana pero dices que hay pocos miserables y yo abro twitter, facebook, washup y no paro de ver demasiados comentarios que sobrepasan con creces lo indecente. Lo cierto es que esperaba encontrar una menor proporción de "lo peor" y mucho más de "lo mejor" que afortunadamente también hay en abundancia.
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Q ilusión ser el comentario cien!
En el arlo del poeta García Montero dejé un segundo comentario a Orlinda con cierto valor filológico (si a alguien interesa). Los demás pueden abstenerse para evitar perjuicios a sus miserables vidas (como las de todos), en espera de la publicitada muerte -ya q estamos en la Semana de Pasión.
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Me gusta cuando callas porqe estás como ausente
No hay como el sentido común de una ateateista para reordenar el descacharre prvocado por el locoArqui en las cacharrerías bidenianas, luziferinas, juanperreanas, y otras más modernas q desconozco por escasez de tiempo.
Aporto a tan loable gesto una botella de vino de su tierra (de luzin); habla del silencio
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Ocultar 3 RespuestasIgual ni el uno está tan loco ni la otra tiene tanto del común de los sentidos y ya sabemos que hay algunos descacharres que no se pueden ordenar de nuevo, si es que alguna vez lo estuvieron, pero nos divertimos, la culpa es de jagoba con tanta fiesta y debe andar de resaca porque hace tiempo que no le veo. Y ahora tú más vino, así no hay manera.
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Ocultar 1 RespuestasHay Atea.. me maravillas, maravillas a este creyente solo de La Luz de nuestro minúsculo Universo, de la energía de nuestro Big Beng, entre los otros Bigs Bengs Exponenciales (no te asustes, soy matemático y Físico Teórico, trabajando en varias de mis teorías a la vez)Un saludito, Manuel Hernandez (Face).
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Para q no me señale lindaOrlinda, tb reconozco q este inicio de comentario no es mio (ni de dios ni de nadie, ni tuyo siqiera)
Hala! Y esto tampoco es mío!
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Gracias Benjamin por uno más de tus estupendos artículos.
Tendremos que pedir/exigir alto y fuerte que si hay otra vez, esa vez estemos preparados en lo básico.
Tendremos que pedir/exigir alto y fuerte un replanteamiento de la globalización
Tendremos que pedir/exigir alto y fuerte la expulsión de los fondos buitres de nuestras residencias de ancianos.
Tendremos que pedir/exigir alto y fuerte sobre el papel de Europa, mayor inversión en Sanidad , en Ciencia, y en todo aquellas carencias que esta maldita PANDEMIA nos ha dejado al descubierto.
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Y vosotros erre que erre, dándole cancha al Luzinito. Vaya tribuna que le estais proporcionando
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Ocultar 4 RespuestasPues tienes toda la razón Sotram pero cada cual pasa el rato como puede. Además, si no conservamos a las y los pocos comentaristas que dan juego en esta cancha, ya me dirás qué aburrimiento. Tampoco hay que fustigarse por echar unas risas dentro de tanta seriedad, no te parece?
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Ocultar 3 RespuestasYo alucino que seáis tan tontos de dar cancha a los fascistas como yo, me paga ciudadanos, el PP, VOX y la trilateral, pero como son unos explotadores no llegan al salario mínimo. Es mejor no combatirlos ni contestarles, imagínate que tienen razón, siempre sería mejor que no se supiera. Lo mejor es seguir las consignas de nuestra vanguardia con el Presidente Fake, el Tonto Simón y Pablo I SISI se Puede "Marqués del Galapagar" ...
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Ocultar 2 RespuestasOjú luzin, lo tuyo ni con R3 ni con R4, definitivamente no tienes remedio.
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Ocultar 1 RespuestasAlentar a la esperanza con los contundentes argumentos que utilizas y la buena voluntad que destilan tus artículos es una virtud que se agradece en lo mas profundo de uno Benjamin. Muchas gracias.
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Ocultar 1 Respuestaswww.infolibre.es ISSN 2445-1592
Sí, quiero opinar: Solo la música, en el viento, en el agua también porque está lloviendo fuera de mí casa (encerrado y solo)... Solo la poesía, hija de la filosofía... pueden calmar mi a veces rabiosa mente,la cuántica mente del amante de Sofía Al Filo del abismo estelar... !!! Gracias, Benjamín.
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