Así es como se asienta la violencia de género, cuando alguien aunque sea circunstancial alza la voz para mofarse, insultar y degradar a las mujeres, ejerzan o no una profesión.
Eso es lo que ha sucedido una vez más, concretamente con Fernando Simón, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que para más inri es médico, cuando se permite entre chascarrillos, muy alejados del dolor de la ciudadanía, denigrar a la mujer y a toda una profesión, volcada en la lucha contra la pandemia del covid-19.
Lo hizo en una entrevista con los escaladores Iker y Eneko Pau a través del canal YouTube, contestando a una pregunta impresentable, inadmisible e inaguantable que le hacían sobre si lo que le gustaba era el estudio de las enfermedades infecciosas o las enfermeras infectadas, a lo que entre risas incontenidas respondía con la demostración más evidente del maltrato a la mujer. Es decir, los tres intervinientes hicieron un alarde de machismo intolerable, insultando sin pelos en la lengua, no solo a las enfermeras, sino a todas las mujeres que tuvimos que soportar la falsedad del juego de palabras para insultar indecentemente a las enfermeras y a toda mujer que se tenga por tal.
Por todo ello nos unimos al Consejo de Enfermería en su petición de que el señor Simón y sus compañeros tengan la decencia de pedir disculpas de forma inmediata. Y todavía más, que el señor Simón presente de inmediato su dimisión, porque una persona que se pronuncia como él lo ha hecho no ofrece la menor confianza a nadie que utilice la cabeza para pensar. Se acabó, el tiempo no va de risas, no va de bulos, ni de insultos contra las mujeres.
Váyase, señor Simón, se lo pido en mi nombre, en el de la Federación que represento y como vocal del Observatorio Estatal de Violencia sobre la mujer, ya que el Ministerio de Igualdad, que yo sepa, no lo ha hecho.
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Ana Mª Pérez del Campo Noriega es presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas (FNAMSD) y vocal del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer.
Habría que ver todo el video completo. Ahí creo que radica el quid de la cuestión. Muchas veces se cortan los videos y se saca lo que interesa. No conozco mucho al Sr Simón, me da la sensación que está muy perseguido, y que se tendrá que cuidar mucho de sus actos y declaraciones, si ha metido la pata , seguro que pedirá perdón, agur
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El vídeo completo de la conversación que mantiene Fernando Simón con las dos personas que le entrevistan es de dominio público. Si se ve y se escucha completo, se aprecia que en ningún momento menciona «enfermeras», sino «enfermedades infecciosas». Otra cosa es hacer un corte deliberado del vídeo para hacerlo pasar por lo que no dice.
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www.infolibre.es ISSN 2445-1592
El vídeo completo de la intervención deja muy claro qué ocurre. Simón, explicando su trayectoria, y hablando, como nos ocurre muchas veces, se equivoca y trabuca y en lugar de "enfermedades infeccionas" en varias ocasiones dice "enfermeras infecciosas" (queda claro que está hablando de enfermedades) e incluso alguna vez no se entiendo muy bien si dice enfermedades o enfermeras o "fermaades infecciosas". Es un lapsus linguae que se resuelve con una broma poco afortunada por la que ya ha pedido disculpas. La sociedad, tan proclive a manifestarse airada contra cualquier error o comentario políticamente incorrecto, "exige" reparaciones que exceden con mucho el daño real causado (no el virtual, el real). Me maravilla que personas que firman esos airados comunicados no lo hagan cuando hay comportamientos (esos sí, con daño real y no virtual) de personas que sí hacen daño. No he leído nada de esa asociación criticando frases de Monaterio o de Olona. Empieza a preocuparme la dimensión que puede alcanzar cualquier error, cualquier desliz. Cómo lo políticamente correcto acaba con la libertad de expresión (sólo cuando a quien se queja le parece incorrecto) so pena de ser crucificado. Son las mismas personas que gritaban "a la hoguera" cuando a una mujer la acusaban de bruja por el simple hecho de curar con remedios naturales enfermedades que nadie sabía tratar. En mi opinión está fuera de toda cordura exigir la dimisión (entiendo que se pida - no que se exija - una disculpa) por un comentario machista (es difícil borrar de nuestras mentes 50 siglos de patriarcado). Ojalá vea esa misma airada reacción cuando un representante político realice con completa intención aviesa una valoración, una justificación o una disculpa de actitudes, comportamientos y actos realmente machistas. Lástima que no guardemos nuestras energías para luchar contra quien realmente nos hace daño y nos cebemos con episodios como este.
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