A debatir

Los socialistas ante la crisis de Cataluña

Tras la comparecencia del president Puidgemont este martes en el Parlamento catalán, se abre una nueva fase política. La declaración de independencia habría supuesto un choque frontal entre las instituciones de consecuencias probablemente trágicas para Cataluña y España.

Hay, pues, un cierto margen para reconducir la situación. El Gobierno de Mariano Rajoy, en una clara posición de fuerza frente a las instituciones catalanas, podría aprovechar el repliegue de Puigdemont para reprimir el movimiento independentista aplicando soluciones extraordinarias, lo que supondría rechazar toda oferta de diálogo. O podría simplemente no darse por enterado de la propuesta de Puigdemont, esperando que un independentismo debilitado se fracture internamente o cometa un error mayúsculo (como habría ocurrido si se hubiera realizado ayer una declaración unilateral de independencia).

La reacción última del Gobierno de España dependerá en buena medida de la presión que reciba. No bastará que el President de la Generalitat le emplace a negociar. La inercia de Rajoy y el PP consiste más bien en seguir a piñón fijo, desoyendo las demandas del bloque independentista. Será la presión internacional y nacional la que pueda obligarle a sentarse en una mesa con los representantes catalanes.

En este sentido, la presión de los partidos de la oposición es crucial, sobre todo porque se trata de un Gobierno en minoría. En general, las posturas de los partidos están relativamente claras, salvo en el caso del PSOE. Los socialistas están internamente divididos. Su vieja guardia ha adoptado posiciones muy radicales, pidiendo la aplicación inmediata del artículo de 155 e incluso el envío de tropas a Cataluña, a la vez que rechaza el diálogo con aquellos a los que denomina “golpistas”. Pedro Sánchez, por su parte, ha adoptado un perfil más bien discreto: apoya al Gobierno frente a la desobediencia de las instituciones catalanas, pero ha criticado los excesos represivos del pasado 1 de octubre y quiere el diálogo entre las partes.

En algún momento el PSOE tendrá que tomar una decisión difícil, situándose o bien con el bloque del nacionalismo español que propugna un enfrentamiento total con el nacionalismo catalán, o bien con las marchas de blanco que piden una resolución democrática y no nacionalista del conflicto existente.

El PSOE, por su posición moderada, es muy probable que acabe siendo un actor crucial en el desarrollo de este conflicto. Me gustaría plantear a los lectores de infoLibre unas cuantas posturas que podría adoptar el PSOE en los próximos tiempos:

  1)Ser leal al Gobierno de España en la crisis institucional y apoyar las medidas que adopte el presidente Rajoy.

2)Condicionar el apoyo al Gobierno de España a la marcha de las negociaciones con las instituciones catalanas y a la ausencia de excesos represivos como los del 1-O.

'La confusión nacional: la democracia española ante la crisis catalana'

'La confusión nacional: la democracia española ante la crisis catalana'

3)Intentar mediar entre los nacionalismos español y catalán planteando una reforma constitucional.

4)Defender la realización de un referéndum negociado y con garantías.

He intentado ordenar estas alternativas en función de su mayor o menor proximidad al Gobierno. Evidentemente, puede haber otras muchas tomas de posición que yo no haya tenido en cuenta. Estas que traigo aquí son las que se me han ocurrido para iniciar el debate: ¿Qué piensa usted que debería hacer el PSOE en las circunstancias actuales para contribuir a la resolución de la crisis catalana?

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