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La políticas neoliberales de la UE han venido a reforzar el modelo de ganancia, la cultura empresarial del empresariado español: el bajo coste laboral. No entienden otra forma de garantizar la competitividad.Pongamos un deseo de año nuevo:que las empresas se decidan por las inversiones en I+D+i, en la formación de sus trabajadores y las políticas económicas contribuyan a desarrollar la industria, cambiando el modelo productivo basado en el turismo y el ladrillo. Perseguir el fraude y una fiscalidad progresiva también ayudaría a evitar las desigualdades.Pero lo más importante sería contar con un empresariado menos centrado en la mayor ganancia lo más rápido posible.
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«Se habla mucho del salario mínimo, pero poco o nada de las fabulosas cantidades de dinero que se embolsan los directivos de las grandes corporaciones.» Sin falsa modestia, alguna vez he expuesto esa idea en este digital y no ha tenido ninguna aceptación.
Resulta un insulto a la inteligencia, a la ética, la diferencia de ingresos que puede haber entre los directivos de una empresa y otros trabajadores de la misma. Resulta escandaloso, incomprensible, que esa realidad la acepte con total normalidad la sociedad, los sindicatos y los trabajadores.
Parece una paradoja que en una empresa los trabajadores se opongan a un aumento lineal de salarios que compense el IPC oficial (que muchas veces no coincide con lo que sube el coste real de la vida a quien tiene menos ingresos) y que sin embargo ni se cuestionen mínimamente los insultantes sueldos de algunos directivos de esa misma empresa.
Un recordatorio: tampoco parece tan revolucionario el poner un tope a los ingresos máximos cuando ya está legislado ese tope, por ejemplo en el cobro de las pensiones.
«Este es el desafío de las izquierdas»: así acaba el artículo de Luengo. Desafío, desde luego que lo hay, pero ¿quedan verdaderos partidos de izquierda en España, en el mundo? Osasuna y República Libertaria.
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Ocultar 1 RespuestasBien dicho Paco. Hacen falta partidos de Izquierda que ante esta deriva salvaje del neoliberalismo empresarial, sostengan la firmeza necesaria para que la dignidad del trabajo como principal fuente de vida para los trabajadores sea mantenida en el tiempo y adaptada, sin mermas, a las necesidades de la gente en todo momento.
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Tratantes de esclavos, avaros a más no poder. Seguro que vam a misa/
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"España es el segundo país de la UE donde más creció la desigualdad de rentas durante la crisis"
Este es el titular de otro artículo de este mismo número; y la consecuencia de la política salarial que sufre la clase trabajadora en España.
Poco más hay que decir de lo que dicen el presente artículo y el citado.
Los empresarios están dispuestos a crear muchos puestos de trabajo, pero todos de categoría "esclavo": porque el trabajo sin derechos es esclavitud. Y el primero de los derechos que se derivan del hecho de haber nacido es el derecho a comer, aunque sea con el sudor de la frente.
Los empresarios que así piensan y a los que se refiere este artículo, no sólo son insensibles ante el sufrimiento de la gente, son también imbécilmente cortoplacistas. Podrán ganar mucho dinero en poco tiempo, pero llegará el día en que no tendrán a quién vender los productos que pongan en el mercado.
Por desgracia, con personas dominadas por la ideología neoliberal, es difícil razonar sobre la base de principios éticos de justicia.
Es de esperar que el próximo gobierno sea de verdad un gobierno de izquierdas y exija esa justicia mediante la legislación oportuna. Y que, además, mediante una fiscalidad progresiva, gobierne para reducir esa desigualdad, para reducir esa fractura de una España que ya está rota, sin que esta real y gravísima ruptura pueda achacarse a ningún movimiento independentista.
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El empresario amenaza con que se perderán muchos puestos de trabajo y puede que así sea al principio, intentarán que cargue con el mochuelo el resto de las plantillas y que 20 saquen el trabajo de 30, y les harán creer que es eso o nada. Que les pregunten a las kellys qué significa apretarse los machos. Les obligarán a echar más horas extraordinarias no pagadas e intensificarán los ritmos de trabajo como cita el artículo. Pero hay una herramienta para evitar eso y se llama inspección de trabajo. Eso, y exigir a los comités que funcionen como es debido y no vendiéndose a la patronal.
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www.infolibre.es ISSN 2445-1592
Está claro, todos los males de la economía del país procede de la mala costumbre que tienen los trabajadores de querer cobrar a fin de mes............
Es una vergüenza, la mayoría de los empresarios de este país son unos desalmados, más que trabajadores añoran esclavos y sus afines políticos y mediáticos un cáncer para los trabajos más precarios
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