Telepolítica

La isla de las tentaciones, pero vestidos

José Miguel Contreras nueva.

El 4 de mayo, todo parece ir destinado a comprobar si la consolidada pareja formada por Ayuso y Monasterio alcanzan o no la mayoría absoluta. Mientras tanto, continuaremos viviendo entre la inestabilidad absoluta y el desequilibrio completo. Isabel Díaz Ayuso se ha jugado todo a la única carta de conseguir una holgada mejora de su poder actual. Ella es en realidad la que más se juega. Tiene mucho que poder ganar en clave nacional en su pugna frente a Pablo Casado. A cambio, tiene mucho que poder perder en caso de derrota, empezando por el gobierno de Madrid.

La Comunidad, en clave de alianzas políticas, vivía hasta hace unos días de unas relaciones tensas y muy poco asentadas. De lo poco que parece seguro, es que nadie podrá gobernar en solitario, sin buscar compañía en el viaje. Nadie puede imaginar cómo pueden quedar emparejados todos los candidatos el 5 de mayo. Todos parecen mirarse unos a otros, pensando en la posibilidad de encontrarse. La política madrileña parece La isla de las tentaciones, pero vestidos.La isla de las tentaciones

El golpe de efecto de Iglesias

Pablo Iglesias dio el antepenúltimo golpe a la precampaña de las elecciones madrileñas. La designación de quién iba a encabezar la candidatura de Unidas Podemos era una de las interrogantes que faltaba por resolver. Todas las encuestas abrían una preocupante incógnita. Hace cuatro años, la lista liderada por Isa Serra consiguió un 5,56% de los votos. En caso de quedarse por debajo de la cifra límite del 5%, UP no tendría representación en la Asamblea. Con Pablo Iglesias al frente, esa amenaza desaparece. En las últimas generales, obtuvo casi un 13% de votos en la Comunidad de Madrid.

El trascendente movimiento de Iglesias tiene múltiples lecturas. El balance final del movimiento habrá que realizarlo después del 4 de mayo. Todo lo que se pueda decir antes carece de valor. La sorprendente jugada ha salvado del peligro de un resultado desolador a su partido. De la misma forma, el PSOE debe estar agradecido a la apuesta de Pablo Iglesias. Gabilondo necesita a Iglesias en esta aventura. La izquierda no tendría posibilidad alguna de sumar una mayoría de gobierno si Unidas Podemos no tiene representación en la Asamblea.

Ahora le toca decidir a Más Madrid

La siguiente decisión a tomar recae ahora en Más Madrid. La invitación pública de Iglesias a buscar el reencuentro entre las dos fuerzas a la izquierda de los socialistas parece haber naufragado. El acuerdo entre ambos partidos tenía que superar dos serias complicaciones. Por un lado, dejar atrás el duro conflicto fratricida vivido entre Pablo e Íñigo. La pareja tendría que haber vuelto a reencontrarse. No parece que ninguno de los dos esté dispuesto realmente a olvidar lo sucedido.

En segundo lugar, la configuración de la lista tampoco hubiera sido un asunto sencillo. En 2019, Más Madrid obtuvo 20 diputados frente a los 7 de Unidas Podemos. Parecía evidente que Pablo Iglesias no iba a aceptar esa proporción como punto de partida en caso de acuerdo. La suma de los dos partidos podría haber partido con cerca de un 20% de los votos para intentar superar a Gabilondo, quien, en 2019, llegó al 27% del electorado y alcanzó 37 escaños. Mónica García, desde Más Madrid, se ha apresurado a dejar claro que no hay posibilidad de romance alguno.

Tampoco parece posible una alianza electoral del partido de Íñigo Errejón con Ángel Gabilondo. Las bases de ambos partidos deberían apoyar una coalición entre dos formaciones que parten de posiciones históricamente divergentes. Para ambas, el acuerdo sería sin duda positivo cuantitativamente, pero en política todo siempre es más complejo de lo que los números indican. La pareja Gabilondo y Mónica García encarna, de momento, un amor imposible. Más Madrid parece haberse decidido por la tercera opción de las que disponía, la de vivir en solitario y olvidarse de cualquier emparejamiento. Los sondeos que circulan a día de hoy parecen darle cierta seguridad de que no peligra su subsistencia, aunque puedan sufrir un significativo descenso respecto a hace dos años.

Ciudadanos en el fiel de la balanza

Una vez más, lo que ocurra con Ciudadanos puede ser determinante en el resultado final de estas elecciones. Tenga mucha, poca o nula representación, sus votos siempre acaban por ser indispensables para configurar una mayoría. La crisis interna del partido aún está en plena ebullición. Queda por determinar cuántos de sus dirigentes se enfilarán hacia el PP. Por supuesto, Toni Cantó ya ha emprendido el camino, pero eso tiene poca importancia. Su infidelidad ya estaba descontada desde el día en el que llegó procedente de UPyD.

Los sondeos que circulan estos días colocan a Ciudadanos con serio peligro de conseguir representación. Necesitan que pase la actual tormenta e intentar recuperar el límite del 5%. Sería todo un acontecimiento inesperado a día de hoy que, después de todo lo ocurrido, fuera Inés Arrimadas quien tuviera que decidir quién debe gobernar en Madrid. La presencia o la ausencia de Ciudadanos en la Asamblea será la clave que decida el futuro de Madrid los dos próximos años.

Más sobre este tema
stats