Plaza Pública

El acuerdo con Bildu es nulo de pleno derecho

Pedro Sánchez junto a Teresa Ribera, Carmen Calvo, María Jesús Montero y Salvador Illa durante el Consejo de Ministros de este viernes.

Alfonso Villagómez Cebrián

En el Derecho existe un principio fundamental para ordenar la capacidad de las personas jurídico-públicas en sus relaciones normativas, es el principio de jerarquía. Un principio que, esencialmente, enuncia la superioridad de unos actos sobre otros, dentro de una pirámide imaginaria, y que proclama, además, que ningún acto particular puede infringir otro de carácter general. Si tal cosa llega pasar, el acto no solo es nulo sino que incluso estamos ante un acto inexistente.

Pues bien, en un ejercicio de ciencia ficción jurídica se pueden aplicar estos principios jurídicos al escurridizo ámbito de los actos de la política.

Y un acto de esta naturaleza volátil es el acuerdo, de fecha 20 de mayo de 2020, firmado por los representantes de PSOE, Unidas Podemos y Bildu, en el que los firmantes dicen propugnar una derogación "integral" de la reforma de la legislación laboral de 2012.

Quizá puede haber concurrido en la formación de este acuerdo algún vicio de la voluntad que infecta de muerte su validez, tal como ha apuntado Emiliano García Page. Pero, sin necesidad de recurrir a esos virus de los actos, que son más propios del derecho privado, desde nuestra perspectiva publicista encontramos un mecanismo reacción a este 'maldito' acuerdo: su revisión de oficio. El PSOE –como ya hizo a las pocas horas– podía revisar dicho acuerdo alcanzado con la representante de la formación vasca independentista. Sin más trámites ni audiencias, directamente de oficio, el acuerdo se deja sin efecto en aquel aspecto más viciado de nulidad circunscrito a que la reforma del vigente estatuto laboral sería "integral".

El motivo de nulidad del "acuerdo" en cuestión es, por tanto, claro. Primero, porque este "acuerdo" infringe en la materia otro de superior categoría, firmado por dos de los partidos, para constituir gobierno (principio de jerarquía). Y, en segundo lugar, porque este acuerdo "particular” con Bildu infringe ese otro que es "general" logrado en su día entre PSOE y Unidas Podemos para la formación del actual Gobierno de España (principio de inderogabilidad singular de los acuerdos generales).

Por consiguiente, que no sigan incendiando algunos medios de comunicación, y que el partido de la oposición recapacite sobre su intervención pasiva, en calidad de cooperador necesario, del despropósito parlamentario el día de la votación de la quinta prórroga del estado de alarma.

Basta de tanta inútil indignación por algo que jurídicamente no existe, y, por tanto, a nadie vincula.

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Alfonso Villagómez Cebrián es juez de Madrid

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